Joder, Toshiro, menuda sartá de CINE te has pegado. Se podrá decir todo lo que se quiera sobre la condición de que Boetticher y De Toth sean directores de serie b, ahora, con un oficio y una personalidad totalmente patente. Precisamente de Boetticher vi el otro día Comanche Station y es un suma y sigue de todo lo que has dicho, con un final totalmente demoledor y sin concesiones.
Por otro lado, tres joyas más:
Tobacco Road (1941) de John Ford.
Normalmente denigrada comedia "de paletos" de Ford, que pese a la tosquedad de los personajes, desprende totalmente el humanismo que siemopre ostentó Ford y que en muchas ocasiones llega a doler por el patetismo que también transmite. Soberbia fotografía e impagable la voz de abuelo cebolleta de Charley Grapewin.
The Furies (1950) de Anthony Mann.
Sin tanta fama como su posterior colaboración westerniana con James Stewart, un western denso y casi gótico con tintes shakespearianosy de tragedia clásica, con personajes marcados por su egocentrismo y autosuficiencia. Otra vez, fotografía y reparto de órdago (la Stanwyck, Walter Huston, Gilbert Roland...).
Tierra de violencia (The Proud Ones, 1956) de Robert D. Webb.
Sin duda, la mejor película de su gris director, uno de esos westerns de los 50 de tono psicológico y reluciente y ejemplar uso del Scope, además, con reparto soberbio de los que no fallan: Robert Ryan, Virginia Mayo, Jeffrey Hunter, Walter Brennan, Robert Middleton, Arthur O´Connell...