Atreyub
En busca y captura
Este finde han caído 3 revisiones:
- El mito de Bourne: la 2ª de la trilogía. Nos olvidamos de la cámara estática de la primera entrega y nos adentramos en la cámara nerviosa, directa y algo perturbadora del GRANDIOSO Grengrass. Cierto es que en este revisionado (sólo la ví una vez y en cine) me ha subido el listón de esta segunda parte conteniendo una acción rabiosa, endiablada, al grano y muy concisa, sin baciles y muy disfrutable. Matt hace suyo El personaje de Bourne (encumbrándolo en la 3ª y plantándole cara al mismísimo Bond, de ahí que Casino Royale tuviera que lavarse la cara para estar a la altura).
No se hace pesada, no se hace aburrida y aunque maree un tanto los nombres da igual. Se disfruta tan bien y con tanto gusto que importa poco. Aún y así sigue pareciéndome muchísimo mejor la 3ª entrega, donde no había fisuras de ningún tipo y mejoraba lo que fallaba en la 2ª y ofrecía nuevas directrices para el género de acción. Muy rescatable, sí señor.
Venganza: En el cine me dejó muy buen sabor de boca. Cine ochentero trasladado a los 2000. Vista en casita... que bien se disfruta esta película. Pequeña, muy pequeña, que se tiene que recomendar de boca a oreja pero aquel que la degusta sale contento. Arrasando que está en taquilla americana (y yo que me alegro) es un cine de acción francés del que me gusta y me convence (muy a lo Luc Besson). Con 3-4 set pieces de aplauso y silbido alocado, Liam Neeson, aún algo mayorcete (sin ser tanto como el tito Harrison) convence como ese espía retirado llamado a filas para rescatar a su hija.
Violenta sin más y con algunas concesiones de cara a la galería la verdad es que casi se le perdona los puntos flacos que tenga. Es un producto creado, procesado y dirigido para hacértelo pasar bien.
- El color del dinero: Ains, vengo tristón. Se me ha caído (un poquito, nada más) este gran clásico ochentero. En su día me pareció muy bueno, que se disfrutaba como un buen trago pero vista ayer... se me ha hecho un poco lenta. Paul Newman sigue siendo ese actor que clava cualquier papel que se le ponga por delante y Tom Cruise, aquel chavalillo de sonrisa perfecta y un tupé muy de mediados de los ochenta me sigue convenciendo pero... no tanto como en su día y no sé porqué. La película no engaña, lo que hay es lo que ofrece pero yo la recordaba muy buena, quizás demasiado y vista de ayer - en un revisionado tardío - se me ha quedado en una película correcta. Y me sabe fatal, pues es cine Scorsese, leñe, que no es moco de pavo.
Eso sí, los planos a las partidas de billar siguen estando ahí, magníficamente rodadas y con un brío excelente (aunque me ha chirriado un punto esas bolas movidas casi en modo stop-motion). En fin, el tiempo engaña a veces.
Y tengo muchas ganas de ver ese "antes que el diablo...". Muchas de verdad. No he leído otra cosa sobre ella que buenas críticas.
- El mito de Bourne: la 2ª de la trilogía. Nos olvidamos de la cámara estática de la primera entrega y nos adentramos en la cámara nerviosa, directa y algo perturbadora del GRANDIOSO Grengrass. Cierto es que en este revisionado (sólo la ví una vez y en cine) me ha subido el listón de esta segunda parte conteniendo una acción rabiosa, endiablada, al grano y muy concisa, sin baciles y muy disfrutable. Matt hace suyo El personaje de Bourne (encumbrándolo en la 3ª y plantándole cara al mismísimo Bond, de ahí que Casino Royale tuviera que lavarse la cara para estar a la altura).
No se hace pesada, no se hace aburrida y aunque maree un tanto los nombres da igual. Se disfruta tan bien y con tanto gusto que importa poco. Aún y así sigue pareciéndome muchísimo mejor la 3ª entrega, donde no había fisuras de ningún tipo y mejoraba lo que fallaba en la 2ª y ofrecía nuevas directrices para el género de acción. Muy rescatable, sí señor.
Venganza: En el cine me dejó muy buen sabor de boca. Cine ochentero trasladado a los 2000. Vista en casita... que bien se disfruta esta película. Pequeña, muy pequeña, que se tiene que recomendar de boca a oreja pero aquel que la degusta sale contento. Arrasando que está en taquilla americana (y yo que me alegro) es un cine de acción francés del que me gusta y me convence (muy a lo Luc Besson). Con 3-4 set pieces de aplauso y silbido alocado, Liam Neeson, aún algo mayorcete (sin ser tanto como el tito Harrison) convence como ese espía retirado llamado a filas para rescatar a su hija.
Violenta sin más y con algunas concesiones de cara a la galería la verdad es que casi se le perdona los puntos flacos que tenga. Es un producto creado, procesado y dirigido para hacértelo pasar bien.
- El color del dinero: Ains, vengo tristón. Se me ha caído (un poquito, nada más) este gran clásico ochentero. En su día me pareció muy bueno, que se disfrutaba como un buen trago pero vista ayer... se me ha hecho un poco lenta. Paul Newman sigue siendo ese actor que clava cualquier papel que se le ponga por delante y Tom Cruise, aquel chavalillo de sonrisa perfecta y un tupé muy de mediados de los ochenta me sigue convenciendo pero... no tanto como en su día y no sé porqué. La película no engaña, lo que hay es lo que ofrece pero yo la recordaba muy buena, quizás demasiado y vista de ayer - en un revisionado tardío - se me ha quedado en una película correcta. Y me sabe fatal, pues es cine Scorsese, leñe, que no es moco de pavo.
Eso sí, los planos a las partidas de billar siguen estando ahí, magníficamente rodadas y con un brío excelente (aunque me ha chirriado un punto esas bolas movidas casi en modo stop-motion). En fin, el tiempo engaña a veces.
Y tengo muchas ganas de ver ese "antes que el diablo...". Muchas de verdad. No he leído otra cosa sobre ella que buenas críticas.