JO, QUÉ NOCHE (After hours)
Una película bastante marciana viniendo de quien viene (Martin Scorsese) sobre un yuppie ochentero que, al perder el metro nocturno, se convierte en un auténtico imán de chiflados mientras intenta desesperadamente volver a casa a dormir antes de que sea de día. No tengo muy claro si es una comedia negra, un sarcástico retrato social, un thriller urbano o si Scorsese simplemente dejó improvisar a los actores a ver qué salía... pero el resultado es una odisea nocturna por el Soho hipnótica y muy divertida, soberbiamente dirigida y montada, con una galería de secundarios excéntricos cada uno más colgado que el anterior (la rarita depresiva, la artista alternativa y su novio sadomaso, el barman neurótico, los dos hispanos zarrapastrosos...) comandados por un estupendo Griffin Dune (el inolvidable amigo zombie de Un hombre lobo americano en Londres) como el cada vez más confuso protagonista. Junto a él aparecen caras conocidas como Rosanna Arquette, Linda Fiorentino, Catherine O'Hara, Dick Miller (el señor Futterman de Gremlins) y hasta Cheech y Chong. El final, de puro desparrame, es apoteósico.
Hay un momento cerca del final que demuestra el punto de cinismo al que ha llegado la peli en ese punto: Griffin Dune está escondido en una escalera de incendios, huyendo de una muchedumbre que quiere lincharle, cuando ve por la ventana a una maruja pegándole un tiro a su marido. En otras circunstancias la reacción del público sería diferente, pero aquí resulta totalmente inevitable descojonarse (sobre todo cuando Dune sale corriendo murmurando "Seguro que también me cargan eso").
Una película bastante marciana viniendo de quien viene (Martin Scorsese) sobre un yuppie ochentero que, al perder el metro nocturno, se convierte en un auténtico imán de chiflados mientras intenta desesperadamente volver a casa a dormir antes de que sea de día. No tengo muy claro si es una comedia negra, un sarcástico retrato social, un thriller urbano o si Scorsese simplemente dejó improvisar a los actores a ver qué salía... pero el resultado es una odisea nocturna por el Soho hipnótica y muy divertida, soberbiamente dirigida y montada, con una galería de secundarios excéntricos cada uno más colgado que el anterior (la rarita depresiva, la artista alternativa y su novio sadomaso, el barman neurótico, los dos hispanos zarrapastrosos...) comandados por un estupendo Griffin Dune (el inolvidable amigo zombie de Un hombre lobo americano en Londres) como el cada vez más confuso protagonista. Junto a él aparecen caras conocidas como Rosanna Arquette, Linda Fiorentino, Catherine O'Hara, Dick Miller (el señor Futterman de Gremlins) y hasta Cheech y Chong. El final, de puro desparrame, es apoteósico.
Hay un momento cerca del final que demuestra el punto de cinismo al que ha llegado la peli en ese punto: Griffin Dune está escondido en una escalera de incendios, huyendo de una muchedumbre que quiere lincharle, cuando ve por la ventana a una maruja pegándole un tiro a su marido. En otras circunstancias la reacción del público sería diferente, pero aquí resulta totalmente inevitable descojonarse (sobre todo cuando Dune sale corriendo murmurando "Seguro que también me cargan eso").