SPOILERS en todo el post.
TRÁNSITO
("Stay") (Marc Forster, 2005)
Manido intento de suspense con las clasicas situaciones extrañas que se aclararan en el esperable giro final, acerca de un joven que amenaza a su psiquiatra con suicidarse. El médico se embarcara en la tarea de ayudarle a traves de escenas cada vez mas surrealistas. No hay nada más en la historia que nos haga seguir con interés lo que se cuenta además de la mera curiosidad.
Forster, acertadamente y quizás consciente de lo limitado de la propuesta, se limita a convertir el film en un juguete de experimentación formal sin molestarse en ningún momento por esconder al espectador la naturaleza de lo que ocurre (en todo momento es intuible que todo es irreal y por tanto producto de alguna fantasia o ensoñación), ni el hecho de que los personajes parecen ser representaciones o personalidades cercanas a la vida del rol clave del film que es el de Ryan Gosling (esa continua confusión entre McGregor y Gosling con continuos recursos a lo largo de la película). Aparte de esto, Forster se divierte jugando con el tiempo o las perspectivas consiguiendo planos sugerentes apoyado por una puesta en escena hipnotizante (los techos a veces parecen cernirse sobre los suelos).
Como digo, trabajo de inventiva estilistica, interesante y creativo a ratos pero intrascendente en general. Final muy decepcionante aunque no importe mucho.
EL VELO PINTADO
("The Painted Veil") (John Curran, 2006)
Correcto melodrama en el que Curran evita ambiciones vacuas o exotismos de producción. En lugar de esto confecciona una película centrada en el guión y en sus actores (sin sobresalir demasiado ninguno), sencilla y algo impersonal en apariencia formal (a pesar de la bella foto) y ritmo calmado. Sin embargo la historia de un matrimonio unido por cuestiones equivocadas que aprenden a quererse tras la infidelidad de ella y los castigos a los que la somete él, esta narrada de forma demasiado concisa e incluso desapasionada, dando la información justa para entender pero no para sentir nada por los personajes o su situación.
Quizas lo mas grato es descubrir que has evolucionado al tiempo que lo hace Kitty (Watts), cuando en un vistazo a las primeras escenas y con algún prejuicio que otro creemos estar ante el clasico relato de mujer de clase alta que desea liberarse de las ataduras de su posición y vivir un amor pleno. Es por esto que el fugaz idilio de ella con un vicecónsul al que quiere es perdonado y comprendido en principio, mientras que la dureza y el aislamiento infligido por Walter (Norton) es visto como un impedimento a la felicidad de ella. Mas alla y como le reprocha él en una escena, es Kitty una mujer egoista y malcriada que al igual que nosotros acabara viendo en Walter algo más.
Destaca la siempre elegante música de Desplat y un par de momentos como la segunda interpretación que hace Kitty de la "Gnossienne No. 1" de Satie en un piano desvencijado de notas desafinadas, y que traen a la mente de Walter (sin el obvio flashback hubiera quedado mejor) el momento en el que la conoció (sonaba la misma melodia), siendo la música para él un reflejo de la desgracia actual de ella.
En definitiva no esta mal pero francamente me esperaba mucho más.
EXPIACIÓN
("Atonement") (Joe Wright, 2007)
Despues de la decepción con la película de Curran me reencuentro con el drama romántico en Expiación, y el resultado es reconciliador (por asi decirlo). De hecho, es de aplauso muy fuerte.
Dividida en tres partes (mas bien y dada la naturaleza de juego literario que subyace serian capítulos a los que podriamos identificar como “la mentira”, “la guerra” y “la redención”), no es el film de Wright una historia de amor al uso. Podriamos decir que es una historia de no-amor, de algo que no fue y de una segunda oportunidad que no se presentó (
“volvere, con la cabeza alta. Retomare mi historia” desea inutilmente el personaje de McAvoy). El cariz especial viene dado por el hecho de que el conflicto que surge entre la pareja es aquí el leitmotiv de la cinta, y no solo la excusa para desarrollar un drama.
Actoralmente de altura. Keira Knightley, su personaje mas maduro, su interpretación mas contenida y carente de tics habituales, por fin convence totalmente y sin reservas. James McAvoy, todo carisma y ganadose la simpatia del público desde el primer gesto de su magnifica actuación corporal. Y el trio que luce el personaje central, Briony. Impresionante e inmejorable casting, Saoirse Ronan, Romola Garai y Vanessa Redgrave (párrafo aparte esta). Fisicamente muy similares y todas aportando ese toque de extrañeza a un personaje algo marginal.
Formalmente brillante, exquisita, Wright se luce continuamente sin ser molesto para la historia. Ciertamente podria repasarla y decir decenas de momentos y detalles:
- el sopor perfectamente plasmado en el ritmo del primer tramo en el que los jovenes de la mansión se aburren en un caluroso dia.
- el montaje paralelo entre Robbie y Cecilia, él escribiendo la carta (esa maravillosa risa pícara tras escribir la versión subida de tono y lo que acabara desencadenando), y ella preparandose delante del espejo con la cámara desenfocando constantemente la imagen dando un toque, de anuncio de perfume ok, pero sin duda embriagador. Y con La Bohème sonando.
- la escena de sexo con primeros planos y con el resplandor de la lámapra dejandolos en penumbra hasta que Briony esta demasiado cerca.
- el juego temporal de la narración, primero con lo que Briony ha creido ver y entender y luego con lo que en realidad ocurrió.
- la pelea entre la prima de Briony y los gemelos y que es facilmente deducible que no existio. Probablemente fue un primer intento de violación pero que al ser un dato que no tiene la escritora, se obvia su aclaración.
- la maquina de escribir del score de Marianelli (trabajo oido muchisimas veces antes y nunca tan emocionante y conmovedor hasta reescuchado tras ver la película) mezclandose con los efectos de sonido, construyendo junto al montaje el ritmo de las secuencias que emanan de la febril imaginación de Briony, capaz de lo mejor y lo peor con su talento.
- la fotografia, una para cada capítulo.
- la playa de Dunkirk. Wright dispone de 5 minutos para mostrarte el horror de la guerra y lo hace en plano-secuencia, alternando la visión de Robbie y la primera persona, y con una puesta en escena formidable con todo lujo de detalles.
- la alucinación de Robbie con su madre, con el objetivo difuminado. Y el tono elegiaco de su sueño justo antes de morir, con esas posteriores palabras con doble sentido,
“te prometo que no me oiras decir una palabra más”.
- el homenaje a los soldados con Debussy de fondo.
- el beso entre Robbie y Cecilia en la ventana tras la escena final con Briony. Beso un tanto fuera de lugar, chocante tras la intensidad de la escena que acababamos de ver, pero que tras saber que fue inventada acierta en ese surrealismo de novela rosa, siendo la imagen que Briony deseaba para la pareja.
Y finalmente el epílogo, la parte en la que esta película de notable hasta ese momento alcanza el sobresaliente. La gran dama Vanessa Redgrave nos habla a cámara (desde La Decisión de Sophie no veia tan bien utilizado el recurso) y se basta con apenas 5 minutos en pantalla para destrozarte con su declaración, mientras Wright va oscureciendo el fondo al igual que ya hizo en el momento de la declaración a la policia en la biblioteca. Es la parte en la que descubrimos como un simple error que podria haberse subsanado alcanza la categoria de catástrofe digna de gran tragedia cuando conocemos la verdad. Una verdad que no supone ninguna esperanza ni satisfacción al espectador, por lo que se obvia para la ficción como acto de cariño a los protagonistas de la historia. El problema es que la realidad ya nos la han dicho hace dos segundos. Las muertes de los personajes de McAvoy y Knightley son sumamente crueles; él, abandonado en un gris sotano olvidado (cuando conocemos el final que diferente se contempla el momento de entrada a ese lugar, con el soldado que le alienta a que repose alli en tanto que él solo buscaba fuera la idílica casa de la que le habló Cecilia). Ella por su parte, ahogada en una estación (el torrente de agua bajando por las escaleras con el desgarrador tema musical de Dario es de pelos de punta), siendo una muerte con cierta ironia si recordamos el momento incial cuando se zambulle en la fuente o la escena de Briony jugando a ahogarse para que Robbie la salve. Tras los apuntes de sus finales, la playa y la felicidad. Solo existe algo más trágico que un final triste y es un falso final feliz. Una imagen final de postal que sabes que no es real y que oculta algo terrible; un amor que se truncó y una culpa que acompaño toda la vida a una persona.
Expiación ha sido una de las experiencias cinéfilas mas gratificantes (con llorera incluida claro, pero gratificante) que he visto en muchos meses. Honor que puede arrebatarle esta tarde El Asesinato de Jesse James (ya la comentare). Un tipo a seguir muy de cerca este Joe Wright. Él es ahora la esperanza del cine en el terreno romántico tras el adiós a Minghella (el cual parece pasarle el testigo en la escena final con ese papel de entrevistador).