Mensch Maschine
Santur
Respuesta: Películas que vais viendo en casita
Un botín de 500.000 dólares (Michael Cimino, 1974)
El 'maldito' Cimino debutó como director con esta inclasificable película que mete en una coctelera elementos pertenecientes a las 'buddy movies', el cine de acción, el western, la comedia de tintes erótico-festivos, las películas de carretera y algo de cine noir. Todo ello arropado arropado por un tratamiento visual perteneciente al cine más épico, adelantando los senderos por los que iban a discurrir los futuros trabajos del director. El resultado es toda una extravagancia que, sin embargo, cuenta con la complicidad del espectador desde el primer minuto, a pesar de los altibajos que sufre la narración.
Sin duda, gran parte del mérito es de Jeff Bridges, quien a sus 25 años ya es capaz con su carisma de comerse la pantalla y hacer sombra al mismísimo Clint Eastwood, hasta el punto de que éste (que se supone la estrella de la película) llega a parecer un secundario en muchos momentos. Parece ser que Eastwood se sintió molesto por el protagonismo de Bridges, y lo cierto es que no han vuelto a trabajar juntos, ni siquiera cuando Eastwood ha ejercido únicamente de director. Una pena, porque creo que existía buena química entre ambos a pesar de todo.
Sleepy Hollow (Tim Burton, 1999)
Relato de terror que debe todo su impacto a la impresionante fotografía y diseño de producción, férreamente controlados por un Burton que se encuentra verdaderamente en su salsa con este tipo de historias. Sin embargo, y a pesar de la tenebrosa atmósfera, la película adolece de cierta falta de tensión y suspense, quizá porque Burton siempre ha preferido enfocar el fantástico de una manera más emocional que visceral. De ahí que, a pesar de las variadas decapitaciones que pueblan el metraje, la película no resulte especialmente desagradable.
El reparto de la película está plagado de los habituales intérpretes de la filmografía de Burton, lo que asegura que todos se ajusten a la perfección al universo creado para el film. Mención especial merece Christina Ricci, una entonces prometedora actriz que aquí enamora la pantalla con cada aparición suya, y que sin embargo, en los años posteriores se ha visto relegada por Hollywood a papeles secundarios de escasa entidad.
Un saludete.
Un botín de 500.000 dólares (Michael Cimino, 1974)
El 'maldito' Cimino debutó como director con esta inclasificable película que mete en una coctelera elementos pertenecientes a las 'buddy movies', el cine de acción, el western, la comedia de tintes erótico-festivos, las películas de carretera y algo de cine noir. Todo ello arropado arropado por un tratamiento visual perteneciente al cine más épico, adelantando los senderos por los que iban a discurrir los futuros trabajos del director. El resultado es toda una extravagancia que, sin embargo, cuenta con la complicidad del espectador desde el primer minuto, a pesar de los altibajos que sufre la narración.
Sin duda, gran parte del mérito es de Jeff Bridges, quien a sus 25 años ya es capaz con su carisma de comerse la pantalla y hacer sombra al mismísimo Clint Eastwood, hasta el punto de que éste (que se supone la estrella de la película) llega a parecer un secundario en muchos momentos. Parece ser que Eastwood se sintió molesto por el protagonismo de Bridges, y lo cierto es que no han vuelto a trabajar juntos, ni siquiera cuando Eastwood ha ejercido únicamente de director. Una pena, porque creo que existía buena química entre ambos a pesar de todo.
Sleepy Hollow (Tim Burton, 1999)
Relato de terror que debe todo su impacto a la impresionante fotografía y diseño de producción, férreamente controlados por un Burton que se encuentra verdaderamente en su salsa con este tipo de historias. Sin embargo, y a pesar de la tenebrosa atmósfera, la película adolece de cierta falta de tensión y suspense, quizá porque Burton siempre ha preferido enfocar el fantástico de una manera más emocional que visceral. De ahí que, a pesar de las variadas decapitaciones que pueblan el metraje, la película no resulte especialmente desagradable.
El reparto de la película está plagado de los habituales intérpretes de la filmografía de Burton, lo que asegura que todos se ajusten a la perfección al universo creado para el film. Mención especial merece Christina Ricci, una entonces prometedora actriz que aquí enamora la pantalla con cada aparición suya, y que sin embargo, en los años posteriores se ha visto relegada por Hollywood a papeles secundarios de escasa entidad.
Un saludete.