Respuesta: Películas que vais viendo en casita
"Elizabeth" (Shekhar Kapur, 1998):
Primera de las dos películas rodadas por el director de origen indio Shekhar Kapur sobre la reina Isabel I de Inglaterra. La acción se sitúa en 1554, cuando la misma accede al trono tras el fallecimiento de su hermanastra, terminando con la extinción del foco de rebelión de la Iglesia de Roma, el Duque de Northfolk y otros nobles ingleses, entre los que se encontraba el propio amante de la reina. El reparto, encabezado por Cate Blanchett, es muy notable, con Geoffrey Rush, Christopher Eccleston, Emily Mortimer, John Gielgud, Daniel Craig, Fanny Ardant, Richard Attenborough, el eternamente compungido Joseph Fiennes, Vincent Cassel y hasta el ex-futbolista del Manchester United Eric Cantona, como uno de los embajadores franceses, aunque muy pocos de ellos tienen el suficiente tiempo en pantalla para desarrollar sus personajes. Actores aparte, más allá del suntuoso diseño de producción de John Myhre, tampoco hay demasiado donde rascar: el film avanza sin demasiado interés y sin la menor inspiración, con una puesta en escena digna de un producto televisivo de lujo y un montaje que insinúa que gran parte del metraje no llegó a la versión final. Prescindible.
"Elizabeth" (Shekhar Kapur, 1998):
Primera de las dos películas rodadas por el director de origen indio Shekhar Kapur sobre la reina Isabel I de Inglaterra. La acción se sitúa en 1554, cuando la misma accede al trono tras el fallecimiento de su hermanastra, terminando con la extinción del foco de rebelión de la Iglesia de Roma, el Duque de Northfolk y otros nobles ingleses, entre los que se encontraba el propio amante de la reina. El reparto, encabezado por Cate Blanchett, es muy notable, con Geoffrey Rush, Christopher Eccleston, Emily Mortimer, John Gielgud, Daniel Craig, Fanny Ardant, Richard Attenborough, el eternamente compungido Joseph Fiennes, Vincent Cassel y hasta el ex-futbolista del Manchester United Eric Cantona, como uno de los embajadores franceses, aunque muy pocos de ellos tienen el suficiente tiempo en pantalla para desarrollar sus personajes. Actores aparte, más allá del suntuoso diseño de producción de John Myhre, tampoco hay demasiado donde rascar: el film avanza sin demasiado interés y sin la menor inspiración, con una puesta en escena digna de un producto televisivo de lujo y un montaje que insinúa que gran parte del metraje no llegó a la versión final. Prescindible.