Menudo recibimiento al foro. Muchas gracias por vuestros comentarios Doe, Magnolia, Lennon y Atreyub (no sé si se me ha pasado algún comentario más). Así da gusto volver a escribir joer.
Atreyub: no estaba escondido en ningún lado hombre. Simplemente seguía posteando con cuentagotas "al otro lado" y aquí me registré hará un par de semanas, pero no me animé a escribir hasta el domingo. Y eso que os he estado siguiendo y habéis tenido (y tenéis) debates verdaderamente interesantes. Así que vengo para quedarme (me ha quedado chulo, ¿eh?).
Lennon: vaya propuestas más indecentes que me hace usted. ¡Ay si se enterara Julie! Pero bueno, todo se estudiará en la próxima quedada jeje.
Por cierto, que me acabo de dar cuenta de que cuando me registré, lo haría resacoso mínimo, porque se me olvidó ponerme la primera letra en mayúscula, así que me tocará hablar con algún moderador a ver que se puede hacer al respecto (sí, soy así de maníatico).
Al tema:
Futurama: La bestia con un millón de espaldas (Peter Avanzino, 2008): secuela directamente a DVD de El gran golpe de Bender. Lo cierto es que lo nuevo de Futurama no le llega a la suela de los zapatos de los magníficos guiones y constante ingenio de la serie original, aunque siempre se agradecen nuevas aventuras de estos personajillos, a los que ya les tengo un especial aprecio. Valorándola objetivamente, sus 90 minutos se hacen excesivos para una historia curiosa (por freak) y con algún gag afortunado, pero justita en líneas generales. Me quedo con la primera, aunque tampoco era un maravilla precisamente.
Hedwig and the Angry Inch (John Cameron Mitchell, 2001): musical diferente contado de forma más o menos elegante (el director se pasaría al casi-porno en su segundo largometraje). Lo mejor son sus curradas canciones y su mensaje de aceptación de uno mismo (qué bonito). Vamos, más o menos lo mismo que en Shortbus, donde se confirmó un cierto talento para lo visual y lo bien que se le da narrar musicalmente. En el resto no destaca demasiado.
Loca evasión (Steven Spielberg,1974): simpático debut para la gran pantalla del actual rey Midas de Hollywood. Con buenas actuaciones de su elenco protagonista (irreconocible Goldie Hawn) la película narra una historia basada en hechos reales, sin muchas florituras narrativas pero formando un conjunto consistente. El final sorprende por explícito y duro, dejando a un lado las típicas noñerías del director.
El precio de la verdad (Billy Ray, 2003): otra historia basada en hechos reales, pero donde la película de Spielberg era sencilla, pero efectiva en su exposición, el film de Billy Ray es simplón y esquemático, desaprovechando además a los personajes secundarios, a los que se le podía haber exprimido mucho más de lo que lo hace. Curiosamente, consigue sacar una buena interpretación del habitualmente sosaínas de su protagonista (Hayden Christensen). Con todo, no deja de ser interesante la historia que se cuenta. El director superaría con nota su segundo largo (El espía), puliendo algunos defectos y sacando buen partido de otra historia real.
Batman: La máscara del fantasma (Eric Radomski & Bruce W. Timm, 1993): notable film sobre el murciélago que da varios repasos a algunas de las adaptaciones de carne y hueso (muy especialmente a las de Schumacher). Sin tonterías ni virguerías, la película sabe en lo que centrarse y cuenta mediante dos líneas narrativas una original historia de Batman, basándose en los personajes y con alguna escena de acción necesaria. Y en sus apenas 80 minutos tiene tiempo para repasar el origen del superhéroe (por si alguien se perdía o no lo conocía aún). Que aprendan muchos largometrajes de animación (y no animación).
La búsqueda 2: El diario secreto (Jon Turteltaub, 2007): después de la horrenda primera parte, decidí darle una oportunidad a la secuela viendo las estupendas incorporaciones al reparto. Grave error. La película es aún peor que la primera, con un guión torpe y episódico, que deja entrever muy claramente sus carencias (¿se piensan que con escenas de acción no nos daremos de lo tremendamente absurdo que es todo lo que no están contando?). Pero lo peor de todo es que es eterna y aburrida, y las secuencias supuestamente divertidas a cargo de Nicolas Cage dejan evidencia al señor del peluquín nuevamente (¿cómo conseguirá trabajo si es tan rematadamente malo?). Lo dicho, de vergüenza ajena, y da penita saber que por ahí andan Ed Harris y Helen Mirren.
Hale, mañana sigo.