ziggys dijo:
Bien, pero vamos al cine más puro y duro, y su esencia que es la de contarnos historias y las formas en que sus responsables plasman sus ideas.
Perdona que no te haya contestado antes (pillo cuando puedo la oportunidad). Vamos a lo que estamos. En sí, lo cierto es que tanto la historia del meteorito como la del ciego vengador son inverosímiles. Por un lado tenemos a esos perforadores que por arte de magia se decide contar con ellos para salvar el mundo de su destrucción (claro está, al ser "made in América" contamos que el embrollo se va a solucionar por muy inverosímil que parezca. Todo cine Bay lleva por subtítulo "HAPPY END") y en el otro bando tenemos a un niño que se queda ciego por culpa de unos tóxicos y que por arte de magia desarrolla todos los demás sentidos y que por ende decide repartir estopa en nombre de la justicia.
Inverosímiles las dos, razón te doy pero... aquí hago un inciso, pues soy mero espectador y encima Bay goza de ser el director de las masas tuneras-poligoneras (caso aparte al gremio que no pertenezco en absoluto pues soy de casita con bata y zapatillas calentitas). A lo que vamos, el cine del director siempre apaleado-repudiado no ofrece actuaciones dignas del Oscar, no ofrece películas de esas que son cine de culto y dudo que algún día tenga un artículo extenso en revistas especializadas (bueno, sí, quizá en IMAGENES en la sección "cult movie" con casos como este Armaggedon) pero tampoco me importa mucho, la verdad sea dicha.
Cuando voy al cine a ver las pelis de Bay sólo, y repito, sólo espero pasármelo bien (como la canción de los HOMBRES G). Es como aquellas fiestas de coleguio donde nos reuníamos la muchachada con bocadillos de pan Bimbo y nocilla, Fanta de botella de dos litros y serpentinas colgando. Nunca me puse a dudar si la nocilla era de la casa conocida o de la casa Día, si la textura del pan Bimbo era una explosión de sabor o si la Fanta estaba desbravada o si la orientación de las serpentinas hacía desdibujar la luz del sol por la ventana. No, allí se iba a reir y a comer, a jugar y a pasárselo bien.
Entonces, la historia de Bay me llega igual que aquella fiesta. No sería fiesta de etiqueta, donde vamos a comparar, pero me hace estar el tiempo que dure la película atento a la pantalla pues me ofrece diversión que es a lo que uno el apellido del director a su estilo de cine.
Luego tenemos Daredevil. Como historia ya te digo, es incongruente al igual que la del meteorito pero también contamos que hay más ejemplos que deben casar con la historia y si ya los actores (empezando por ellos) no me ayudan a acompañarlos voy piloto automático hasta el final. Y te doy la razón (en parte) de que la historia no hay por donde cogerla pues dudo que a unos perforadores del fondo del mar les dieran un trabajo tan delicado pero que leches, es Bay. ¿Hay algo coherente en sus películas? Pero quizá soy más permisivo con él que quizá con otros.