Harkness_666
Son cuatro
Respuesta: Películas que vais viendo en casita
Comando, de Mark L. Lester
Cine de acción ochentero total con Chuache como protagonista absoluto, en lo que es una película hecha descaradamente para su lucimiento (y el de sus músculos). Exagerada y macarra a más no poder, cuenta en su haber con escenas y diálogos míticos que a éstas alturas no es preciso enumerar (la presentación con el tronco, lo del avión, la inolvidable frase final…). Sí, es una película mala de cojones, involuntariamente cómica (al menos así lo veo yo, porque el humor se deriva de situaciones pretendidamente molonas o masculinas que producen hilaridad), y cuyo recuerdo se debe en gran medida a la nostalgia, seguramente. Por si fuera poco, el guión es una concatenación de topicazos uno detrás de otro, y en las escenas de acción se ve que los extras saltan en trampolín. Pero pese a todo ello, es un bodrio tan carismático que despierta una total simpatía, por lo que en lugar de indignarse uno se suma encantado al despiporre generalizado, constituyendo una de esas películas que hay que ver antes de morir, y cuyo visionado en buena compañía puede ser antológico.
Es mala pero te descojonas. VIVA JOHN MATRIX.
Comando, de Mark L. Lester
Cine de acción ochentero total con Chuache como protagonista absoluto, en lo que es una película hecha descaradamente para su lucimiento (y el de sus músculos). Exagerada y macarra a más no poder, cuenta en su haber con escenas y diálogos míticos que a éstas alturas no es preciso enumerar (la presentación con el tronco, lo del avión, la inolvidable frase final…). Sí, es una película mala de cojones, involuntariamente cómica (al menos así lo veo yo, porque el humor se deriva de situaciones pretendidamente molonas o masculinas que producen hilaridad), y cuyo recuerdo se debe en gran medida a la nostalgia, seguramente. Por si fuera poco, el guión es una concatenación de topicazos uno detrás de otro, y en las escenas de acción se ve que los extras saltan en trampolín. Pero pese a todo ello, es un bodrio tan carismático que despierta una total simpatía, por lo que en lugar de indignarse uno se suma encantado al despiporre generalizado, constituyendo una de esas películas que hay que ver antes de morir, y cuyo visionado en buena compañía puede ser antológico.
Es mala pero te descojonas. VIVA JOHN MATRIX.