La Revancha de los Novatos: Film de 1984 que practicamente inicia un "subgénero dentro del subgénero" de rencillas estudiantiles, en esta saga, protagonizadas por los nerds o novatos como les llamaron en español (supongo que hoy serían frikis a secas). Si en los años 70, los estereotipos de estas comedias, iniciados por Desmadre a la americana, enfrentaban a pijos de clase alta, arrogantes, aliados con la Autoridad, educados, pelotas, y formales hasta la náusea, en el fondo hipócritas y tracioneros, contra un grupo de sucios vagos borrachos, en el fondo honestos y leales, en los 80 la batalla sería entre los "deportistas" y el resto del mundo juvenil, muy especialmente, aquellos que olían a virgen y tenían aficiones raritas.
En la pelicula presente, dos pardillos de la típica ciudad norteamericana (John Carradine y Anthony Edwards) se preparan para abandonar la seguridad de sus hogares, donde toda la vida han sido mimados y protegidos al extremo, e internarse en el mundo universitario, donde estarán más perdidos que Espinete en una peli de David Cronenberg. Los dos infelices sueñan con una vida estudiantil donde ser inteligentes se valora, serán populares, ligarán, etc.
La realidad, por supuesto, es bien distinta, el campus de la universidad Adams está dominado por el equipo de rugby de los Átomos, que les harán la vida imposible desde el minuto uno, cuando, debido a su estúpida irresponsabilidad, queman su propia casa durante una fiesta. El decano, tan nerd como estos novatos, se ve presionado para entregar las dependencias de los nuevos al equipo de rugby, ya que el entrenador del equipo le tiene aterrorizado. Los novatos serán hacinados en el gimnasio, de mala manera y en condiciones infrahumanas, pero no contentos con esto, les seguiran gastando putada tras putada, de forma totalmente impune puesto que el consejo estudiantil está dirigido por el capitán del equipo de rugby, Stan Gable.
Visto el percal, los novatos deciden formar su propia hermandad, e intentar lograr la presidencia del consejo, cosa que se consigue superando una estúpida gymkana sin mucho sentido, y para lograr que una hermandad nacional les apadrine. Su hermandad, Lamba Lamba Lambda, está formada por una serie de bichos raros y marginales a los que ninguna otra hermandad quiere: nuestros dos héroes pardillos, el mítico Pelotilla, un auténtico cerdo pasota y chuleosco, un niño prodigio y bastante salido, un japones que no entiende ni papa, un negro gay y un tipo con aspecto de sufrir lesiones cerebrales graves.
La historia se sigue por cauces perfectamente predecibles, incluyendo incursiones nocturnas a los dormitorios femeninos, de los que destaca la novia del personaje de Stan Gable, Betty, que comienza siendo una rubia putona que gasta conscientemente bromas crueles a los novatos y parece disfrutar de ello, a ponerse de su parte y a abandonar al cachas de su novio por el bueno de John Carradine, después de que este, haciéndose pasar por Gable, se la cepille en una especie de casa del terror estudiantil. Ya me dirán como es posible que la señora en cuestión no distinga en ciertos aspectos a su novio cachas con el esmirriado Carradine, quizá se da cuenta y se hace la sueca, o hay que atribuirlo a que eran los 80. Será mejor no preguntar.
Al final, los novatos tomarán el campus para soltar un discursito moralizador y estomagante, que se repite en toda la saga, y que sobra totalmente, pues toda la película gira en torno a ese discurso y es bastante repetitivo ponerlo en palabras al final del metraje. En cualquier caso, no se puede pedir mucho a este tipo de películas. Imagino que más de un nerd, o friki ochentero se sentiría identificado, por que la película tuvo éxito y se vio continuada por varias secuelas hasta conformar toda una saga, que iré revisando en las próximas semanas, mientras aguante.