Respuesta: Películas que vais viendo en casita
(
Gone baby gone, Ben Affleck, 2007)
Recuerdo todo el medio informativo que surgió a partir del estreno de "Adiós, pequeña, adiós", sobre todo en Reino Unido donde decidieron retrasar el estreno dada la similitud de la trama con el secuestro de Madeleine, incluso hubo (malas) lenguas mediáticas que se creyeron que la película era una especie de guión basado en los hechos acontecidos tan recientemente. Sólo faltaba analizar un poquito en qué estaba basado el producto para descubrir que el guión estaba basado en novela del mismo puño y letra que del de "Mystic River", Dennis Lehane.
Sea como fuere, han pasado 5 años y esta película es como los buenos caldos. Cuanto más tiempo pasa mejor sabe. Es una película de corte (muy) clásico, casi intimista. Sin ir más lejos todo comienza en un barrio de clase media baja. Affleck le da a estas personas anónimas un estilo cercano, casi familiar, como si ese ambiente de gente de barrio le fuese conocido (sin ir más lejos es el firmante del guión de Will Hunting, algo que en aquel filme se dejaba claro la situación social). La plasmación del white trash es constante en la gran mayoría del metraje empezando por la madre de la niña secuestrada, una Amy Ryan excelente con un personaje tan real como desagradable y siguiendo por los consiguientes elementos humanos que serán piezas clave en el devenir de los acontecimientos.
La historia es convencional, sin mucho alarde (en un principio) y no genera ninguna novedad en el género pero son las formas y en el fondo donde esconden una maestría hasta ahora desconocida donde Affleck demuestra ser mejor detrás de la cámara que delante. Situaciones comunes como un interrogatorio, un encuentro, un diálogo, una pose o una escena consigue darles esa sensación de contemplar cine clásico contemporaneo, cine serio, cine comprometido.
Dividida en dos partes, la primera sería la correspondiente al cine policiaco, a la búsqueda de pesquisas, de recaudar datos mientras el tiempo pasa de una froma paulatina, con un ritmo pausado, sin el ajetreo típico del género policiaco. Aquí lo que importa son las situaciones comunes en la forma de rodar con la cámara. Affleck le da soltura, tomándose su tiempo pero sin caer en la monotonía. Consigue ofrecer un producto interesante a algo ya visto siendo el punto álgido la entrada en la casa de la pareja desestructurada: concatenación de montaje - tensión - exposición. La ambientación en este momento concreto es fundamental para mantener nuestra atención en todo momento.
La segunda parte es quizás la menos llamativa y donde hay una pequeña arritmia narrativa pero no adolece en el conjunto del metraje. Pero todo está, por así decirlo, premeditado y lo que en un principio sonaba a cine social, al drama de un secuestro infantil en un mundo sórdido continua en otro sentido enfocándolo todo hacia el género del suspense, de muñecas rusas que depara en un descubrimiento más complejo de lo que pueda parecer en un principio hasta llegar al anticlimax, donde Affleck vuelve a mostrar (junto con un guión bien perfilado) que tenía las dotes necesarias consiguiendo, además, ofrecer un dilema moral al que no esperábamos encontrarnos.
Se ha hablado mucho de la elección del protagonista. Cierto es que Cassey Affleck no es el paradigma de las interpretaciones pero para mi gusto es mucho mejor que su hermano y dota a su personaje de una templanza, una posición y una forma de ser que me encanta como Ben lo plasma (y dirige). Quizás Michelle Monaghan no me acaba de convencer al 100% como rol secundario y punto de apoyo. Decir que Harris y Freeman es lo mejor de la función no es descubrir Roma precisamente pero me encanta como la ambigüedad y el convencimiento de sus personajes son una parte más del engranaje correctísimo de este fime.
La correctísima carta de presentación de un actor mediocre como director a tener en cuenta. Sr. Affleck, no se retire jamás como director. Será nuestro bien y el suyo.