El terror del más allá (1958). Película de ciencia ficción cercana ya a los años 60, es de 1958, que es conocida principalmente por ser una de las abuelas del
Alien de Ridley Scott. La otra sería la aún no vista
Terror en el espacio, una película italiana del gran Mario Bava que veré en cualquier momento.
Es curioso que tan sólo una década después llegara Kubrick con la deslumbrante
2001: Una odisea del espacio en una época en que se hacían películas de este tipo con naves espaciales de juguete. El salto que se consiguió con esa obra maestra es aún más evidente al compararla con películas como
El terror del más allá. En esta vemos una nave (siempre el mismo plano) viajando por el espacio regresando desde Marte hasta la Tierra tras cumplir una misión en el planeta rojo que aquí es gris. Gris (porque la peli es en blanco y negro) y aún desconocido en ese año en que se rodó este filme ya que incluso llegan a decir que no tiene agua.
El tema es que en el viaje de vuelta va el capitán de la expedición anterior que está acusado de haber matado a toda la tripulación (él es el único superviviente) y su futuro en el planeta Tierra no parece ser muy esperanzador. Él insiste en su inocencia con los nuevos compañeros que han ido en su busca pero casi nadie parece creerle con lo que relata.
El espectador sabe que un ser ha accedido al interior de la nave y pretende ir eliminando a cada uno de los humanos. La película tiene un desarrollo bastante interesante, no se hace aburrida y supera en cierto modo con ello sus deficiencias pero en manos de un director más competente que Edward L. Cahn (del que sólo conocía títulos menores como
Invasores invisibles o
The Four Skull of Jonathan Drake) habría sido mucho mejor. No es un realizador con una filmografía precisamente brillante.
Con todo, es un clásico que hay que ver, además de escasísima duración; sólo 1 hora y 9 minutos. Para mí el mayor defecto de la película es mostrar al monstruo de forma tan sumamente evidente cuando se dispone de tan cutre disfraz. Recurre al uso de las sombras para taparlo un poco, pero es tan poco y el movimiento de la criatura es tan humano que es increíble pensar que en su día algún espectador pudo aterrorizarse con algo así. De cualquier modo, no sería adecuado juzgar con ojos de hoy día un producto de finales de los 50 pero es que ya en los 40 Jacques Tourneur tomó la decisión correcta de no enseñar al monstruo (la mujer pantera) en la película del mismo nombre (para España). Luego, hizo un remake 40 años después Schrader donde lo que se hace precisamente es todo lo contrario, mostrar, en todos los sentidos.
Está claro que Tourneur habría rodado esta película de otra manera radicalmente distinta, salvo que fuera obligado a mostrar al mostrenco como le hicieron en la extraordinaria
La noche del demonio. De todos modos, yo prefiero disfraces (cuando son buenos) y animatronics que monstruos hechos por ordenador como hoy día. Sin ir más lejos, la criatura de la sublime
Alien también era un tío con disfraz, pero es otra época y Scott dosifica correctamente su presencia en pantalla:
Eso es algo que Larry Cohen también hizo con el bebé horrendo de
It's alive (el enorme Bernard Herrmann también ayudaba a esa peli
) Recuerdo también que lo que menos me gustó de otro clásico de la ciencia ficción de los 50 como
El enigma de otro mundo de Nyby / Hawks fue la manera en la que muestran al monstruo. Para mí es infinitamente mejor
La cosa del Dios del cine John Carpenter (con otro maestro, Morricone, haciendo una partitura muy carpenteriana). Hay ejemplos varios de películas que funcionan mejor cuando no lo muestran, incluso en esa década y anteriores. Recurriendo a ver sólo una parte o a mostrar su sombra proyectada sobre una pared. Y es que muchas veces da más miedo lo que no se ve que lo que se muestra. Que se desate la imaginación es mucho peor.