Voy a dejar de darle vueltas al tema. El BenQ PD2700U se ve de cojones y salvo que hiciera el movimiento que sugiere EdoNork, solo iba ir hacia atrás, así que me quedo como estoy.
He aprovechado para actualizar la calibración del monitor con el calibrador
DataColor SpyderX y el programa
DisplayCAL, que está disponible en Windows, macOS y Linux, y lo he dejado fino, fino, aunque me resulta curioso que con los mismos objetivos de calibración y perfilado, los resultados son un poco distintos.
He obviado el preajuste sRGB del monitor y he ajustado el punto blanco con DisplayCAL, afinando la temperatura de color objetivo de la calibración: D65 o 6500º Kelvin. El brillo lo he ajustado a unas 120 candelas, que está por debajo del brillo que uso habitualmente, pero que suele ser el recomendado. Y el valor de gamma definido ha sido 2.2
Para conseguir el punto blanco he tenido que reducir sobre todo el canal azul, algo el rojo y un pelín el verde.
Y con esos ajustes, DisplayCAL te dice que lo has clavado.
En macOS Monterey consigo un 99,9% del espacio de color sRGB, un 73,7% de Adobe RGB y un 80,1% de DCI-P3.
En Windows 11 Pro consigo un 98,5% del espacio de color sRGB, un 68,1% de Adobe RGB y un 71,6% de DCI-P3.
Y en Manjaro Linux un 99,4% del espacio de color sRGB, un 72,7% de Adobe RGB y un 78,2% de DCI-P3.
Los perfiles los he instalado a nivel de sistema, para que estén disponibles para cualquier usuario que pueda usar el equipo.
Y he realizado unas verificaciones desde
la web de Lagom, todo un clásico al que recurro siempre.
Aquí tenéis las cartas de contraste y gama
Y aquí las de los niveles de negro y blanco
Y siempre suelo comprobar que el navegador soporta los perfiles ICC 4, y remato con una visita a la web de mi amigo
Iñaki Caperochipi, uno de los mejores fotógrafos que conozco. Sus fotos de gastronomía están muy bien iluminadas y para mi son una referencia de cómo se debe ver.
Y también suelo visualizar algún archivo PDF de calidad, en donde haya imágenes con blancos o negros al límite pero que retienen detalle,
O con colores vivos que tienen que estar bien resueltos, con punch pero sin pasarse. La fotografía de moda suele ser una buena fuente de calidad.
Con la que además puedes comprobar cómo se resuelven los tonos de piel.