Y eso es lo que llevo diciendo yo todo el puto rato....
Hay otra cosa que hace de
Soul una obra mayor, y es que destroza de un plumazo el mensaje sobre la meritocracia y sobre el éxito que nos han vendido siempre en Hollywood.
Para un músico la felicidad consistía en ser una estrella, y para eso, por supuesto, había que sacrificar lo demás. Pete Docter acaba con ese discurso y deja claro que el barbero de Harlem es tan importante como la estrella del jazz. El éxito como unidad de medida, igual que la dichosa lágrima, es un invento, y ya era hora de acabar con él.
La última película de Pixar, estrenada en Disney+ estas navidades, está protagonizando un inmenso debate y polarización de opiniones en las redes sociales.
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