Respuesta: Por qué no consumo productos que dicen ser saludables
Creo que en el fondo sabemos poco de nutrición, todavía no ves un consenso entre los expertos en prácticamente nada. Es saludable comer más o menos carne,? o más o menos fruta?
Pues yo pienso todo lo contrario. En lo que a recomendaciones dietéticas se refiere yo creo que el consenso es bastante generalizado, y que en el fondo los consejos que hace la medicina "oficial" no son tan distantes de los que proponen los "naturistas", quitando un par de puntos conflictivos como pueden ser los lácteos y los cereales. Pero, en líneas generales, ambos recomiendan lo mismo: cinco comidas al día, frutas y verduras en abundancia, cereales integrales, consumo moderado de alimentos de origen animal, no añadir sal, consumo muy esporádico de dulces, bollerías y otras "porquerías", Realmente el punto más conflictivo es la leche, que unos recomiendan tomarla a diario y otros se empeñan en calificarla como veneno mortal, pero quitando eso, en el fondo las posturas no se alejan demasiado. La diferencia es que las medicinas alternativas tienden mucho más a la dramatización teatral, y a vestirlo todo con aires conspiranoicos, para que desconfiemos de las maldades de la medicina oficial (a la que de alguna manera tienen que robar clientes).
Lo que sí tengo claro es que lo oficialmente admitido no sirve para nada. Las multinacionales mandan y ponen productos en el mercado que nos pueden joder la salud sin que los organismos de control puedan en muchos casos oponerse. Y luego ves que esas mismas multinacionales tienen su división farmaceútica para que cuando estés enfermo tengas que volver a soltarles pasta.
La mala alimentación y la enfermedad son un negocio redondo , probablemente la burbuja de la próxima década y contra eso sólo podemos hacer una cosa, irnos informando poco a poco, sin amargarnos por ello ni andar con paranoias, creo yo.
Y yo vuelvo a decir que el argumento de que la OMS está comprada por los todopoderosos popes de la industria alimentaria hace aguas por todos lados. Nadie niega que las multinacionales son poderosas y que ellas luchan por defender sus intereses económicos, Como hacen todas las empresas. Pero si tanta fuese su influencia, los médicos no desaconsejarían el tabaco, el alcohol, el azúcar, la sal y las grasas saturadas; mandarían tomarlos en abundancia.
Y sin embargo, que los médicos desrecomienden ciertos alimentos nunca ha sido un problema para que la gente consuma lo que le da la gana.
Es muy fácil echarle la culpa a las pérfidas autoridades, por permitir la libre circulación y comercialización de alimentos potencialmente peligrosos a la salud, pero lo cierto es que ni uno sólo de los alimentos que puedas encontrar en un supermercado es "malo para la salud"
per se. Como decía Paracelso, lo que hace al veneno es la dosis. El jamón de bellota, en sí mismo, ni es bueno ni es malo para la salud. Nadie va a morir ni enfermar por tomarse unas tostadas de
pan tumaca con jamoncito una vez a la semana. Pero si tomas embutido todos los días tanto en el desayuno como en la comida y en la cena, es evidente que en unos cuantos años acabarás con el sistema cardiovascular hecho polvo. Tomarse un donut de vez en cuando no es malo, pero consumir bollería industrial a diario sí lo es.
Si los médicos recomiendan una alimentación variada y equilibrada es porque son los abusos los que conducen a las enfermedades.
Super Size Me podía tener su coña como peli, pero como alegato contra las maldades de la comida basura yanqui era bastante endeble. ¿Que tirarse un mes entero comiendo hamburguesas del McDonalds tiene efectos nocivos para la salud? Pues igual que pasaría si te pasases un mes alimentándote de cualquier otro alimento. Puede que las espinacas sean un alimento sanísimo, pero tírate un mes entero comiendo sólo espinacas y ya verás cómo los problemas de salud no tardan en aparecer.
Lo que quiero decir con esto, es que es muy fácil echar a otros la culpa de nuestra mala alimentación, en vez de reconocer nuestra responsabilidad en el asunto. Si enfermamos, la culpa nunca es nuestra, siempre es de la malvada industria alimenticia que invade las estanterías de los supermercados con alimentos peligrosos y de los médicos que no nos informan de lo malas que son algunas prácticas alimentarias. ¿O sí?
Hagamos un experimento. Vayamos a un colegio de primaria, y vayamos preguntando a los alumnos, clase por clase, cuáles son las recomendaciones de las autoridades para una dieta equilibrada. Me juego el pescuezo a que el 80% de los escolares sabrían decírnoslas de carrerilla. Y un buen puñado de los adultos, también. Creo que a todos nos enseñaron en el colegio la pirámide nutricional, y el que no se la sabe de memoria tiene al menos un recuerdo aproximado de la misma. Y sin embargo, la gente que pone en práctica dichas recomendaciones es pequeñísima.
Se suele decir que la gente se alimenta mal por falta de información, pero lo cierto es que la mayoría de la gente sabe qué es lo que tiene que comer, y si no lo hace es (y perdonen si resulto grosero)
porque no le da la puta gana. Todos sabemos que hay que comer más verduras, ¡pero es que el embutidito está tan rico! ¡y la tortilla de patatas! ¡y los huevos fritos con chistorra! ¡y las Ruffles al jamón! Como nos sentimos sanos, nos atiborramos a porquerías, pensando siempre que ya habrá tiempo para pasarse a las verduritas dentro de una semana, de un mes o de un par de años. Y no empezamos a lamentarnos hasta que no nos diagnostican una enfermedad gorda, y entonces empezamos a buscar culpables: ¡la OMS! ¡el médico de cabecera! ¡Monsanto! Como si ellos nos hubieran obligado a poner aquellas hamburguesas en el plato.
Lo que nos diferencia de los demás animales es nuestra libertad de elección. Podemos elegir lo que comemos. Y hay mucha gente que opta por consumir cosas que no le convienen, a sabiendas del potencial daño que pueden hacer a la salud. Basta con observar el elevadísimo número de gente que fuma o bebe en exceso, aún a sabiendas de que es malo para la salud. Pero las enfermedades futuras todavía resultan lejanas, y el placer inmediato parece una recompensa más golosa. Conozco a gente que seguía comiendo embutido en cantidades industriales a pesar de tener el colesterol por las nubes, o de gente que tras superar un cáncer de pulmón siguen dándole al cigarrillo como si nada. O de gente al borde de la diabetes que dice: "pues si me tengo que pinchar, me pincho; pero no por eso voy a privarme de comer cosas ricas"
La mala alimentación y la enfermedad son un negocio redondo , probablemente la burbuja de la próxima década
No cabe duda que la mala alimentación y la enfermedad dan mucha pasta. la gente se alimenta mal, ergo enferma y se crea una necesidad social que algunos aprovechan para lucrarse (como pasa en todos los modelos de negocio). Pero de ahí a afirmar que existe una megaconspiración mundial para que la gente enferme hay un trecho. La gente ya enferma ella solita, sin que nadie la ayude
No sé, es como alegar que el alto índice de fracaso escolar en España se debe a una megaconspiración urdida por el megapoderoso lobby de las academias de clases particulares. Es evidente que el Ministerio de Educación no está haciendo bien su trabajo y, como consecuencia, se crea una necesidad social y hay gente que aprovecha para ganar dinero resolviendo dicha necesidad. Tan simple como eso.