Respuesta: Quiero pasar miedo
Yo jamás olvidaré Suspiria... menudo visionado, recuerdo que estaba solo en casa y no me atreví ni a levantarme del sofá, primero por fascinación, luego por "acojonamiento". El final, con esos jadeos de Elena Marcos... ufff.
Argento me parece un tipo irregular de cojones, ojo. Para mi, sus dos primeras películas (el pájaro y el gato) son giallos correctos, con algunos alardes visuales e ideas ingeniosas (el prota entre los dos cristales mientras la señora Ranieri se desangra...) pero que las podía haber filmado cualquiera. Rojo oscuro es tan absurda como fascinante. Desde la sesión de espiritismo a la escena final del ascensor, es puro delirio visual, casi sin guión, acumulando todos los elementos posibles tanto del giallo como del cine sobrenatural (en torno a la "casa misteriosa"). Llena de detalles alucinantes y bizarros (la niña de las lagartijas) e incluso se permite dar más información al espectador que al prota (el dibujo descubierto a la pared, aunque no del todo). Masterpiece del cine europeo. Suspiria, a lo dicho arriba me remito. Inferno, en cambio, se me atraganta mucho. Es como Rojo oscuro, una película muy visual, pero casi sin guión, demasiado inconexa y exagerada. Sin embargo me encanta todo el prólogo, con la chica leyendo el libro mientras suena música de los Goblin... después de Inferno, Argento perdió el talento que tenía, y desde detalles agradables en películas mediocres (Phenomena, Terror en la ópera) o bodrios (Ténebre, de lo peor que he visto en una pantalla) hasta los abismos del direct to dvd (al menos en nuestro país) a los que ha llegado, solo hay un paso. Me quedo de lejos con Bava, que me arranca del sillón y me pega a la pantalla.