R.I.P.: Defunciones y fallecimientos.

Es normal que vayan cayendo artistas que marcaron nuestra infancia/adolescencia pero no los que aún ni cumplen los 60 y aún menos los que no llegan a 50!!!!!.

Luego ves a Ozzy y Keith Richards y dices...what the fuck?.
 
Casi nadie por aquí lo conocerá, pero ha muerto Don Pedro Sorela, periodista y escritor, profesor de Redacción Periodística en la Facultad de Ciencias de la Información en la Complutense.

Muere el escritor y periodista Pedro Sorela

Pedro Sorela, la exigencia del estilo | Cultura | EL PAÍS

O lo odiabas o lo amabas como profesor, pero si incluso lo odiabas terminabas amándole. Cuento los dedos de una mano los profesores de los que saqué grandes cosas en mi licenciatura, Sorela sin duda ocupa un lugar especial. Era un gruñón, un profesor duro e inflexible, que te acojonaba. Era una tortura salir a leer tus ejercicios... Esa era su clase, no tenía temario. Un alumno subía, y leía sus deberes de esa semana como escribir un relato con forma de tortilla... Mientras leías, tus compañeros levantaban la mano para corregirte o comentar algo sobre tu texto. Después, él te corregía o te daba un correctivo a tí, o al compañero si no hubiera estado muy acertado. Lo mejor era cuando divagaba. Cuando dejaba de lado la clase, y reflexionaba en voz alta, nos hablaba de la vida, de mirar además de ver, de su experiencia, de sus quejas sobre el sistema y de los goles que nos estaban metiendo a las nuevas generaciones. Probablemente sea el hombre del que más he aprendido, y cuando intento escribir bien, y rehacer un texto después de haberme visto escribiendo como un viejo con un montón de frases hechas... pensaba en él. Un hombre sabio que un nadie como yo siempre recordará.

P.D. Era curioso, él no tenía temario. Sus exámenes eran preguntas sobre libros que te había mandado leer. Primer cuatrimestre a escoger, Los Miserables o Guerra y Paz. No tenía temario. Corregía tus ejercicios, observaba tu cuaderno si tenías todo hecho y autocorregido y te ponía notas para después aprobarte si tenías TODO HECHO y al menos habías subido un par de veces a leer. Te podía pillar y nos pillaba. Le tuve en primer curso, y... en su clase aprendí más periodismo que en el resto de la carrera. En una clase divagativa suya aprendía más filosofía que la que jamás me han enseñado. Aunque nos odie por ahora decirlo, qué grande era.
 
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Una de las tragedias de la muerte del maestro es que se ve atacado por aquello contra lo que ha dedicado su vida literaria y periodística, huir del tópico: Los tópicos son el enemigo. Los tópicos son las armas del joven anciano, y la mirada fresca la fortaleza del anciano joven. Él era de los últimos. Y aquí estoy yo, hablando del tópico maestro duro y difícil de querer al que terminé amando, alabando su anárquica forma de dar clase que tantas lecciones ordenadas introdujo en nuestras cabezas de chorlito.
 
Pues con pepe se ha ido un doblador mítico y maravilloso. La pena es mayor porque tenía previsto un homenaje en uno de mis restaurantes. Pretendía pasar imágenes de escenas míticas y que él las doblara en directo. Me retrasé y ahora ya es tarde. Estaba pachucho del corazón y al final le ha fallado
 
Ha muerto Harlan Ellison.

Quizá no tuvo la fama popular de un Asimov o un Bradbury, pero dentro de la literatura sci-fi era respetadísimo y todo un referente (ganó Hugos, Nébulas, Bram Stokers...). Angustioso, y quizá el más famoso, No tengo boca y debo gritar.
 
Recuerdo haber leído ese relato de chaval en un libro de antología de cuentos sci fi, en la época en la que estaban preparando el videojuego, y ciertamente era muy perturbador.

D.E.P.

Un saludete.
 
gracias por la recomendación, lo acabo de leer y es enorme, menuda prosa además.

ya se podían animar y editar y traducir los volúmenes inéditos de Dangerous Visions.

Descanse en Paz.
 
De Harlan Ellison he leído poco( y ya sabéis que me tira más el horror que la sci fi) pero recomiendo Sudor frío. Es un relato extraño en el que estamos en medio de una entrevista de radio a un sectario ocultista y recibe la llamada de un asesino que está aterrorizando Boston. No es un relatazo pero sabe transmitir cierta inquietud y paranoia conforme se va descubriendo el pastel.
 
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