Ante la orgía de fichajes ultramillonarios en la que se ha metido el madrid, y por el bien del fútbol, lo mejor que podría ocurrir es que se pegara un batacazo deportivo y económico.
Una cosa es fichar a un jugador de primera fila. Pero fichar a cuatro o cinco de las estrellas más rutilantes del firmamento futbolero, al precio que sea y todavía jactándose de ello, es algo que nunca se había visto.
Qué sí, que vale, que si se los gastan es que los tienen (o no los tienen, pero se los deja alguien que tiene claro que los va a recuperar). Nada que objetar. Los tiros no van por ahí.
Es que la situación me recuerda cuando éramos crios y nos intercambiábamos cromos de nuestras colecciones. Recuerdo que había un un pijo -que nos daba mucha rabia- al que su padre le compraba el album completo y encima nos lo pasaba por la cara. Aquello no era coleccionar, coño. Para eso cómprate un libro, imbécil.
Pues eso.