Anoche tocó sesión intensiva de PSVR. Jugué a todos los juegos del Playroom y a los de VR Worlds.
Los del Playroom me sorprendieron, no sabía que algunos tenían la posibilidad de jugar dos personas, uno con las gafas y otro en el televisor. La mayoría son chorradas de cinco minutos, como demo de la VR, pero alguno mola y te apetece repetir. Mi mujer alucinó aunque lo tuvo que dejar porque se mareó mucho.
En cuanto a VR Worlds, esto ya es algo más serio. El juego en el que te tiras en una tabla cuesta abajo es una pasada, el control es muy bueno pese a que se haga de esa forma. Como juego no vale mucho, pero es toda una experiencia de vértigo.
El del tiburón está genial, aunque es muy lento y no tiene nada de acción por parte del jugador. Más o menos lo mismo que el de los robos, que se que tiene parte de juego, pero no llegué porque me cansé de tanto diálogo. Terminé con el del robot con el que vas saltando por asteroides. Muy chulo, pero no pude jugar mucho, con este me mareé un montón. Me daba vueltas la cabeza y me empecé a encontrar muy mal.
No se por qué, pero este juego pudo conmigo. Quizá es porque era tarde y estaba cansado o porque ya llevaba un rato jugando, a saber. El caso es que me lo pasé genial hasta ese punto y me están sabiendo a gloria las gafas. Próxima parada: los mandos VR.