Rimeik de EL CUERVO

Yo encontrándome en FERIA este finde con gente conocida en las carpas todo el rato.


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Blade 2 molaba mucho más, Guillermo del Toro es más competente que el ínfulas de Stephen Norrington, y bueno, en la segunda parte tenemos a Santiago Segura, que coño.
Discrepo absolutamente. A mí no hay una sola película de ese hombre que me guste (su éxito comercial y cierto prestigio crítico me resultan incomprensibles) y Blade 2 me parece de las peores que tiene (no sabría decir nada positivo sobre ella; me parece una nulidad absoluta). Que salga Segura tampoco creo que ayude, precisamente...
 
se notaba que era suya porque todo era como amarillo y salian sus amigos cuates

un -otro- espanto de Guillermito, el Tim Burton mexicano

y la 3?
 
Discrepo absolutamente. A mí no hay una sola película de ese hombre que me guste (su éxito comercial y cierto prestigio crítico me resultan incomprensibles) y Blade 2 me parece de las peores que tiene (no sabría decir nada positivo sobre ella; me parece una nulidad absoluta). Que salga Segura tampoco creo que ayude, precisamente...

Fue uno de los regeneradores del cine fantástico de finales de los 90, principios del milenio. Aunque luego el derrotero que ha tomado su carrera ha demostrado que seguramente, las expectativas eran demasiado altas, Cronos, Mimic, Blade 2 y El espinazo del diablo son joyas muy estimables. Blade 2 no solo es mejor secuela que su original, sino que respeta al espectador, cosa que ni Blade ni Blade 3 hacían...
 
¿A qué te refieres?

Sobre Blade 3 no me voy a extender, la vi una vez y juré no volver a hacerlo. En cuanto a Blade, dejando de lado todo lo demás, me parece un espectáculo pirotécnico divertido (de hecho la tengo en DVD, cosa que no puedo decir de la tercera parte) pero jamás la puedo tomar en serio como ninguna de las cosas que se supone que es: adaptación de un personaje de cómic (nada tiene que ver) película de vampiros (los vampiros son una excusa) o ya que estamos, trabajo mínimamente coherente. Es una película de acción gamberra noventera, vacua y de consumo rápido, donde su secuela sí se molestaba en construir una historia y dar coherencia y sentido a lo que te estaban contando.

Blade no deja de ser una historia sobre bandas de traficantes de droga, que son aniquilados por un justiciero de forma espectacular. El que unos sean vampiros y el otro, un híbrido de vampiro y humano, no sirve de nada, narrativamente, sólo sirve para poder lucir los efectos especiales cuando el justiciero se carga a los narcos.

Yo entiendo que muchas cosas, muchos elementos, los robaron de aquí y de allí y los añadieron a la película porque molaban. Y no me molesta, en general, que se tomen prestados elementos, se homenajeen o se plagien, como lo quieras llamar, si se hace algo con ellos, si te sirves de ellos. Pero aquí meten conceptos "que molan" y como no comprenden, ni conocen el material saqueado, no saben que hacer con él. Y se nota. Es que se nota que no había película, que el guión debía ser "cazavampiros negro híbrido pateando culos de vampiro" y tiraron de ahí saqueando material ajeno sin conocerlo y sin saber que hacer con él.

Por ejemplo, todo el tema central de la película es que en el mundo no solo hay vampiros, sino que, mediante una elaborada conspiración, son ellos los que dirigen el mundo. Que controlan las finanzas, la política y los servicios públicos. Y que hay una clarísima diferencia de jerarquías, de clase, entre los "nacidos vampiros" (que son los que dirigen el mundo) y los otros, los no nacidos como vampiros, que son una mezcla de matones, recaderos y mano de obra. Y de repente, porque sí, el personaje de Frost secuestra y asesina a sus superiores, que se suponen las criaturas más poderosas del planeta, pero además, es que lo hace sin esfuerzo, un advenedizo que ya ha demostrado que está fuera de control, ayudado por 4 colegas moteros, se liquida a los vampiros más poderosos, pues porque sí. A Frost solo le falta decirle, en la conversación que tiene con Udo Kier en la playa, que aún no había destruído por completo todas las instituciones vampíricas porque todavía no le había apetecido. Es insultantemente increíble. Es como si yo soy un trabajador de Mercadona que le lleva la compra a la Moncloa a Pedro Sánchez, y me junto con mis 4 colegas y decidimos que vamos a secuestrar y ejecutar, no ya al presidente, a todo el Congreso. ¡Y además, lo conseguimos! ¡En una sola escena! No necesito ni explicar cómo lo he hecho.

Yo en esa escena de la playa, dejé de ver la película como tal. Es un catálogo de pirotecnia y modos cinematográficos noventeros, disfrutable como espectáculo, jamás como película. Pero es que hay más. Recuerdo que había de por medio un pergamino en lengua muerta vampírica, que hablaba de la leyenda del gran mal, y que Frost quería descifrar. El personaje de Udo Kier le dice que lo deje, que no se moleste, que en toda la historia vampírica nadie ha conseguido traducirla. Lo que supone que docenas o centenares que vampiros, que entre todos, seguramente, hablaban centenares de lenguas distintas, no fueron capaces de llevar a cabo el trabajo. Frost lo consigue en minutos. Bueno, vale. Por conveniencia del guión, me lo creeré, haré un esfuerzo, no lo sentiré como un nuevo insulto a la inteligencia del espectador. Podrían sacarse de la manga una escena de 30 segundos donde encuentre un libro que le ayude, o algo, pero vale, no hace falta, trago. Pero es que luego, cuando los buenos se hacen con el pergamino, ¡Whistler lo lee y lo traduce como si ná! Es decir, que el pergamino en lengua muerta indescifrable no humana, que los propios vampiros, centenarios o milenarios, con sus conocimientos de cien vidas acumuladas, no han podido descifrarlo, pero el mentor de Blade, armero, mecánico, médico de campaña y experto en genética, no tiene problemas tampoco en descifrar lenguas muertas vampíricas.

Si es que la trama de la película es lo que es, un collage de elementos tomados de aquí y de allá, sin el menor conocimiento del material, y por lo tanto, pues eso: cuando mola, cuando mola, cuando luce, lo uso. Cuando no, lo tiro, de cualquier forma, que más da.

A eso me refiero con que la película no respeta al espectador, cosa que Blade 2 sí hacía. Contaba una historia, escrita expresamente para una película, ajustándose a sus propias normas y coherente con lo que contaba. Mejor, peor, más buena o más nefasta, cuestión de gustos, pero contaba algo. El guión de Blade me da la sensación de que es una cartulina con macarrones pegados y espolvoreados en purpurina.
 
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