Respuesta: Sabina, Vinagre y rosas y viva la madre que lo parió
Bueno, para ser la nota discordante. A mí me ha gustado mucho. No es el viejo Sabina, porque cualquier artista evoluciona; y tanto la depresión como el cambio de vida tan radical que ha experimentado, han calado muy hondo en sus canciones. Ni los temas ni el lenguaje son los mismos. Dicho esto, y dando por supuesto que un cambio de estilo requiere ciertos "ensayos" hasta consolidarse, creo que el disco es más que digno.
No hay burdeles, no hay garitos ni vida nocturna. Como bien decís, casi todas las canciones hablan del amor perdido o de "estar de vuelta de todo". Claro, pero eso no tiene por qué ser necesariamente malo. Es más, es algo que dota al álbum de una de sus mayores virtudes: la COHERENCIA (cosa que le faltaba a sus trabajos anteriores). Da la sensación de ser un trabajo completo y meditado -por eso sobra tanto el bonus track, que con buen criterio han espaciado con un silencio-, más de café literario que de noche y garitos.
En cuanto a las canciones, ya dije algo en un post anterior. La que menos me gusta es
Tiramisú de Limón. La letra es una historia mil veces contada, disfrazada con algunas metáforas made in Interviú. La música no está mal, pero demasiado facilona para los conciertos. Yo habría elegido como single
Embustera sin dudarlo: mejor letra y música más rockera desde el inicio. En fin, las colaboraciones con Pereza, un poco mediocres, mejor la segunda que la primera.
Ya no juego en tu tablero.
he roto nuestra baraja.
Sólo diré que te quiero
si es a punta de navaja.
Viudita de Cliquot es una de las autobiografías que tanto le gustan últimamente a Sabina. Mejor que su Vámonos p'al sur y empatando con La canción más bonita del mundo. Más directa y menos pretenciosa. Me falla el estribillo. No es lo mejor del disco, pero me gustan mucho los ribetes rockeros que va tomando al final. Y es que me ha sorprendido muy gratamente la producción e instrumentaciones del disco, mucho más cuidadas que Alivio de Luto.
Cristales de Bohemia es una de mis favoritas. Os doy la razón en lo simple del estribillo; pero me el tono melancólico de la música. La segunda voz, la mandolina y la ¡tuba! le dan una riqueza melódica a la canción que me encanta.
Vine a Praga a romper esta canción
por motivos que no voy a explicarte...
Parte meteorológico sí que es una canción típica del Sabina de siempre. En serio, yo no sé lo que pedís, tanto en letra como en música. A ver...
Se anuncia entre los dos tiempo inestable,
asoman a tus ojos las tormentas,
por la noche es probable
que el viento sea variable,
que me quieras y luego te arrepientas.
Si este texto fuera de hace 20 años, ahora lo estaríamos reverenciando. Yo creo que es intachable.
Ay! Carmela la he escuchado menos. Música agradable y cálida, con el fondo de cuerdas y los coros. De nuevo sorprendente producción. La letra no me gusta tanto.
Virgen de la Amargura es otra de las que más me gustan. Musicalmente hablando, el estribillo es muy bueno. (Y el final Beatle). Y tampoco creo que se le pueda pedir más a la letra.
El rey murió en el campo de batalla,
la reina se ha pasado al enemigo,
yo no me cuelgo más que la medalla
de no saber contar menos contigo.
Agua pasada coge retazos de un soneto publicado en Ciento volando de catorce y algunos añadidos. Conjunto resultón, con algún verso brillante:
Que no seas tú entre todas las mujeres, que la cuenta esté saldada.
Las canciones de amor que no quisiste
andan rodando ya por las aceras.
Las tocan las orquestas de los tristes,
pa que baile don nadie con cualquiera.
Nombres impropios tiene una de las letras más redondas del disco -y creo que es de Luis García Montero-. De nuevo protagonismo de los vientos y tono de blues. Muy buena.
Se llamaba Herejía,
cómo voy a saber
si me engañaba cuando me mentía.
Menos dos alas, la rumba a Ángel González no es probablemente una gran canción, pero a mí me gusta por el recuerdo que le dedican al maestro.
Crisis es un rock duro, con una letra que sí recuerda mucho al sabina de los primeros noventa, de versos cortos y directos. Supongo que en directo sonará muy bien, pero no es de mis favoritas (por el tono, más que nada).
Blues del alambique da exactamente lo que promete, con una interpretación vocal por parte de Sabina que le viene como un guante. Eso que decía el de que se le oyen hasta las babas. Lástima que la letra se tuerza, con lo bien que empieza.