Respuesta: Saga ALIEN. Vayamos directo al grano.
(
Aliens, James Cameron, 1986)
7 años después del exitazo (merecido) de "Alien, el 8º pasajero", Fox trajo una secuela bajo la mano de otro director, James Cameron. Las dudas y temores estaban más o menos fundamentados en que el director escogido no daría la talla pero el tiempo pone las cosas en su sitio y desde luego, Aliens, puede estar considerada como una secuela digna de aplauso que innovó y supo darle el enfoque apropiado.
Mientras que la primera parte jugaba con el suspense y el terror, en esta continuación el género es completamente distinto siendo cine de acción puro y duro (con ciertos toques de terror, pero con cuentagotas). De la mano (excelente) de Stan Winston, el alienígena en cuestión pasaba a ser un montón, con un diseño más definido, más dinámigo y más ágil. Aparte de guardarse un as en la manga: la presencia y descubrimiento de la reina alien (quizás el mayor acierto de toda la película). La historia volvía al mismo lugar de origen pero esta vez ahondaba un poco más en los detalles del ciclo del alien, descubriendo también de donde proceden esos huevos, sus intenciones y como se desenvuelve la colonia en cuanto al modus operandi. Lo mejor de todo es que es verosímil a la par que fascinante.
La película consigue mantener el pulso narrativo, siendo más pausada de lo que cabía esperar en su primera parte, donde Cameron se decanta en presentarnos los personajes, sus intenciones y su pasión por la militancia yankee (contando, además, con sus incondicionales actores Bill Paxton, Michael Biehn, Jenette Goldstein, siendo el primero, quizás, un tanto excesivo, aunque su papel le serviría para lanzar su carrera). Pero una vez entramos en acción, nunca mejor dicho, la película es pura dinamita. Con un ritmo endiablado, manteniendo, aún y así, el suspense y la tensión escénica, jugando perféctamente con el juego del gato y el ratón.
Pero si hay algo que mantiene la película, esa es Sigourney Weaver. Su Oficial Ripley pasa de un estado indefenso, como fue en la primera parte, a ser una letal weapon, una auténtica action hero, consiguiendo hacerse un hueco, con honores, en el campo de las heroinas del género y un ejemplo a seguir (un estilo semejante a la Sarah Connor de Terminator). Su presencia es pura energía, dotándole el papel de madre (a su pesar) convirtiéndose en la protectora de Newt. Un cariz pocas veces explorado y que Weaver (y Cameron) supo darle el enfoque apropiado.
Con momentos muy logrados como son la primera huída de los marines (donde presenciamos la primera incursión de los aliens y descubrimos su ferocidad), Weaver y Newt encerradas con los facehungers, los túneles y las ametralladoras (donde presenciamos los aliens sólo por sus gritos), el rescate de Newt (donde el diseño de producción, el atrezzo y la artesanía de Winston están en su máximo esplendor), las reales intenciones de Burke o la mejor escena de toda la película: La pelea de Ripley y la reina Alien. Una escena cargada de tensión, acción y fuerza a partes iguales, una lucha de hembras a muerte. Máquina contra máquina en un duelo pocas veces contemplado.
Una película que sigue manteniendo su estilo visual después de 24 años, sigue estando fresca y puede ostentar por derecho propio el título de correctísima secuela, donde los efectos especiales convencen y funcionan a la perfección, siendo dinámicos y creíbles a partes iguales, aparte de cambiar de batuta en la parte musical, siendo esta vez más épica, con una fanfarria mítica. Un paso más donde Cameron demostró tener madera para el proyecto y que aún teniendo algún que otro pero (la personalidad de ciertos personajes me chirría un tanto) no puedo hacer otra cosa que seguir aplaudiéndola como hice en su día.