Respuesta: MAD MAX: QUEMANDO ASFALTO
Y por fin la 3ª y última (por ahora) entrega de la trilogía.
- Mad Max 3, más allá de la cúpula del trueno (Mad Max Beyond Thunderdome, George Miller - George Ogilvie, 1985)
Estaba claro. Mad Max gustaba y no había ni se podía perder el tiempo. 4 años después vino la última entrega. Pero encuentro que hay un claro error aquí: compartir dirección con otro. Porque, ¿a quien echamos la culpa? Está claro que la película juega en dos ligas muy diferenciadas pero con un tono común.
Vamos a ver, la película es mala pero te ríes. Quiero decir, no ofrece nada que no esté visto ya pero está hecha de una forma que es imposible no reirte con ella (de la forma que queráis) durante la primera parte y que casualmente es la más interesante. Max convertido en una especie de nómada, cambiando coche por camellos y sufriendo un pillaje en toda regla a manos de... ¡Bruce Spence con hijo! (aquí ya queda claro cual será el tono general).
Y de ahí pasamos al meollo y lo más interesante de toda la película. Lástima que no hubiese seguido por este derrotero. La entrada de Max en la ciudad del negocio me encanta. Está claro que es Miller 100%. Todo muy rocambolesco, misma indumentaria, mismos decorados, soledad supina y villanos esbirros por doquier. Max pegando un tiro certero (me chifla ese movimiento de cámara sacando la recortada) y la pelea en las alturas deja claro el tono del blockbuster de los 80.
De golpe aparece lo mejor de la película: esa pareja grotesca entre un gigante atrapado en una escafandra (luego sabremos el porqué) y un enano que suelta frases a lo Yoda y que todo funciona gracias a la defecación ingente de cerdos acinados. Simbología pura. Tina Turner es Tina Turner, tampoco pidamos peras al olmo. Sólo por ese pedazo de canción como es el "We don't need another hero" puede hacer lo que le salga de la cresta.
Sigamos. Max, ese tío solitario y con Mel empezando a saber lo que es estar en la cresta de la ola, se crece en un personaje que empiezo a pillarle el gustillo por su rudeza (claro que ya venía con esa idea de la secuela). Y entramos en el título de la peli y que tristemente sólo da para 10 minutos a lo sumo (¿publicidad engañosa?). Violencia desganada, sin ápice de sangre ni brutalidad como en la entrega anterior. Y encima calzan un tono blando para la resolución final. Aquí ya me doy cuenta que esto no va a ser como las entregas anteriores. Es querer llevar Mad Max al McDonalds y sacar muñequitos articulados por ello.
Pero se acepta. Es todo tan bizarro y a coro con ese "2 entran uno sale" que hasta se puede medio aceptar. No es impactante como la segunda pero se deja medio ver todo lo acontecido hasta ahora. Pero es llegar al desierto y la película cambia por completo. Miller estaría de baja o se iría de vacaciones dejando el carro en manos de Ogilvie seguramente y convierte a Max en una especie de Peter Pan amnésico en pleno Neverland + El señor de las moscas + Los Ewoks. Niños que hablan a lo Jar Jar Binks (uno de ellos con la cara pintada a lo Jack de Pesadilla antes de Navidad) y acaba todo en un agua de borrajas descafeinado, con narración de Chiqui Park y un Max que me lo han cambiado.
Está claro que Miller sigue siendo Miller y en la carrera final sigue teniendo garra pero es una garra que no arranca carne, tristemente. Habiendo niños de por medio acaba todo convertido en una especie de Autos Locos donde niños golpean con sartenes, escuchan tocadiscos y Max hace de niñera, el pobre, consiguiendo una persecución sin mucho aliciente y unos villanos que no consiguen quedar en el recuerdo. Tristemente lo que podría haber sido un despiporre visual se ha convertido en la margarina de Mad Max.
Y es una pena. Así que para mi la película acaba cuando Mad Max cabalga a la lontananza, de espaldas y con cabeza gigante a modo de locura transitoria. Todo lo que viene después es de otra película, se quedaron sin metraje y las fusionaron a ver si colaba. Pero infantilizar de tal manera esta saga es un golpe muuuuy bajo, ciertamente.