SCORSESE

Alicia ya no vive aqui estara lejos de Malas calles pero es una encantadora pelicula, muy realista y con unos personajes muy definidos y caracteristicos, vale la pena rescatarla.
 
Esos Martys iniciales-no-tan-conocidos son muy interesantes... BERTHA se nota que viene de alguien con más entusiasmo que oficio, pero se hace maja por ese tonillo de estar por casa, de definir personajes obviotes entrañables... y resoluciones visuales que Scorsese rumiaría con ganas, probablemente después de verlas en alguna italianada de los 50. ALICIA es ese mismo señor que ha subido varios escalones, tiene más claro el tono y sabe mejor cómo trasladarlo a pantalla.
 
Éste es capaz de sacar a un buen De Niro a estas alturas y me vuelve loco que haya juntado a estos dos, porque son los astros de su tiempo y porque Leo creció copiando a Robert. Qué bonito.
 
Mira que es un spot pero he pensado (palabra de honor) lo mismo que Magno... Scorsese es el único que a día de hoy puede sacar un rol identificado/identificable de DeNiro con rasgos de madera cinematográfica.

Scorsese, vuelve al cine de mafiosos con Robert como capo o padrino y DiCaprio como ahijado... sería apoteósico.
 
Es curioso cómo a Scorsese se le ha quedado el sambenito de director de cine de mafiosos cuando habrá hecho tres o cuatro en casi 50 años de carrera...
 
Tú lo has dicho. Pero es el mejor al respecto. Para mi está Coppola para el gangster clásico y Scorsese para el contemporaneo.
 
Se ve que la cosa esa DeNiro/DiCaprio tiene miga... otro spot y esta vez en formato trailer con aparición de... ¡Brad Pitt!. Brutal. ¿A que se calza un corto al estilo spot Freixenet?

http://www.movieweb.com/martin-scorsese-audition-short-film-dicaprio-de-niro

First Look at Scorsese Short Starring DiCaprio & de Niro
Martin Scorsese directs longtime collaborators Robert De Niro and Leonardo DiCaprio in the short 'The Audition', which gets two trailers.

Director Martin Scorsese and actor Robert De Niro were frequent collaborators throughout the 70s, 80s and 90s starting with the acclaimed crime drama Mean Streets in 1973, and ending with Casino in 1995. Leonardo DiCaprio became the autuer's next muse, beginning with the 2002 period drama Gangs of New York and culminating in 2013's The Wolf of Wall Street. Never before have Leonardo DiCaprio and Robert De Niro appeared in the same Martin Scorsese movie together, until now! The duo have finally teamed up, along with Brad Pitt, for the short film The Audition.

Each actor was paid $13 million apiece to star in the short film, which is being used to promote City of Dreams Manila, a new casino in Manila Bay, Philippines. With a budget of $70 million, we get our first look at The Audition in the form of two trailers meant to serve as ads for City of Dreams and Studio City casinos, both just blocks away from each other. The ads feature Leonardo DiCaprio and Robert De Niro competing for the same role. In the full short, Brad Pitt will also throw his hat into the ring for this imaginary 'upcoming movie'. About the project, producer Brett Ratner had this to say:

"This short film is a historic event because it is the first film ever to star such legendary actors as Robert De Niro, Leonardo Dicaprio and Brad Pitt in one film together. Mr. Lawrence Ho and Mr. James Packer served as Executive Producers and convinced iconic filmmaker Martin Scorsese to direct the film whom I was thrilled to have the opportunity to collaborate with. The cooperation between Mr. Scorsese and the Melco Crown Entertainment brand is synergistic because of the fact that Mr. Scorsese directed the film "Casino" starring Robert DeNiro. Mr. Scorsese has collaborated with Mr. DeNiro on 8 films and with Mr. DiCaprio on 5 films and is working with Mr. Pitt for the first time. Our hope is that the trailer for "The Audition" gives audiences an early look into what will surely be an important cinematic experience directed by one of the most culturally influential directors in the history of Hollywood films. I look forward to the Global Premiere of the film at the launch of Studio City in mid-2015.

 
Última edición:
Parecidos razonables: Scorsese & de Niro Vs Miller & Mazzucchelli
by El tio berni

Lo cierto es que los parecidos razonables de hoy están cogidos por los pelos, más en base a un “feeling” común que a un auténtico parecido entre imágenes. Revisando el otro día Taxi driver (1976) de Martin Scorsese, con Robert de Niro en el papel de Travis Bickle, me vinieron a la mente algunas imágenes del Batman: Año uno de Frank Miller y David Mazzucchelli. En concreto, la escena en que Bruce Wayne se disfraza de veterano de Vietnam y camina por las calles de su ciudad, llenas de prostitutas y locales dedicados al comercio del sexo. Cierto, Wayne se muestra de espaldas y de noche, y Bickle de frente y de día, pero…



Sí, es verdad, pillado por los pelos. Sin embargo no seía de extrañar Miller sintiese cierta atracción hacia la película de Scorsese en general y el papel de de Niro en particular, que comparte algunas (sólo algunas) similitudes con sus héroes: el solitario con un código moral estricto que sin embargo está transtornado e incurre en más de una contradicción. El hombre que se asquea ante la corrupción de su entorno. Por supuesto, hay una gran diferencia entre la actitud y los objetivos de Bickle, que se convierte en (discutible) héroe por casualidad y a la desesperada, y el héroe milleriano, cuyo objetivo suele ser claro y racional. Curiosamente, en Batman: Año uno también es una prostituta adolescente la que desencadena la escena de violencia. La imagen de de Niro corresponde a una escena aleatoria donde se puede comprobar la similitud entre el atuendo de los dos personajes.



Y ya que hablamos de transtornados, mención especial para Rorschach, otro personaje con una ética propia estricta, con ideas claras de lo que está bien y lo que está mal, y que al igual que Bickle se asquea ante la corrupción que le rodea. Como en el caso Bickle, aunque su transtorno viene de lejos, son las vejaciones sufridas por una niña/adolescente las que liberan definitivamente a la bestia. Esta escena del Watchmen de Alan Moore y Dave Gibbons tiene mucho que ver con Taxi Driver y recuerda a la que ya hemos mostrado de Batman: Año Uno.



Pero volvamos a Miller y Mazzucchelli y sus concomitancias con la película de Scorsese, aunque en esta ocasión pasamos a otra de sus colaboraciones, Daredevil: Born Again. Esta historia de pérdida, redención y salvación empleaba diversas metáforas visuales para representar los estados anímicos del personaje y su progresivo hundimiento en la desesperación. Del mismo modo, Scorsese algunos planos no excesivamente habituales en el cine para dar a entender una idea similar. Aquí está la comparativa, con la imágen de la película rotada que coincida con la del cómic.



¿Beben M&M de la película de Scorsese, consciente o inconscientemente, o es todo pura casualidad? El día que les entrevistemos se lo preguntaremos.

Extraído de: http://www.entrecomics.com/?p=17863
 
Las artes se alimentan unas de otras. Hay iconos visuales que se convierten en referencias que luego de reutilizan con alguna variante en otros medios. Hay imágenes o ideas poderosísimas que marcan tendencia. A mí me parece clarísimo que "Batman: Año Uno" bebe de "Taxi Driver" en la composición y concepto de algunas viñetas y en la ambientación, caracterización de personajes y tono urbano. No estoy diciendo que Miller y Mazzucchelli hayan copiado, sino que han podido encontrar cierta inspiración en la película de Scorsese.

Lo de "Watchmen" también tiene parecidos muy razonables.
 
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(id, 2002)​


América se forjó en las calles

Scorsese y Nueva York. Director y lugar, asociación inquebrantable, columna vertebral de su cinematografía para convertirla siempre en punto de encuentro, lugar común, forma y fondo de bandas y mafia, corrupción y auto destrucción. "Gangs of New York" forma parte de él durante casi tres décadas, empujado también a causa de la lectura del libro del mismo título escrito por Herbert Ashbury en 1928. Con una minuciosa y concienzuda investigación sobre el tema, la Historia de Nueva York, de su creación, de su reclamo como ciudad de sueños rotos para una inmigración constante, acabará pasando por un proceso que se convertiría en un funesto retraso constante a la hora de darle forma. Con influencias cinematográficas patentes como las del propio Lean, Ciminno, Peckinpah y un gran listado de directores míticos en los cuales se basó el director para plasmar esta obra mastodóntica, la plasmación de como la gran ciudad es un hervidero infestado de corrupción, bandas rivales establecidas cuyos nombres conforman toda una idiosincrasia que mucho tiempo después acabarían conformando los famosos clanes de la mafia italoamericana y que Scorsese siempre ha expuesto con su formato tan impresionista y libre de prejuicios a la hora de sacar a relucir la violencia sin tapujos, seca y sangrienta.

Rodada en los estudios Cinecittà, la sensación de estar contemplando un fastuoso y casi inabarcable decorado, de estar presenciando una auténtica función teatral de corte clásico donde el director, por extraño que parezca, intenta desmarcarse por momentos de quedar encorsetado para rodar ciertos momentos con un ecléptico montaje abrupto y seco (acompañado de instrumentos tan poco acostumbrados a la época que se está representando como guitarras eléctricas). Pero tan sólo los primeros minutos dejan claro que "Gangs of New York" es algo impresionante. La presentación de personajes y actores (siendo Daniel Day Lewis el auténtico vencedor de la gesta y de toda la película en general), la puesta en escena, la rabiosa violencia, la dirección de un maestro y ante todo la ambientación lograda forman un cómputo de elementos que consigue captar nuestra atención. Durante sus casi tres horas de metraje hay un contraste entre forma y fondo. En el primer apartado Scorsese nos expone sin tapujos un contraste constante entre los nativos americanos frente a los inmigrantes, como los primeros consideran que América para los americanos mientras los segundos simplemente son carne de cañón y elementos esenciales para votos y alistamiento. Como son hacinados en un mundo podrido, corrupto y sin posibilidad de poder cumplir el sueño americano.


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A la película se le pueden achacar ciertos elementos que son las que no la convierten en la gran obra maestra que parecía prometer (aunque soy un defensor a ultranza de ella y para mi es una auténtica obra de arte en sí misma). Así como la primera hora es fascinante, directa, sin detenerse, con la presentación de personajes en su justa medida y consiguiendo captar la atención en todo momento no sucede lo mismo con las otras dos horas restantes precisamente por un tijeretazo palpable por culpa de los Weinstein. Lástima que nunca podamos descubrir ese enorme primer montaje de 5 horas donde se tiene entendido Scorsese puso toda la carne en el asador. Una de las razones por las cuales la segunda mitad sufre es por un ritmo extraño, como si hubiese prisa por acabar justo en el momento que menos lo necesita. Le falta la soltura y rabia que habíamos estado contemplando sumándole el anticlímax el cual la película nos ofrece convirtiéndose en algo abrupto y poco acertado. Otro de los elementos que hacen que la película no funcione del todo es el romance entre los personajes de DiCaprio y Díaz, no por entrega de los dos actores sino por la nula química. De ahí se desprende que ella sea más un estorbo en la historia que un acierto como casting.

Pero dejando a un lado los errores más que patentes, "Gangs of New York" es la plasmación de la podredumbre de la corrupción. Porque aunque la película fascina por su apartado violento, con escenas de acción sangrientas que siguen demostrando que Scorsese sigue siendo un director de nervio tenso y sin cortarse a la hora de exponer la violencia, es en la parte más esencial de la historia donde el director vence por goleada aunque hayan momentos donde lo espectacular o lo fascinante sea lo que llame la atención como pueden ser las escenas donde Day Lewis exibe con todo lujo de detalles el lanzamiento de sus cuchillos en la función de teatro o la antes citada pelea entre todas las bandas del territorio. Aquí lo que prima es que todo está corrompido. La política ve en los inmigrantes los votos necesarios (y fáciles de adquirir) a favor de un plato de comida y que una de las frases más impactantes de la película resume perfectamente: "Hoy enterramos muchos votos". Interesante y bufonesco es el momento de los bomberos o como la policía está comprada extorsionando a los propios delincuentes, o como miembros leales acaban desperdigándose para acabar formando parte de la corrupción sin posibilidad de redención. Como antes comentaba Day Lewis es quien fascina en todo momento. Un hombre que considera que sólo los americanos de pura cepa pueden vivir en América, pero siempre bajo su dominio, orden y mando. Un hombre que se arropa con la bandera en los momentos calmos y filosóficos y que porta el águila (símbolo patriota) en su ojo de cristal. Una forma poco sutil pero muy bien expuesta de demostrar que él mira por América. Hasta tal punto que no le importa morir por ella (golpeándose el ojo con la punta de un cuchillo de una forma bastante perturbadora).


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"Gangs of New York", guionizada a tres manos entre Jay Cocks, Steven Zaillian o Kenneth Lonergan (y el propio Scorsese aunque no esté acreditado), es un homenaje a la propia ciudad, a querer formar parte de algo tan grande e inabarcable como la propia Nueva York. El simple hecho de querer representar esta magna obra en decorados que ya no vuelven a verse de esta forma es, en sí mismo, una forma de exponer que hasta en las bandas hay esa épica sensación de honor (como bien plasma la escena donde todas las bandas se reúnen para imponer las condiciones o como Will "El carnicero" venera y honra a su enemigo convirtiéndose en la otra cara de la moneda). Pero Scorsese no es un director que se deje llevar por las emociones maníqueas o sensibleras. Aquí de lo que se trata es de exponer la Historia, una parte de ella, la que convierte a América en la cuna (cinematográfica) de las bandas que luchaban y mataban por un pedazo de territorio sin permitir (mucho menos perdonar) la llegada de inmigrantes, considerados invasores y elementos a quienes eliminar. Puede que el personaje del carnicero quede en el recuerdo por encima de los motivos y motivaciones de la persona que representa (impresionante y cruenta la forma en cómo acaba con el vencedor político).

Puede que no ganara ningún Oscar (aunque mereciera unos cuantos). Pero tengo claro que para nada fue (y es) la película tan funesta que la crítica intentó hacer creer. Estamos ante un auténtico festival donde el diseño de producción, la ambientación, la banda sonora, la dirección, el elenco de actores, etc. está todo en estado de gracia (aunque haya cierto intento por parte de DiCaprio de sobre dimensionar sus dotes interpretativas, más aún cuando se encuentra ante un monstruo de la interpretación como es Day Lewis). El tiempo ha colocado a esta mamotreto fastuoso en su sitio. Porque sus excesos, vistos con perspectiva, se convierten en aciertos. Una película como esta los absorve y los convierte en casi virtudes. La forma en cómo Scorsese se deleita en los decorados, en las situaciones, en los detalles, en cómo juega con la cámara (hay un momento donde empieza a alejarse para que veamos la magnitud del decorado y abruma), en como presenta las bandas (quizás la escena más pintoresca y de por sí la más afín a las intenciones de Scorsese), en cómo expone con los escenarios para conseguir momentos realmente bellos y poéticos (el baile, con una partitura de fondo realmente deliciosa) o en como la dirección de actores, tanto protagonistas como secundarios, forman un tándem explosivo.


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Tan sólo ver las torres gemelas de fondo en el último plano, sabiendo que cuando se estrenó la película, por desgracia, ya no existían, concierne a la película cierto halo de mística transición desde lo que acabamos de contemplar hasta lo que quedaba por ver. Una forma poco sutil pero sincera a fin de cuentas de que América, como el propio Amsterdam comprende, que cualquiera puede ser un héroe, alguien a quien seguir. Que el sueño americano está ahí. Que la venganza da paso a la esperanza y a la lucha por crear un mundo mejor o como mínimo a formar parte de la Historia. De ahí que esa fotografía idílica, que le concierne ese tono casi sepia, le impregne casi la sensación de estar contemplando un cuento desolador, como si Dickens fuese el invitado de honor. Quizás no forme parte, nunca, de sus títulos más laureados pero el que esto escribe no le importa considerarla como una auténtica joya dentro de su filmografía y todo un disfrute con un despliegue de medios embriagador. Sólo por eso el viaje vale la pena.
 
Yo lo que quiero es que Scorsese deje de hacerse el estrecho y libere ese metraje extra encima del cual lleva sentado más de 10 años, porque va a ser igual de irregular que lo demás (esas peleassssggggg) pero al menos enchufará más de lo que mola de la peli, el epic barroco, con Ferreti encocado y los cien secundarios de caricatura; lástima que a Leo no le dijesen que no estaba haciendo TITANIC 2.
 
¿pero realmente existe ese metraje? yo cada vez empiezo a pensar que es más un mito.

es una irregularidad colosal, sólo por DayLewis y Ferreti ya es muy grande.
 
Hombre, existir claro que existe. Sino, ¿a cuentas de qué estuvo Marty peleando con Harvey Weinstein todo un año para que el montaje no superase los 170 minutos? Otra cosa es que Marty guarde en su cajón una megaversión de, qué sé yo, 4 horas ya perfectamente terminada y lista para exhibir. Como mucho, supongo que habrá las típicas copias de trabajo. Imagino que, de animarse Scorsese a lanzar una versión extendida, tendría que remontar toda la peli.

Un saludo.
 
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(id, 2002)​


América se forjó en las calles

Scorsese y Nueva York. Director y lugar, asociación inquebrantable, columna vertebral de su cinematografía para convertirla siempre en punto de encuentro, lugar común, forma y fondo de bandas y mafia, corrupción y auto destrucción. "Gangs of New York" forma parte de él durante casi tres décadas, empujado también a causa de la lectura del libro del mismo título escrito por Herbert Ashbury en 1928. Con una minuciosa y concienzuda investigación sobre el tema, la Historia de Nueva York, de su creación, de su reclamo como ciudad de sueños rotos para una inmigración constante, acabará pasando por un proceso que se convertiría en un funesto retraso constante a la hora de darle forma. Con influencias cinematográficas patentes como las del propio Lean, Ciminno, Peckinpah y un gran listado de directores míticos en los cuales se basó el director para plasmar esta obra mastodóntica, la plasmación de como la gran ciudad es un hervidero infestado de corrupción, bandas rivales establecidas cuyos nombres conforman toda una idiosincrasia que mucho tiempo después acabarían conformando los famosos clanes de la mafia italoamericana y que Scorsese siempre ha expuesto con su formato tan impresionista y libre de prejuicios a la hora de sacar a relucir la violencia sin tapujos, seca y sangrienta.

Rodada en los estudios Cinecittà, la sensación de estar contemplando un fastuoso y casi inabarcable decorado, de estar presenciando una auténtica función teatral de corte clásico donde el director, por extraño que parezca, intenta desmarcarse por momentos de quedar encorsetado para rodar ciertos momentos con un ecléptico montaje abrupto y seco (acompañado de instrumentos tan poco acostumbrados a la época que se está representando como guitarras eléctricas). Pero tan sólo los primeros minutos dejan claro que "Gangs of New York" es algo impresionante. La presentación de personajes y actores (siendo Daniel Day Lewis el auténtico vencedor de la gesta y de toda la película en general), la puesta en escena, la rabiosa violencia, la dirección de un maestro y ante todo la ambientación lograda forman un cómputo de elementos que consigue captar nuestra atención. Durante sus casi tres horas de metraje hay un contraste entre forma y fondo. En el primer apartado Scorsese nos expone sin tapujos un contraste constante entre los nativos americanos frente a los inmigrantes, como los primeros consideran que América para los americanos mientras los segundos simplemente son carne de cañón y elementos esenciales para votos y alistamiento. Como son hacinados en un mundo podrido, corrupto y sin posibilidad de poder cumplir el sueño americano.


liam-neeson-colaboreaza-pentru-a-doua-oara-cu-regizorul-martin-scorsese_1.jpg


A la película se le pueden achacar ciertos elementos que son las que no la convierten en la gran obra maestra que parecía prometer (aunque soy un defensor a ultranza de ella y para mi es una auténtica obra de arte en sí misma). Así como la primera hora es fascinante, directa, sin detenerse, con la presentación de personajes en su justa medida y consiguiendo captar la atención en todo momento no sucede lo mismo con las otras dos horas restantes precisamente por un tijeretazo palpable por culpa de los Weinstein. Lástima que nunca podamos descubrir ese enorme primer montaje de 5 horas donde se tiene entendido Scorsese puso toda la carne en el asador. Una de las razones por las cuales la segunda mitad sufre es por un ritmo extraño, como si hubiese prisa por acabar justo en el momento que menos lo necesita. Le falta la soltura y rabia que habíamos estado contemplando sumándole el anticlímax el cual la película nos ofrece convirtiéndose en algo abrupto y poco acertado. Otro de los elementos que hacen que la película no funcione del todo es el romance entre los personajes de DiCaprio y Díaz, no por entrega de los dos actores sino por la nula química. De ahí se desprende que ella sea más un estorbo en la historia que un acierto como casting.

Pero dejando a un lado los errores más que patentes, "Gangs of New York" es la plasmación de la podredumbre de la corrupción. Porque aunque la película fascina por su apartado violento, con escenas de acción sangrientas que siguen demostrando que Scorsese sigue siendo un director de nervio tenso y sin cortarse a la hora de exponer la violencia, es en la parte más esencial de la historia donde el director vence por goleada aunque hayan momentos donde lo espectacular o lo fascinante sea lo que llame la atención como pueden ser las escenas donde Day Lewis exibe con todo lujo de detalles el lanzamiento de sus cuchillos en la función de teatro o la antes citada pelea entre todas las bandas del territorio. Aquí lo que prima es que todo está corrompido. La política ve en los inmigrantes los votos necesarios (y fáciles de adquirir) a favor de un plato de comida y que una de las frases más impactantes de la película resume perfectamente: "Hoy enterramos muchos votos". Interesante y bufonesco es el momento de los bomberos o como la policía está comprada extorsionando a los propios delincuentes, o como miembros leales acaban desperdigándose para acabar formando parte de la corrupción sin posibilidad de redención. Como antes comentaba Day Lewis es quien fascina en todo momento. Un hombre que considera que sólo los americanos de pura cepa pueden vivir en América, pero siempre bajo su dominio, orden y mando. Un hombre que se arropa con la bandera en los momentos calmos y filosóficos y que porta el águila (símbolo patriota) en su ojo de cristal. Una forma poco sutil pero muy bien expuesta de demostrar que él mira por América. Hasta tal punto que no le importa morir por ella (golpeándose el ojo con la punta de un cuchillo de una forma bastante perturbadora).


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"Gangs of New York", guionizada a tres manos entre Jay Cocks, Steven Zaillian o Kenneth Lonergan (y el propio Scorsese aunque no esté acreditado), es un homenaje a la propia ciudad, a querer formar parte de algo tan grande e inabarcable como la propia Nueva York. El simple hecho de querer representar esta magna obra en decorados que ya no vuelven a verse de esta forma es, en sí mismo, una forma de exponer que hasta en las bandas hay esa épica sensación de honor (como bien plasma la escena donde todas las bandas se reúnen para imponer las condiciones o como Will "El carnicero" venera y honra a su enemigo convirtiéndose en la otra cara de la moneda). Pero Scorsese no es un director que se deje llevar por las emociones maníqueas o sensibleras. Aquí de lo que se trata es de exponer la Historia, una parte de ella, la que convierte a América en la cuna (cinematográfica) de las bandas que luchaban y mataban por un pedazo de territorio sin permitir (mucho menos perdonar) la llegada de inmigrantes, considerados invasores y elementos a quienes eliminar. Puede que el personaje del carnicero quede en el recuerdo por encima de los motivos y motivaciones de la persona que representa (impresionante y cruenta la forma en cómo acaba con el vencedor político).

Puede que no ganara ningún Oscar (aunque mereciera unos cuantos). Pero tengo claro que para nada fue (y es) la película tan funesta que la crítica intentó hacer creer. Estamos ante un auténtico festival donde el diseño de producción, la ambientación, la banda sonora, la dirección, el elenco de actores, etc. está todo en estado de gracia (aunque haya cierto intento por parte de DiCaprio de sobre dimensionar sus dotes interpretativas, más aún cuando se encuentra ante un monstruo de la interpretación como es Day Lewis). El tiempo ha colocado a esta mamotreto fastuoso en su sitio. Porque sus excesos, vistos con perspectiva, se convierten en aciertos. Una película como esta los absorve y los convierte en casi virtudes. La forma en cómo Scorsese se deleita en los decorados, en las situaciones, en los detalles, en cómo juega con la cámara (hay un momento donde empieza a alejarse para que veamos la magnitud del decorado y abruma), en como presenta las bandas (quizás la escena más pintoresca y de por sí la más afín a las intenciones de Scorsese), en cómo expone con los escenarios para conseguir momentos realmente bellos y poéticos (el baile, con una partitura de fondo realmente deliciosa) o en como la dirección de actores, tanto protagonistas como secundarios, forman un tándem explosivo.


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Tan sólo ver las torres gemelas de fondo en el último plano, sabiendo que cuando se estrenó la película, por desgracia, ya no existían, concierne a la película cierto halo de mística transición desde lo que acabamos de contemplar hasta lo que quedaba por ver. Una forma poco sutil pero sincera a fin de cuentas de que América, como el propio Amsterdam comprende, que cualquiera puede ser un héroe, alguien a quien seguir. Que el sueño americano está ahí. Que la venganza da paso a la esperanza y a la lucha por crear un mundo mejor o como mínimo a formar parte de la Historia. De ahí que esa fotografía idílica, que le concierne ese tono casi sepia, le impregne casi la sensación de estar contemplando un cuento desolador, como si Dickens fuese el invitado de honor. Quizás no forme parte, nunca, de sus títulos más laureados pero el que esto escribe no le importa considerarla como una auténtica joya dentro de su filmografía y todo un disfrute con un despliegue de medios embriagador. Sólo por eso el viaje vale la pena.
me han dado ganas de volverla a ver despues de leer tu reseña, reseña que es mejor que la pelicula en si :juas, yo no la considero tan magistral pero si es una buena pelicula como casi todas las de su director.
 
Yo es que soy mega fan de ella. Le veo los peros, las taras y los errores pero te puedo asegurar que me quedo fascinado ante su extremismo y sobre todo ante su fastuosidad. Martin debería dejarnos ver a los fans esa mega versión de 5 horazas, que se dice rápido...
 
Posiblemente sea la película que más pereza me da de toda la historia del cine. La he visto varias veces, siempre pareciéndome topiquísima, irregular y con varios ejemplos de casting chungo, y ha acabado quedando tan quemada en mi cabeza que no soy capaz de imaginarme en situación de volver a verla.
 
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