No tiene sentido comparar a Shyamalan (que tiene vocación autoral) con Peckinpah (que es un autor y un poeta a su pesar, y casi diría que sin ser plenamente consciente de ello; como Ford) o con Nolan (que parece que quiere serlo pero aún no ha demostrado que puede). Mi concepto de autoría está más cerca del segundo (en realidad todos los cineastas son autores, inconscientemente o no, pero la mayoría no tienen un bagaje vital interesante que expresar o no saben cómo hacerlo) y por eso (y por conectar más con lo que cuenta y cómo lo cuenta) me cae más simpático (y por eso me fascinan todas sus películas, incluyendo las fallidas).
Shyamalan es pretencioso, sí (algo que no tiene por qué ser malo) pero tiene talento, aunque, en el fondo, no deja de ser un postmoderno de esos (con los que sí se podría comparar): por ejemplo en The Happening habla de sí mismo a través de otro (Hitch-Pájaros); pero lo hace con un talento como cineasta apabullante. Por eso yo sí creo creo que dentro de unos (muchos) años se reivindicará con (mucha) fuerza su cine a nivel de crítica y cinefilia; pero para eso la gente deberá primero olvidarse completamente de él (y de El sexto sentido) y que una nueva generación desprejuiciada conecte con lo que expresa (por las razones coyunturales que sean) y con sus formas fílmicas (completamente opuestas a las de su época). ¿Cine de género minimalista y sin miedo a mostrar vulnerabilidad? ¿A día de hoy? ¿Con espectáculos de ciudades volando por el aire durante una hora interminable? No way. Se confundirá con moñez, cutrez y se reirán de ello (incluso se habla de El Incidente como ecologista o fantasía new age).
After Earth tiene mucho cine dentro (aunque algunas células muertas por fuera); y por eso espero con interés este nuevo proyecto.