El simulador de los 350.000 euros, el que tiene Fernando en su casa, en manos de un amateur ya es un escenario chocante. Si encima te comparan con Marc Gené y el eminente doctor Ángel Villamor te monitoriza resistencia y recuperación mediante el pulso, el ritmo del corazón, y el poco oxígeno que te entra en los pulmones, la prueba se vuelve impredecible.
Se trata de medio chasis idéntico en dimensiones al de carreras que tienen unos cuantos privilegiados, profesionales y aficionados. Sentado, empiezan los agobios por el espacio, y los sudores. "Luego el volante es muy similar, hasta tiene kers y DRS, tómatelo con calma Miguel", me dice Gené. Él lo tiene fácil, porque en reposo, su corazón late a 54 pulsaciones, mientras que el mío a 100 sin arrancar.
"A ver, dale una patada al freno", dice el técnico del aparato para medirte la potencia de frenada y la longitud del pedal mientras Villamor coloca cinco sensores en el pecho y te mide el pulso. "Suelta el embrague, mete primera, no, no es esa palanca, es ésta", apunta Marc. "Luego es fácil: la primera a derechas, en segunda, las enlazadas en segunda también, subes, metes quinta, no reduzcas, luego sí, frena fuerte, escucha el pitido para cambiar, mira las revoluciones del volante, mete kers, pero sólo en recta...". Lo intento retener todo, pero por un oído me entra y por el otro se me va.
Como salir de boxes sin calar el motor ya es una heroicidad, el resto parece fácil. La simulación del circuito de Fiorano es espectacular, sobre todo la grava y la hierba cuando la pisas. "Esto está muy logrado, pero no es una videoconsola al uso, yo ahí me aburro y es poco real. Esto es profesional y esa pantalla circular es una maravilla", apunta Marc.
Dos vueltas después bajo mareado, cosas de la edad. "Estás en forma", dice Villamor. No me lo creo porque sólo hago algo de bicicleta, pero insiste. "Has empezado en 116 pulsaciones, al salirte de pista subiste a 130, pero luego recuperas rápido, manejas bien el estrés". Mide el inicio, el durante y el final. Comparado con Gené o con el defensa de la Roma, José Ángel, que también ha sido invitado por Shell, la cosa no está tan mal.
Buenos datos en esfuerzo
En total, mi esfuerzo en cualquier parámetro no supera un 20-30% del estado en reposo. "No está mal", dice Gené, que algo sabe de resistencia como ganador de las 24 Horas de Le Mans en 2009. "Pero creo que no podrías aguantar la carrera entera ni siquiera en un simulador".
Datos del simulador Shell
Combinando el auténtico volante y chasis Ferrari 2009 con una pantalla de 2 metros de altura y de 180º donde se visualiza la imagen de la pista escaneada por la laser con un margen de error de 5mm respecto al verdadero circuito, la simulación reproduce hasta el más mínimo detalle la visión, el sonido y la sensación de conducir un auténtico monoplaza de Fórmula Uno.
El chasis proviene de la fábrica Ferrari en Maranello y es el oficial que utilizaron Kimi Raikkonen y Felipe Massa durante la temporada 2009.
El volante está hecho enteramente con electrónica de Formula Uno (el velocímetro es el equipamiento oficial aprobado por la FIA), e incluso los pedales son idénticos a los legítimos de un Fórmula Uno. Fernando Alonso fue invitado a probar el Simulador durante su construcción y en última instancia fue él quien decidió los ajustes y presiones de estos pedales.
El motor también recrea al propulsor de un Fórmula 1 que acelera hasta 18.000 rpm, generando 800 cv en un vehículo que pesa solamente 600 kg.
El simulador usa algunas de las técnicas de modelado más avanzadas del mundo, reproduciendo el movimiento del automóvil sobre la superficie de la pista mediante tres herramientas:
1. Movimiento expresado a través de imágenes en pantalla
2. Movimiento del chasis
3. Resistencia del propio volante