El Estado de Nueva York (EEUU) busca salir de sus números rojos, agravados por la crisis financiera y económica, con una batería de impuestos nuevos que gravarán desde las bebidas que engordan, los taxis y el entretenimiento digital, como la música o los libros electrónicos.
Los nuevos impuestos que tiene en la cabeza Patterson no se quedan en los digital. Así, podrían acabar sufriendo un nuevo impuesto las bebidas como la cerveza o el vino, la ropa de menos de 110 dólares (que hasta el momento no pagaba impuestos en este estado), la gasolina, los servicios de televisión por cable y por satélite, los servicios de manicura y masajes, o las entradas a cines y espectáculos artísticos o deportivos.
Una de las ideas más comentadas ha sido el llamado 'impuesto contra la obesidad', que pretende gravar con un 18% los resfrescos azucarados 'no nutricionales', es decir, que contengan menos de un 70% de zumo (como la Coca Cola o la Pepsi).
Los transportes publicos, como los autobuses, las limusinas de alquiler y los taxis, tampoco se libran de aparecer en la lista de los nuevos impuestos. La idea es, en definitiva, conseguir cerca de 4.000 millones de dólares más para sus presupuestos para 2009