Yo puedo hablar de mi experiencia con Fusion drive en mi iMac de 21,5".
El iMac es un modelo de mediados de 2011 con un procesador de cuatro núcleos Intel Core i5-2500S a 2,7 GHz que venía de serie con un disco de 1TB WD de 7.200rpm al que le añadí un SSD
Mercury Electra 6G de 120 GB con controladora SandForce 2281(556MB/s en lectura y 523MB/s en escritura), y lo configuré como un disco Fusion Drive.
El aumento de rendimiento fue simplemente brutal. Sinceramente, no sé cómo Apple tiene la vergüenza de vender un iMac con un disco mecánico de 5.400 rpm, que es básicamente un lastre para el sistema, provocando retrasos imperdonables en un equipo de ese precio.
El rendimiento del sistema con Fusion drive me parece excelente, y aunque el del disco flash PCIe del MacBook Pro es estratosférico, la diferencia en el día a día no es tan grande. Los archivos más utilizados se colocan en el disco SSD y en mi caso y con el uso que le doy eso significa un rendimiento similar al SSD.
Como ejemplo, el acceso a la máquina virtual de Parallels que tengo con Windows 10 y que ocupa unos 30GB va com un tiro en el iMac, poco más lenta que en el MacBook Pro y eso quiere decir que está ubicada en el SSD sin duda.
En cuanto a procesador, el i5 que tiene el iMac de mediados de 2011 funciona aún mejor que el del MacBook Pro de finales de 2013. Aquí tenéis una comparativa entre ambos con la reciente versión 4 de Geekbench.
Lo único que echo en falta son puertos USB 3.0 y también na mejor pantalla en el iMac. La pantalla Retina del MacBook Pro es tan buena que cuando paso al sobremesa lo noto mucho. Si cambiara de equipo, creo que no compraría 21,5" y me pasaría a las 27". Aunque es un equipo más armatoste, muchas veces me falta pantalla cuando tengo muchas aplicaciones abiertas.
Como resumen, estoy encantado con ambos equipos. Los precios actuales de los iMac me parecen muy, muy caros y espero que me sigan durando mucho tiempo.