Si el valor que pone en Offset de la primera partición, si es que tiene varias ese disco, no es divisible por 4096, yo formatearía todo para poder modificar ese valor. Esto lo haremos también desde el diskpart.

Dentro de diskpart:
list disk
select disk ... (el número correspondiente)
clean (esto borra el disco enterito, ojo)

Ahora creamos la partición de cero:
create partition primary align=4096
Si quieres formatear desde aquí puedes hacerlo, o como si es desde el explorador de windows:
format fs=ntfs unit=4096 quick
Si lo haces desde el explorador es clave que selecciones 4096 en Allocation Unit Size (ni idea de qué pone en castellano):
upload_2017-3-24_13-40-6.png



Ahora prueba a ver qué ocurre al instalar Windows. Cuando se instale, simplemente selecciona la partición, que no te cree una nueva.
 
Por cierto, lo que comentáis efectivamente es para decirle a Apple cuatro cosas. Pero no porque deje de funcionar algo, si no porque manda huevos que estén haciendo ese cambio a estas alturas. Esto es como cuando anunciaron que no sé qué OSX escribía en memoria aleatoriamente, como medida de seguridad, y Windows y Linux llevaban años con eso.

Desde Windows 2008 en adelante, los discos no solamente se crean alineados, es que el tamaño ya es mayor de 512 bytes desde hace mucho tiempo.

¿Qué puñetas es el cambio ese de 512 bytes a 4K (4096 bytes)? Pues la cantidad de bytes que se recogen en cada lectura de disco. Si queremos leer un archivo de 10K y el disco está con 512 bytes, habrá que hacer 20 lecturas. Si el disco está con 4096 bytes, nos da 2,5 lecturas. Obviamente, son 3 lecturas. Por tanto se harán muchísimas menos operaciones y el sistema irá más rápido. Como curiosidad, en aplicaciones que tiran de disco a lo bestia, como un servidor de correo Exchange, los discos donde van los archivos con las bases de datos se formatean con 64K.

Y qué significa alinear un disco. Veamos esta imagen:
align-partition-1.jpg


Los sectores del disco empiezan en una parte y se van dividiendo en trozos de un determinado tamaño (la parte de abajo del dibujo). Pero luego llega el sistema operativo y al crear una partición, puede darse el caso de que deje unos huecos para meter alguna mierda suya. Al escribir en el disco, para meter 4K resulta que está escribiendo un trozo en un sector del disco y otro trozo en otro. Por tanto para leer 4K necesita dos lecturas. Qué absurdo, ¿no? Bien, además del comando que puse antes que llevaba el ALIGN, a partir de Windows 2008 las particiones ya se crean alineadas.

Y todo esto, como decía antes, está corregido y mejorado en Windows desde el Windows 2008, casi nada. De ahí que tenga narices el asunto, que en el año 2017 estén con estos temas.
 
Me pongo a ello en el ordenador de mi churrumbel, a ver que consigo, y os informo.

Gracias, Tim! :ok
 
Prueba esto, a ver qué sale...
El disco externo conéctalo a un Windows. Carga un CMD y ejecuta diskpart.
Una vez dentro ejecuta: list disk
Mira qué disco es el externo y quédate con el número que tiene.
Ejecuta: select disk ... (pon el número que cogiste antes)
Ejecuta: list partition
Te saldrán las particiones que tiene el disco. Apunta y dinos qué pone en la columna Offset.

Tiene dos, como era de esperar. Una de 200MB y otra del resto. El desplazamiento de la primera es 512B (supongo que ahí está el problema). el de la otra, 201MB.
 
Es que es lo único que se me ocurre, la verdad. A ver qué sale.
 
Prueba esto, a ver qué sale...
El disco externo conéctalo a un Windows. Carga un CMD y ejecuta diskpart.
Una vez dentro ejecuta: list disk
Mira qué disco es el externo y quédate con el número que tiene.
Ejecuta: select disk ... (pon el número que cogiste antes)
Ejecuta: list partition
Te saldrán las particiones que tiene el disco. Apunta y dinos qué pone en la columna Offset.

Tiene dos, como era de esperar. Una de 200MB y otra del resto. El desplazamiento de la primera es 512B (supongo que ahí está el problema). el de la otra, 201MB.

La importante es la primera. El resto obviamente empiezan en otro sitio. Lo jodido es que la primera ya empiece mal. Porque si luego formateas a 4096, está mal alineada.
 
Disco formateado. Ahora tiene una sola partición, con el offset a 4096.

Voy a probar primero con el Winclone a ver... :sudor
 
Nada, el joputa sigue diciendo lo mismo...

The image you are are restoring has a block size of 4096 and the destination has a block size of 512. This will cause Windows to be unbootable. Do you want to continue?

Al formatear, especifiqué que el tamaño de bloque fuera 4096, y me sale esto:

Device Identifier: disk2s1

Device Node: /dev/disk2s1

Whole: No

Part of Whole: disk2


Volume Name: SSD

Mounted: Yes

Mount Point: /Volumes/SSD


Partition Type: Windows_NTFS

File System Personality: UFSD_NTFS

Type (Bundle): ufsd_NTFS

Name (User Visible): Windows NT Filesystem


OS Can Be Installed: No

Media Type: Generic

Protocol: USB

SMART Status: Not Supported


Disk Size: 500.1 GB (500099448832 Bytes) (exactly 976756736 512-Byte-Units)

Device Block Size: 512 Bytes


Volume Total Space: 500.1 GB (500099444736 Bytes) (exactly 976756728 512-Byte-Units)

Volume Used Space: 161.8 MB (161787904 Bytes) (exactly 315992 512-Byte-Units) (0.0%)

Volume Available Space: 499.9 GB (499937656832 Bytes) (exactly 976440736 512-Byte-Units) (100.0%)

Allocation Block Size: 4096 Bytes


Read-Only Media: No

Read-Only Volume: No


Device Location: External

Removable Media: Fixed

Ergo lo único que se me ocurre es que el puto Winclone solo se fija en el tamaño de bloque físico, y no en el lógico.

Siguiente paso, instalar Windows ahí y ver si arranca después desde el MacBook Pro.
 
Esto es lo único que ponen:
• Support for new USB-C Macs - Winclone 6 supports cloning and restoring Boot Camp on Apple’s new USB-C MacBook and MacBook Pro models. The USB-C Mac models include disks equipped with a different block size than previous Mac models and most USB drives. Winclone 6 seamlessly clones Boot Camp between drives of all block sizes.
 
Última edición:
Yo probaría a hacer los pasos que te dije e instalar Windows desde cero.
Con un programa que clona, el valor de la partición te va a dejar el anterior.

La otra alternativa es algún programa que cambia el tamaño sin formatear:
Change file allocation unit size without format

Con Acronis:
How to change cluster size without reformatting?

Acronis Disk Director 11: Changing Cluster Size | Knowledge Base

Ahora estoy tratando de instalar windows en un PC. Que es otra historia, eso de tratar de hacerlo en un portátil actual con UEFI... La madre que los parió a todos... :fiu
 
Sigo el culebrón. No sé por qué jojines, no funciona la utilidad de Microsoft para descargar ISO's de Windows o crear pendrives. Da error tras descargar los cuatro gigas de rigor. :mosqueo

Tras mil intentos, he podido descargarla... ¡desde Mac! :mosqueo y con WinToUSB he creado (por fin) un pendrive arrancable por un ordenador con EFI.

Pero cuando me las prometía ya felices, el instalador de Windows me dice que el SSD tiene formato MBR y tiene que estar en GPT... :mparto

Hay que afinar el método, pues. Desde diskpart, hay que limpiar el disco y convertirlo a GPR mediante CONVERT GPT. Voy a seguir el resto de pasos de nuevo, y os cuento. :P
 
Bueno, pues tras crear la partición (en principio) sin problema, el instalador de Windows... ¡adivinad! Se niega a instalarse allí y no te da más información. :mparto

Total, que le he dado a borrar partición, y le he dado a que se instale en el espacio sin asignar, esperando que sirva de algo. :fiu

Que desesperación, de verdad... :facepalm Puta informática...
 
Bueno, pues con vistas de dejarlo por aquí y que otros puedan utilizar el método sin tener que partirse la cabeza como yo, os largo...

MEGA TUTORIAL DE COMO INSTALAR WINDOWS EN UN MACBOOK PRO TOUCHBAR EN UN DISCO EXTERNO

Antecedentes

Es de todos conocida la política de Apple respecto a sus equipos en los últimos años: nada de ampliaciones a posteriori. Lo que necesites, pídelo ahora por que luego no lo podrás poner. Como también son de todos conocidos sus escandalosos precios. Esto plantea un problema a los que (como yo) precisan de Windows para trabajar puntualmente. Una máquina virtual es una solución aceptable, pero no aprovecha el hardware al cien por cien. Por lo que si debes hacer una tarea medianamente seria en Windows, necesitas arrancarlo de forma nativa. Esto nos lleva inevitablemente a instalar BootCamp.

¿Qué es BootCamp? Pues una implementación de Windows que ofrece Apple, mediante la cual reservamos una partición del disco principal del sistema para usarla con dicho sistema operativo. Al arrancar el Mac, pulsando la tecla OPTION, podremos elegir arrancar el equipo de forma nativa con Windows.

124152320_fc53791f9a_o.jpg


Esto está muy bien, pero tiene un inconveniente insoslayable: debemos reservar una parte sustancial de nuestro espacio en disco. Y dado el tamaño de ciertas aplicaciones, este puede llegar a ser importante (unos 150 gigas en mi caso). Si pudiéramos evitar eso y arrancar Windows de forma que no ocupara lugar...

Bien, pues de eso trata este tutorial.

Los nuevos MacBook y MacBook Pro

Los nuevos equipos de Apple disponen de una conexión USB-C que en algunos casos alberga incluso el potente Thunderbolt 3, pero también el más universal y extendido USB 3 / 3.1. Mediante ellos, podemos hacer algo que hasta hace poco era impensable: arrancar un sistema operativo y trabajar con el... ¡desde un dispositivo externo! Sería genial poder trabajar cómodamente con varios sistemas operativos, arrancados todos ellos de forma nativa, y sin ocupar espacio en nuestro almacenamiento interno, ¿verdad?

Pues dicho y hecho. Decidí ponerme a ello. Mi equipo es un MacBook Pro de 15" con Touchbar y un SSD de 512GB. Dispone de 4 puertos USB-C con capacidad ThunderBolt 3. Teóricamente, este puerto es capaz de proporcionar velocidades de transferencia por encima de las que ofrece cualquier disco de estado sólido del mercado, pero no levantemos las campanas al vuelo... Hay restricciones.

Los puertos USB-C y como aprovecharlos

Mi primera idea era utilizar el masivo ancho de banda que proporciona ThunderBolt 3, pero pronto deseché la idea. Si, existen carcasas externas para discos SSD que (teóricamente) permiten aprovechar sus apabullantes números (hasta 40Gbps), pero... surgen los problemas.

- Son carcasas de cierto tamaño y peso. Mi idea era poderlas llevar en el maletín del portátil, sin mayores inconvenientes. Y la verdad... no lo veo. La más "liviana" es de la casa Sonnet. Pero aún así es aparatosa y pesada.

fusiontb3_tn.png

Sonnet - Fusion Thunderbolt 3 PCIe Flash Drive

- Son caras. Muy caras.

- Y lo peor de todo... no funcionan en el ecosistema Apple. La marca de Cupertino, en uno de sus movimientos proteccionistas e incomprensibles, no da soporte a este tipo de dispositivos, y al conectarlos obtendremos... nada. No obstante, existe un "hack" que se dice, se rumorea, se comenta que funciona... :disimulo

How to enable unsupported Thunderbolt 3 devices on the MacBook Pro using ‘TB3 Enabler’ hack

Pero no deja de ser una manipulación del sistema no autorizada, que encima Apple puede tumbar cuando le plazca. No es práctico. :(

Por todo eso, la utilización de ThunderBolt 3, queda descartada, a la espera de que salgan (que saldrán) otras opciones más baratas, ligeras y compatibles. Mientras tanto, nos queda una segunda opción. El USB 3.1.

Explorando esta opción, es sencillo encontrar carcasas externas autoalimentadas, de peso y dimensiones reducidos, y precio contenido. ¡Albricias! Mi opción fue esta:

Amazon product ASIN B01C7G8W86
Poco más de cuarenta euros. Y un zócalo M.2. Aparentemente, la respuesta a todos nuestros deseos. Pero ojo... aún hay otro punto a tener en cuenta.

El interfaz M.2

Últimamente hemos descubierto que cada vez más ordenadores equipan esta ranura de expansión, a la que pueden acoplarse discos de tamaño muy reducido y velocidad endiablada. Pero ojo... hay distintos tipos de disco M.2 Distintos interfaces. Distintas conexiones. Y hasta distintos tamaños.

M2-FAQ-Q17_BOTTOM.png


Esta primera imagen nos muestra los distintos tipos de conexión. Y algunos os preguntaréis... ¿qué sentido tiene esto? Pues lo tiene... por que hay distintos tipos de disco. Más concretamente, algunos ofrecen conectividad SATA3, y otros (los más rápidos), PCI-E. Y ahora os asaltará una nueva pregunta. Entonces... ¿qué disco debo buscar para estas carcasas?

Pues si, lo habéis adivinado: los SATA. Los más "lentos". :( ¿Por qué? Pues es sencillo: el protocolo USB 3.1 no ofrece conexión directa al los "lanes" PCI-E del equipo, algo que si puede hacer ThunderBolt 3. Pero es que lo hemos descartado, ¿recordáis? :lloro

Pero bueno, no es TAN malo como parece. Un buen SSD SATA3 puede llegar a unos más que dignos 500Mbps, y eso es más que suficiente. Pensad que un disco mecánico interno ronda los 70. Y si, los PCI-e pueden llegar a cerca de 2.000, pero... bueno. No me seáis avariciosos. Por ahora.

Mi elección fue esta:

Amazon product ASIN B00TGIW1XG
500 gigas de espacio, a precio contenido. Bien, pues una vez colocado en la carcasa StarTech (un proceso muy sencillo), pasamos a la acción...

La instalación de Windows en un dispositivo externo

Bueno, teóricamente es un proceso relativamente sencillo. Hasta Apple hasta no hace mucho tiempo, la facilitaba en su Asistente Bootcamp. Hoy en dia ha eliminado esa opción (¿por qué será?), pero hay multitud de tutoriales acerca de como hacerlo. Lamentablemente... nos vamos a encontrar con un muro que parece insalvable. Aunque sigamos al pie de la letra las indicaciones, nuestro MacBook Pro no verá la unidad donde hemos instalado Windows. ¿Qué sucede? La culpa la tiene un parámetro del que casi ninguno de nosotros tiene constancia... el tamaño de bloque.

Los discos duros utilizan sectores. Es decir, una especie de "bloques" donde almacenan la información, de un tamaño determinado. Luego, existe otro concepto, que es el de bloque lógico. Este se establece al particionar y formatear, y define el tamaño de información que el sistema lee "de una tacada". El concepto tiene su importancia, por que no es lo mismo hacer cien lecturas para un archivo, que diez. Y tampoco es conveniente un tamaño "grande" de bloque lógico por que una multitud de archivos pequeños (pongamos de unos pocos bytes) ocuparían mucho espacio en disco, ya que en un bloque único no pueden convivir dos archivos distintos,. De ahí la importancia de escoger un tamaño de bloque apropiado. ¿Captáis el concepto?

@Tim lo explica aquí mejor que yo, y añade un concepto nuevo que es importante, la alineación.

Tim dijo:
¿Qué puñetas es el cambio ese de 512 bytes a 4K (4096 bytes)? Pues la cantidad de bytes que se recogen en cada lectura de disco. Si queremos leer un archivo de 10K y el disco está con 512 bytes, habrá que hacer 20 lecturas. Si el disco está con 4096 bytes, nos da 2,5 lecturas. Obviamente, son 3 lecturas. Por tanto se harán muchísimas menos operaciones y el sistema irá más rápido. Como curiosidad, en aplicaciones que tiran de disco a lo bestia, como un servidor de correo Exchange, los discos donde van los archivos con las bases de datos se formatean con 64K.

Y qué significa alinear un disco. Veamos esta imagen:
align-partition-1.jpg


Los sectores del disco empiezan en una parte y se van dividiendo en trozos de un determinado tamaño (la parte de abajo del dibujo). Pero luego llega el sistema operativo y al crear una partición, puede darse el caso de que deje unos huecos para meter alguna mierda suya. Al escribir en el disco, para meter 4K resulta que está escribiendo un trozo en un sector del disco y otro trozo en otro. Por tanto para leer 4K necesita dos lecturas. Qué absurdo, ¿no?

La consecuencia directa de esto, y la que nos dará por saco de aquí en adelante si no tenemos cuidado, es que el primer sector del disco será de 512 bytes. Y por mucho que la siguente partición la formateemos especificando que sea de 4096... el primer "trocito" será de 512. Y esa tontería hará que el Macbook no lea ese disco de arranque. ¿Por qué? Por que espera que desde el primer "trocito", todo sea de 4096 bytes. :fiu Pero ojo, si siempre hubiera sido así, no habría problema. Lo que ocurre es que hasta los modelos anteriores, el tamaño de bloque lógico usado por MacOS (OSX antes) era de 512 bytes. El cambio es de ahora. Y en lugar de "conformarse" con lo que se encuentre, exige que sea de 4096. Consecuencias: una instalación "normal" de Windows no será reconocida y (lo más sangrante), un disco externo que era perfectamente reconocible en un MacBook Air del 2012 (por ejemplo), no lo será en tu nuevo ordenador. ¿Pero qué cojones, Apple...? :mosqueo

La conclusión más lógica a todo esto es que en Cupertino no quieren que tires de discos externos. No ahora que puedes acceder a ellos a velocidad de vértigo, y más aún con la llegada de dispositivos Thunderbolt 3. No les interesa. De hecho, este procedimiento que relato hubiera sido de gran ayuda a miles de usuarios que preguntan en los foros de soporte de Apple como es que no pueden arrancar Windows en sus flamantes equipos. Pero no he podido encontrar la solución más que a base de retazos y soluciones parciales, y sobre todo, mucha, mucha cabezonería.

Así pues, el primer paso es crear un disco de Windows "pata negra" que tu flamante MacBook Pro identifique, como tal. Y para ello hay que seguir, si o si,el siguiente procedimiento. Parece farragoso, pero es sencillo si sigues los pasos con cuidado.

Proceso de instalación de Windows en un disco externo

En primer lugar, deberemos crear la partición correctamente en el SSD. Para ello, utilizaremos bien un PC que tengamos "por ahí" (la carcasa que he comprado puede conectarse también por USB 3.0, no sufráis), o una máquina virtual mediante VMware Fusion o Parallels.

En la casilla de búsqueda inferior de Windows 10, escribiremos CMD. Arriba, aparecerá la opción "Símbolo del sistema". Pulsaremos sobre ella con el botón derecho, y escogeremos "Ejecutar como administrador".

H3JjeAe.jpg

33a596a7-8883-42f3-8ed0-e34eeb65f4e0.jpg


Una vez en la ventana de terminal de Windows, iremos introduciendo los siguientes comandos:

Insertar CODE, HTML o PHP:
>DISKPART
>LIST DISK

jzgJdNS.jpg


Llegados a este punto, OJO CUIDAO. ACHTUNG. CUIDADÍN. Tendremos que ver, del listado que sale, el identificador (número) del disco que queremos particionar. Si os confundís, podéis borrar vuestro disco de sistema, así que... DISCLAIMER: No me hago responsable de ná. Con un poquito de cuidado, no pasa nada, pero... ojito.

Bien, supongamos que es el disco 2. Prosigamos.

Insertar CODE, HTML o PHP:
>SELECT DISK 2

>CLEAN

>CONVERT GPT

tsC0TeY.jpg


Dos aclaraciones. La primera, obvia. Al darle a CLEAN, borraréis todo el contenido del disco. Recordad el disclaimer. La segunda, la conversión a GPT. Sin eso, no podréis instalar windows en ese disco. ¿Ok? ¿Todo correcto? Prosigamos.

Insertar CODE, HTML o PHP:
>CREATE PARTITION PRIMARY ALIGN=4096
>FORMAT FS=NTFS UNIT=4096 QUICK

gMfpLYK.jpg


Bien, ahora tenemos un flamante disco virgen y listo para instalar Windows 10 en él. Y lo más importante: está alineado y con bloques de 4096 bytes.

Creando los medios de instalación de Windows

Para instalar Windows 10 (me centraré en él) en nuestro SSD externo, precisaremos antes que nada un disco de instalación de Windows. Para ello, Microsoft ofrece una "magnífica" (cof, cof) herramienta en su web. "Herramienta de creación de medios", la llaman.

Descargar Windows 10

Una vez descargada y ejecutada, nos dará dos opciones: crear un pendrive de instalación, o descargar la ISO. En ambas opciones, en mi caso, y en tres ordenadores distintos, acabé obteniendo un magnífico error sin explicación alguna de la causa. Internet está plagada de gente con el mismo problema, y ninguna de las soluciones propuestas funcionó, así que opté por tirar, como vulgarmente se dice, por la calle de enmedio. Entré en la URL anterior desde el Mac, y ahí te dan la opción de descargar la ISO directamente, cosa que hice sin mayor problema. También podéis usar otra ISO en vuestro poder, pero prefería hacer esto para evitarme actualizaciones posteriores del sistema.

Si ya tenemos la ISO, utilizaremos un programa llamado WinToUSB para crear un pendrive de instalación.

Best Windows To Go Creator to create portable Windows 10/8/7 USB drive!

Una vez instalado (la versión free es suficiente), accederemos al menú Herramientas, y de allí, escogeremos la opción "Creador de USB de instalación de Windows".

ooBsbD6.jpg


Eacogeremos el archivo ISO, la unidad USB a utilizar, y... un poquito de paciencia. Ya tenemos nuestro instalador de Windows.

Instalando Windows en el SSD

Armados con nuestro flamante pendrive, iniciaremos desde él en algún ordenador con el SSD conectado, para proceder a su instalación. En mi caso, y como tenía un portátil con slot M.2, lo que hice fue conectar el SSD en él, y arrancar desde el pen.

Iniciada la instalación, elegiremos la opción de instalar Windows desde cero, y escogeremos la partición que creamos anteriormente. Obtendremos un preocupante mensaje que nos dice que no es posible instalar Windows en él, pero que no cunda el pánico. Sencillamente, borraremos desde esa misma pantalla la partición creada (de nuevo me acojo al disclaimer) y especificaremos que nos lo instale en ese espacio ahora "no asignado". No os preocupéis, el alineamiento es ahora correcto, que es lo importante. Y de todas formas, en esa partición aún no había nada.

Una vez terminado el proceso, comprobaremos que Windows arranca sin problema. ¡Es hora de pinchar nuestro flamante SSD al MacBook Pro!

Arrancando Windows por primera vez

Aquí, todos nos las veríamos muy felices cuando observamos al iniciar pulsando OPTION, una nueva entrada en el menú. ¡EFI Boot! ¡Albricias! :palmas

Pero la alegría nos durará poco. Ni el ratón ni el teclado (aunque sean externos) funcionarán. Apple sigue poniéndonos las cosas complicadas. De hecho, obtuve una hermosa BSOD (Blue Screen Of Death) al poco de arrancar. ¿Estamos de nuevo en un callejón sin salida? :(

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La solución final

Como habréis sospechado, la solución pasa por instalar los drivers correspondientes para que Windows reconozca los dispositivos necesarios. ¿Es posible? Si. ¿Es fácil? No. ¿Y por qué? Pues de nuevo, por esa intencionalidad poco disimulada de Apple en poner palos en las ruedas. Si no funcionan teclado ni ratón, difícilmente podremos instalar nada. Quizás sea algún motivo de hardware irresoluble, ¿no? Pues no. Por que curiosamente, en Macs anteriores, el teclado y el ratón... funcionan. Bien, pues aprovechemos esta "vulnerabilidad".

Afortunadamente, dispongo de un MacBook Air en casa. Supongo que un proceso similar podrá llevarse a cabo mediante una máquina virtual OSX, o algún PC desde donde podáis arrancar ese windows, pero me limitaré a exponer la idea y el proceso. Entendiendo su fundamento, seguro que se os ocurren otras formas de llevarlo a la práctica.

El asistente Bootcamp permite (de forma más o menos "oculta") descargar esos controladores. Anteriormente lo permitían desde el mismo interfaz, pero ahora lo han "ocultado" en un menú de la barra superior. Si lo ejecutáis en vuestro flamante MacBook pro, podréis descargarlos y guardarlos en un pendrive. Creo que también se pueden descargar de aquí:

Apple - Support - Downloads

Pero... ¡quietos paraos! No pensaréis que Apple os lo iba a poner fácil, ¿verdad? ¡Claro que no! Si intentáis instalar los drivers (que, recordemos, son los del MacBook Pro) en el Air, obtendréis un magnífico mensaje de error diciéndoos que eso no es posible. Esos drivers no están pensados para tu máquina, chaval.

Nuestro gozo... ¿de nuevo en un pozo?

¡NO! No nos rendiremos.

Si abrimos la carpeta que contiene los drivers, veremos dos sub-carpetas. Si entramos en la denominada $WinPEDriver$, dentro encontraréis otras cuatro o cinco sub-carpetas, cada una de las cuales contiene un ejecutable de instalación. Ejecutadlos todos. Aparentemente, no habrá sucedido nada, pero si ahora apagáis el equipo y os vais de nuevo al MacBook Pro, arrancando desde el SSD (recordad, tecla OPTION), veréis que... ¡ya funciona el teclado y el ratón! ¡Y ya es estable! :birra

Ahora, poned de nuevo vuestro pendrive con los drivers Bootcamp. Ahora si que funcionará el instalador. Cuando acabe, y tras el renicio de rigor, tendreís vuestro Windows plenamente operativo. Es más, ¡hasta el Touch Bar funcionará! :village

macbook-pro-windows-8.jpg


Bueno, espero que os haya servido de ayuda. Ha costado, pero al final ha merecido la pena cada minuto invertido. :ok
 
Última edición:
He de decir que el método de instalar las carpetas lo utilizaba para crear un disco en el Air (externo) y luego meterlo en el Mac (interno), ya que los drivers de boot camp también son diferentes según el ordenador y fecha, y no me funcionaba, pero voy a replicar paso a paso el proceso porque seguro que era algo que no hacía bien :ok
 
He de decir que el método de instalar las carpetas lo utilizaba para crear un disco en el Air (externo) y luego meterlo en el Mac (interno), ya que los drivers de boot camp también son diferentes según el ordenador y fecha, y no me funcionaba, pero voy a replicar paso a paso el proceso porque seguro que era algo que no hacía bien :ok

Lo más importante es conseguir que el MBP vea el arranque EFI. Lo de los drivers, funciona seguro y es sencillo. Si sabes como hacerlo, claro. :ok
 
Una máquina virtual es una solución aceptable, pero no aprovecha el hardware al cien por cien. Por lo que si debes hacer una tarea medianamente seria en Windows, necesitas arrancarlo de forma nativa. Esto nos lleva inevitablemente a instalar BootCamp.

Esto es altamente debatible.....
 
Una máquina virtual es una solución aceptable, pero no aprovecha el hardware al cien por cien. Por lo que si debes hacer una tarea medianamente seria en Windows, necesitas arrancarlo de forma nativa. Esto nos lleva inevitablemente a instalar BootCamp.

Esto es altamente debatible.....
Pues estaría muy bien que empieces el debate, mientras tanto estoy con Manu.

Saludos
 
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