Efectivamente, el soporte de Valve y la sencillez de uso es vital para mi. No me planteo otras máquinas porque paso mil del cacharreo. Precisamente lo que busco con la Deck es poder aprovechar mejor el poco tiempo que tengo para jugar. Si tuviera otras máquinas tendría que dedicar tiempo a configurar, mirar esto y lo otro... Ni hablar. Jugaré a lo que funcione bien desde un principio o que requiera una intervención mínima, mas allá de eso no me apetece.
¿Merece la pena la pasta que he pagado por la OLED? Pues supongo que dependerá. La calidad de la pantalla me llama mucho, obviamente, pero lo que más me llama son esos 90Hz o ese pequeño extra de batería. ¿Acabará en un cajón? Es posible, pero lo cierto es que últimamente, por pura "necesidad", me he visto jugando con la Switch en portátil más de lo que nunca había hecho. Y se me queda muy corta por catálogo, potencia y, sobre todo, tamaño. Necesito algo acorde a mis manazas.
Esto, unido a que cada vez tiendo más a entretenerme con juegos indie o fondo de catálogo antiguo antes que con novedades, me hacía tener cada vez más claro que tenía que probar la Deck. Podría haber probado con una de segunda zarpa por la mitad de dinero pero, conociéndome, a poco que me hubiera gustado el invento habría sido tirar el dinero porque habría comprado una nueva y mejor.
Por último, he rescatado un PC que tenía muerto de asco y estoy jugando a mucho título que tenía pendiente en PC. La idea de poder seguir la partida en cualquier parte me resulta muy atractiva. Como la Switch, pero con unos gráficos de este siglo.
Vamos, que en unos días os diré si estoy contento o si la pongo en venta.