Respuesta: Super 8, proyecto secreto de J.J Abrams
Sin duda es una película de ciencia ficción, o de ciencia infusa. De otra manera no entiendo que sobreviva el monstruo, los niños, el negro y la cámara al accidente del tren. Es un tren curioso, cuando descarrila los vagones aceleran tanto que despegan sin necesidad de alas. La cámara es irrompible, por magnetismo de su cinta repele los escombros de una estación reventada. Al final solo tienes que volver y recogerla.
Super 8, de JJ Abrams.
La nostalgia falaz y pordiosera queda mortalmente violada en este intento de acercamiento de JJ Abrams al cine familiar de los 80, cine marcado por un hombre como Steven Spielberg que dirigió y produjo toda una generación de películas con las que muchos treintañeros han crecido. Unas han aguantado y otras non, pero también nos dio Back to the Future y ahora nos a pateado con esto.
Es fallida, claro que sí. Cae en su propósito de mimetizarse con ese cine falaz y nostálgico, construyendo con ello una película sin entidad, sin un rasgo distintivo que al tiempo que homenajea la dote de una personalidad, de un argumento que no sea un gazpacho de otros argumentos con un sabor horrible. Y es que... hablan del JJ Abrams guionista. ¿Guionista? El supuesto argumento de este Frankenstein es un sindios total, un festival de suspensión de credulidad no satisfecha, un "porque sí" constante.
Por dios, no puedes tratar de unir dos cosas tan alejadas como nuestro Kunta Kinte interestelar con la supuesta historia de los silencios de un padre y un niño, niño al que le empieza a picar la ming... y que tiene amigos frikis y hacen una película. Porque son historias e ideas paralelas que al final no logran unirse en un hilo común, ya que no hay quien lo una. No voy a empatizar con un monstruo esclavo que trata de liberarse de sus cadenas, no voy a empatizar con un ayudante del sheriff gilipollas capacitado para escaparse de una base llena de soldados y que nadie lo pare, no voy a empatizar con esa "unión" del niño y el padre al final cuando no has metido nada que justifique una mayor iteracción entre el niño y el padre.
¿Magia? La de un botijo. ¿Flares? Los que quieras. Reflejos azules que revientan córneas... Telita. Dirán que son buscados, pero vamos, ahí solo denota que alguien no tiene ni puta idea de fotografía. Y ahora sigamos con el féstival de despedazar esta mierda. Boyero la defiende, la crítica la defiende, pero yo se que ciscándome en ella llevo la razón, que los errores, las sobradas cantan, saltan a la vista. Más que una película de ciencia ficción, como ya dije, parece una película de los Zucker. Y tenemos un porrero. Muy mal por no habernos mostrado ese amor entre la hermana del gordo y el drogata pajero.