Tarantino prepara otro Western: The Hateful Eight

Fijaros si el intermission dura 15 minutos. Una tontería, lo sé. Pero me llama la atención ese dato.
Disfrutadla los que podáis.
 
He tenido una revelación sobre la
carta de Lincoln: hace el papel del maletín del alma de Marcelus. Nunca llegamos a ver que lo hay dentro/lo que hay escrito y ambos juegan el papel de mcguffin.
 
No. La carta del Lincoln es la unión entre un hombre negro y uno blanco (agárrate) con futuro incierto y, encima, ES MENTIRA.

Puede ser el mejor final de toda su carrera.
 
IMG-20160115-WA0000.jpeg
 
He tenido una revelación sobre la
carta de Lincoln: hace el papel del maletín del alma de Marcelus. Nunca llegamos a ver que lo hay dentro/lo que hay escrito y ambos juegan el papel de mcguffin.

Pero si al final la lee.

¿Las chicas estan melafo?
 
PERO no se ve si está escrito o no. No se ve lo que hay, como el alma de Marcelus.
 
Una salvajada divertidísima y libérrima, que curiosamente encierra una relectura cinematográfica mas amparada en lo visual de lo que su estructura teatral parecía indicar en un principio. No hay tantos diálogos ingeniosos o réplicas contundentes como construcción a fuego lento de una mise en scéne artesanal y cuidadísima, la cocción de una trama que desvela poco a poco sus ases ocultos y revela una sensacional interpretación histórica.

De entrada decir que Tarantino dilata hasta el límite su apuesta narrativa: querer prolongar toda la tensión que encerraba la secuencia de Inglorious Basterds en la posada a nada menos que 2 horas y media largas. En torno al tercer capítulo se pasa un poco de la raya y atasca el invento; por suerte, luego remonta de manera espectacular con , tatachán, la marca de la casa: el desorden temporal.


Todo cabe y funciona de manera armónica en el universo tarantiniano que construye un western con ecos de Carpenter, Agatha Christie, Raimi, Spielberg y hasta Almodóvar sin que nada chirríe ni se resienta en absoluto el espíritu. Por cierto, se homenajea a si mismo con una secuencia de Planet Terror reescrita y dotándola de un sentido totalmente distinto

Eso y la irrupción de él mismo como narrador en off ( un detalle genial y coherente con su espíritu discursivo y metalingüístico ) , el prodigioso flash back de la manta que constituye una cima en su cine o la coda final constituyen otro triunfo: nada une más a un país que la sangre, el crimen compartido, la violencia satisfecha. El verdadero germen de Estados Unidos.
.
 
Última edición:
Arriba Pie