En ninguna tanto como en esta. Pero me refiero sobre todo al tramo poscafé, donde las que aparecen son la sangre y la estructura. La primera es la primera vez en Tarantino que me resulta excesiva, pero no por ello me iba a aburrir. La segunda, como en Django, me parece más admirable que realmente interesante y, en cualquier caso, menos medida que lo anterior. Y eso no quita para que también me encanten algunas escenas ahí... Para mí no es tan redonda, ni me entran ganas de verla entera ahora mismo como con otras suyas, ni sé qué coño estoy haciendo con las cursivas.