Atreyub
En busca y captura
con spoiler alguno que otro... cuidadorrrrr.
(Terminator Genisys, Alan Taylor, 2015)
Es difícil describir o definir Terminator Génesis. Veo esa crítica que ha calzado Hinomura y le doy la razón. No aporta nada, no mejora nada, no innova nada y por su puesto no es una entrega a tener en cuenta. Tiene un problemón de base (y muy gordo): no tiene autonomía propia. Es decir, no hay nada en ella que destaque o que la haga ser destacable por algo. Y eso es muy triste, demasiado. Porque inclusive la 3, que para mi es la peor de todas, aún dentro de esa necedad, tiene set pieces de acción realmente potentes (la del lavabo o la de la grua por poner dos ejemplos) que no se las salta un galgo. TG vuelve a contar una vez más (síndrome de Spiderman y la picadura de araña) el regreso al pasado para evitar el futuro. Pero para que no se le tachara de remake o de "¿otra vez lo mismo?" se le ha querido dar un giro de tuerca (poco salvable) y enfocarlo todo desde el punto de vista "Regreso al futuro 2". Volvemos al principio pero alguien ha leído el almanaque y lo ha cambiado todo. Ahora hay que arreglar lo que intentábamos arreglar pero a su vez hay que arreglar el nuevo entuerto. Y eso es lo que es TG. No hay más. James Cameron la ha salvado y la ha aplaudido. Pues claro, no iba a hacerlo. Si la película es un guiño / homenaje / aplauso a la 1 y la 2 en todo momento. Nos ha fastidiado, oiga.
Otro mal que cuenta la película es que no tiene sorpresa alguna. Sigue el ABC del manual de buenos y malos sin salirse de la línea y además lo hace de forma muy teatral, muy paupérrima, siguiendo los cánones del último cine palomitero que no cuenta, si alguien logra entender lo que digo, con la mano de los que antaño sabían dotar a sus películas de la credibilidad y el arte cinematográfico necesario para construir una película y no una mera y vacía concatenación de escenas con cháchara insulsa de por medio (y no me refiero a la filosofía vital fatalista de las dos entregas anteriores sino que aquí simplemente llenan el metraje de mucha palabrería, muchas frases, muchas tonterías y sin nada que cuadre o llegue). Podemos sumarle que no hay un icono por sí mismo que destaque en esta entrega. No hay una figura que sobre salga por encima del conjunto. Sin ir más lejos el que va de T-1000 se cree que por poner cara de robot ya da miedo o por aparecer de la nada ya da susto. Si a eso le añadimos un funestísimo error de destrozar y spoilear la mejor baza en el trailer te deja que no hay un villano con forma y fondo espeluznante (qué tiempos aquellos con Arnold como malo en la primera o Robert Patrick en la segunda). Aquí no hay un terminator que cuele o que produzca esa sensación de peligro que sólo los buenos directores consiguen transmitir.
Pero tengo que decir que a pesar de todos los males que se le pueden achacar a esta entrega, a pesar de ser la más funesta de todas a la altura de la entrega más sitcom por antonomasia, dentro de todos los males que pueda acarrear, "Terminator Génesis" cuenta con un error que es el único que a mi modo de verla / entenderla es la que hace que no me guste especialmente: el error de casting. Todo lo dicho anteriormente, aún viéndolo y reconociéndolo, puedo llegar a salvarlo o a no cargar con demasiada fuerza toda mi rabia (porque esta película no es de defenestrarla sin compasión). Aquí contamos con el fallo insalvable que el trío protagonista (Sarah, John y Kyle) son interpretados por actores mal escogidos. Y eso se puede ver en sus roles y actuaciones. Emilia Clarke intenta ser una nueva Sarah que de la sensación de lethal weapon que ya era Linda Hamilton pero ni por asomo logra transmitir su nivel de eficacia como aquella. Aquí simplemente grita mucho, pone cara de circunstancias y poco más. Sigue siendo una chica frágil a la cual han enfundado en un traje negro para dar la sensación de chica militar entregada que maneja armas como cualquier soldado de élite. Jason Clarke no da la talla ni por asomo como John Connor, por mucha cicatriz remarcada que porte, como si de un hombre entregado a mil batallas. No es un actor convincente y a pesar de ser la baza (más que nunca) en el entramado no acaba de convencer ni transmitir su pose de asesino despiadado. Y por último tenemos a Jai Courtnei que simplemente posa y habla delante de la cámara como uno de tantos sin conseguir un Reese convincente o importante.
¿Que me dejo a Arnold fuera de la ecuación? No. Simplemente que ya no está para estos trotes. Se le nota cansado y viejo para lanzar mandobles. No le es difícil emular a un autómata carente de emociones y sentimientos pero se le añade una pantomima absurda que provoca rechazo por creer ser una comedia bufa acertada cuando más bien es un estropicio. El guión le añade la posición de "abuelo" como protector de Sarah Connor desde su juventuda a remedo de como ya lo fue en Terminator 2 a modo de padre protector de John (ya digo, un giro de tuerca para contar lo mismo). Si le añadimos la reiterativa, cansina e innecesaria fórmula de llamarlo "abuelo" durante todo el metraje a modo de gag de serie noventera queda reconvertido / reformulado en una especie de desacierto lingüístico que en el papel del guión puede que quede bien o incluso pueda llegar a cierta empatía pero desde luego no es así una vez es trasladado a la gran pantalla.
Pero por extraño que parezca, sin llegar a entender porqué, "Terminator Génesis" no es el mal que creí iba a ser. Al contrario. Aún dentro de su mar de errores y su garrafal desatino a la hora de traer a la vida una entrega más de la saga ya de por sí más que muerta ha causado en mi la sensación de no haberme aburrido, de no levantar la ceja en partes concretas e incluso tener la sensación de que, reconociendo que apenas tiene virtudes, no es la película funesta que creí iba a contemplar. Momentos muy pequeños pero concretos hacen que no me haya sentido estafado. Dígase la pelea del T-1000 contra Terminator y Sarah Connor para dar paso a la escena (supuestamente) icónica del brazo mecánico, John Connor y el Terminator luchando en el hospital. Incluso podría aceptar la escena del autobús (muy pero que muy deudora de "Jurassic Park: El mundo perdido") o ciertos elementos bastante conseguidos donde la estética ochentera para el primer tercio de la llegada al pasado consiguiendo que el logro por similitud esté acertado. Lástima que no haya una pelea final apasionante entre máquinas o que no podamos contar con una entrega que exponga (como ya hizo la 4) de ese futuro post apocalíptico de la dominación absoluta de las máquinas y Skynet. Aún así, ha logrado captar mi atención en su justa y debida medida sin activar mi crítico más incisivo. Creo que si me apuro, podría llegar a considerarla, en un día de vaga crítica, como el guilty pleasure del 2015. Tengo que meditarlo.
(Terminator Genisys, Alan Taylor, 2015)
Es difícil describir o definir Terminator Génesis. Veo esa crítica que ha calzado Hinomura y le doy la razón. No aporta nada, no mejora nada, no innova nada y por su puesto no es una entrega a tener en cuenta. Tiene un problemón de base (y muy gordo): no tiene autonomía propia. Es decir, no hay nada en ella que destaque o que la haga ser destacable por algo. Y eso es muy triste, demasiado. Porque inclusive la 3, que para mi es la peor de todas, aún dentro de esa necedad, tiene set pieces de acción realmente potentes (la del lavabo o la de la grua por poner dos ejemplos) que no se las salta un galgo. TG vuelve a contar una vez más (síndrome de Spiderman y la picadura de araña) el regreso al pasado para evitar el futuro. Pero para que no se le tachara de remake o de "¿otra vez lo mismo?" se le ha querido dar un giro de tuerca (poco salvable) y enfocarlo todo desde el punto de vista "Regreso al futuro 2". Volvemos al principio pero alguien ha leído el almanaque y lo ha cambiado todo. Ahora hay que arreglar lo que intentábamos arreglar pero a su vez hay que arreglar el nuevo entuerto. Y eso es lo que es TG. No hay más. James Cameron la ha salvado y la ha aplaudido. Pues claro, no iba a hacerlo. Si la película es un guiño / homenaje / aplauso a la 1 y la 2 en todo momento. Nos ha fastidiado, oiga.
Otro mal que cuenta la película es que no tiene sorpresa alguna. Sigue el ABC del manual de buenos y malos sin salirse de la línea y además lo hace de forma muy teatral, muy paupérrima, siguiendo los cánones del último cine palomitero que no cuenta, si alguien logra entender lo que digo, con la mano de los que antaño sabían dotar a sus películas de la credibilidad y el arte cinematográfico necesario para construir una película y no una mera y vacía concatenación de escenas con cháchara insulsa de por medio (y no me refiero a la filosofía vital fatalista de las dos entregas anteriores sino que aquí simplemente llenan el metraje de mucha palabrería, muchas frases, muchas tonterías y sin nada que cuadre o llegue). Podemos sumarle que no hay un icono por sí mismo que destaque en esta entrega. No hay una figura que sobre salga por encima del conjunto. Sin ir más lejos el que va de T-1000 se cree que por poner cara de robot ya da miedo o por aparecer de la nada ya da susto. Si a eso le añadimos un funestísimo error de destrozar y spoilear la mejor baza en el trailer te deja que no hay un villano con forma y fondo espeluznante (qué tiempos aquellos con Arnold como malo en la primera o Robert Patrick en la segunda). Aquí no hay un terminator que cuele o que produzca esa sensación de peligro que sólo los buenos directores consiguen transmitir.
Pero tengo que decir que a pesar de todos los males que se le pueden achacar a esta entrega, a pesar de ser la más funesta de todas a la altura de la entrega más sitcom por antonomasia, dentro de todos los males que pueda acarrear, "Terminator Génesis" cuenta con un error que es el único que a mi modo de verla / entenderla es la que hace que no me guste especialmente: el error de casting. Todo lo dicho anteriormente, aún viéndolo y reconociéndolo, puedo llegar a salvarlo o a no cargar con demasiada fuerza toda mi rabia (porque esta película no es de defenestrarla sin compasión). Aquí contamos con el fallo insalvable que el trío protagonista (Sarah, John y Kyle) son interpretados por actores mal escogidos. Y eso se puede ver en sus roles y actuaciones. Emilia Clarke intenta ser una nueva Sarah que de la sensación de lethal weapon que ya era Linda Hamilton pero ni por asomo logra transmitir su nivel de eficacia como aquella. Aquí simplemente grita mucho, pone cara de circunstancias y poco más. Sigue siendo una chica frágil a la cual han enfundado en un traje negro para dar la sensación de chica militar entregada que maneja armas como cualquier soldado de élite. Jason Clarke no da la talla ni por asomo como John Connor, por mucha cicatriz remarcada que porte, como si de un hombre entregado a mil batallas. No es un actor convincente y a pesar de ser la baza (más que nunca) en el entramado no acaba de convencer ni transmitir su pose de asesino despiadado. Y por último tenemos a Jai Courtnei que simplemente posa y habla delante de la cámara como uno de tantos sin conseguir un Reese convincente o importante.
¿Que me dejo a Arnold fuera de la ecuación? No. Simplemente que ya no está para estos trotes. Se le nota cansado y viejo para lanzar mandobles. No le es difícil emular a un autómata carente de emociones y sentimientos pero se le añade una pantomima absurda que provoca rechazo por creer ser una comedia bufa acertada cuando más bien es un estropicio. El guión le añade la posición de "abuelo" como protector de Sarah Connor desde su juventuda a remedo de como ya lo fue en Terminator 2 a modo de padre protector de John (ya digo, un giro de tuerca para contar lo mismo). Si le añadimos la reiterativa, cansina e innecesaria fórmula de llamarlo "abuelo" durante todo el metraje a modo de gag de serie noventera queda reconvertido / reformulado en una especie de desacierto lingüístico que en el papel del guión puede que quede bien o incluso pueda llegar a cierta empatía pero desde luego no es así una vez es trasladado a la gran pantalla.
Pero por extraño que parezca, sin llegar a entender porqué, "Terminator Génesis" no es el mal que creí iba a ser. Al contrario. Aún dentro de su mar de errores y su garrafal desatino a la hora de traer a la vida una entrega más de la saga ya de por sí más que muerta ha causado en mi la sensación de no haberme aburrido, de no levantar la ceja en partes concretas e incluso tener la sensación de que, reconociendo que apenas tiene virtudes, no es la película funesta que creí iba a contemplar. Momentos muy pequeños pero concretos hacen que no me haya sentido estafado. Dígase la pelea del T-1000 contra Terminator y Sarah Connor para dar paso a la escena (supuestamente) icónica del brazo mecánico, John Connor y el Terminator luchando en el hospital. Incluso podría aceptar la escena del autobús (muy pero que muy deudora de "Jurassic Park: El mundo perdido") o ciertos elementos bastante conseguidos donde la estética ochentera para el primer tercio de la llegada al pasado consiguiendo que el logro por similitud esté acertado. Lástima que no haya una pelea final apasionante entre máquinas o que no podamos contar con una entrega que exponga (como ya hizo la 4) de ese futuro post apocalíptico de la dominación absoluta de las máquinas y Skynet. Aún así, ha logrado captar mi atención en su justa y debida medida sin activar mi crítico más incisivo. Creo que si me apuro, podría llegar a considerarla, en un día de vaga crítica, como el guilty pleasure del 2015. Tengo que meditarlo.