Respuesta: TERMINATOR SALVATION
"
Soy John Connor, si estáis escuchando esto, sois la Resistencia" (
John Connor - Christian Bale)
Y Skynet, a pesar de todo, pinchó.
Y el futuro oscuro y aterrador que se llevaba vaticinando desde la primera entrega allá en 1984 por fin hace acto de presencia. Pero el público no respondió en la taquilla como los productores se esperaban (200 millones de presupuesto y apenas 125 en América y unos 370 de recaudación mundial). Después de la versión cómica decidieron darle a la saga en la 4ª entrega un toque más realista, desolador, tal y como nos narró Michael Biehn, con las máquinas dominando la tierra y los humanos siendo exterminados sistemáticamente. McG, un director amante de la cámara lenta y el estilo videoclipero (ahí están las dos entregas de "Los ángeles de Charlie" para confirmarlo) fue el elegido para dar forma al mundo desolador que todos estábamos esperando.
Juguete con un diseño de producción encomiable y la sensación de no haber salvación posible es muy palpable. Pero "Terminator Salvation" se queda en eso: un ejercicio de estilo férreo en intenciones pero vacío en resultados. No se puede negar que como blockbuster directo y al grano funciona, donde los efectos especiales y los efectos de sonido juegan un papel fundamental. De ahí se destaca la pasarela de distintos Terminators que hay. McG intenta alejarse un poco del estilo Michael Bay rodando escenas más largas y mucho más trabajadas a pesar de no alejarse mucho de su estilo particular pero una vez terminan las escenas de acción la película se torna plana, carente de estímulos y con una lastrada historia que adolece en todos sus aspectos.
No se puede negar que la imaginería en cuanto al diseño de los endoesqueletos es de un trabajo aceptable, desde los T-600 hasta cierto guiño/deuda a los transformers pasando por las motos Terminator (una de las mejores criaturas que haya pasado por la saga) hasta llegar al mítico T-800 cuya presencia aterra dotándolo de más autonomía, dinamismo y una mecánica mucho más fluida y no tan autómata. Imposible no quedarse prendado de la concatenación de escenas siendo la primera, donde Connor se enfrenta a uno de los Terminators en pleno desierto, funciona por su eficaz tensión al igual que la persecución por la carretera con planos muy sugerentes a pesar de estar muy vistos (la moto saltando por encima del camión desde un contrapicado) o toda la escena final en la fábrica de los T-800, donde las referencias, guiños, homenajes y recuerdos a momentos anteriores son más que patentes.
Lo malo de McG como director es que aún sabiendo exponer la acción de una forma muy concreta no acaba de encontrarle el tono en todo momento y si bien es cierto que su forma de rodar la acción es llamativa no acaba de encontrar el enfoque adecuado siendo en muchos momentos todo demasiado ruidoso (y no por exceso de sonido) y muy poco perfilado, sin acabar de dejar un sello distintivo o algo que quede en la memoria una vez termina la película. Y aún así es en la acción donde sale vencedor porque una vez termina ésta todo se torna demasiado mecánico, carente de emotividad y muy plano, vacío de interés. Todo sucede como si nada estuviese pasando a pesar de querer darle el enfoque dramático épico que tanto se había estando cacareando desde que el primer terminator vino a la tierra para acabar con Sarah Connor.
Y a pesar de contar con ideas muy interesantes como el encontrarse John Connor cara a cara con su padre, Kyle Reese, o descubrir los propósitos que se esconden en el personaje de Marcus Wright como novedad a el leiv motiv repetido una y otra vez en las tres entregas anteriores McG no era el director adecuado para rodar esta cuarta entrega, porque no sabe darle la fuerza y el empaque necesario. Uno de sus mayores fallos es que no reposa las escenas, cree que estar en movimiento constante o que todos tengan cara de circunstancias apesadumbradas va a hacer que los personajes y los actores convenzan o funcionen. Todo lo contrario. No hay apenas empatía con ninguno de ellos y las dotes interpretativas de la gran mayoría dejan mucho que desear (siendo Bale, precisamente, el peor parado por ser, precisamente, el personaje más relevante o importante de la saga). Es cierto que a veces este tipo de películas lo que menos importa son los actores pero siempre he sido consciente que la química y la mítica se labran cuando el actor logra que su personaje quede en el recuerdo y acabe convirtiéndose en uno de los elementos importantes de esa entrega como lo fueron A. Schwarzenegger, L. Hamilton o R. Patrick o E. Furlong. Aquí no sucede con ninguno en ningún momento.
Una entrega en constante movimiento pero que apenas deja poso más allá de algún momento puntual que demuestra que estamos ante una entrega de envoltorio (supuestamente) importante, con un potencial enorme pero que se desaprovecha por no tener un tono conciso, haciendo aguas en más de una ocasión y no terminando de cuajar para ser merecedora de un reconocimiento que seguramente en manos de otro sí hubiese obtenido y que el guión es quien acaba, una vez más, de conseguir que "Terminator Salvation" sea una de las entregas más anodinas, que no malas, convirtiéndose en un entretenimiento muy vistoso, intentando ser importante, con varias referencias cinéfilas (Mad Max, Matrix, Blade Runner o las 3 entregas anteriores) pero que se convierte en algo mucho más pequeño de lo que pueda parecer, donde la sensación de que todo ha sido rodado con las prisas encima es más que patente. A la espera de que la siguiente entrega, como mínimo, sea un punto y aparte.