Yo pienso como King Conan. De hecho, personalmente, creo que el momento más bajo de la serie fue la tercera temporada, en la que las manías de Sheldon monopolizaron la serie. Precisamente, el incorporar personajes como Amy o Bernardette insufló aire nuevo fresco a la serie y la revitalizó, al aumentar el número de personajes y de posibles relaciones cruzadas entre ellos. Otra cosa es que a día de hoy la serie se haya quedado un poco estancada, algo bastante normal en una serie que ya lleva 8 temporadas a sus espaldas.
El desgaste es evidente, que ya se empieza a notar en las audiencias: este año la serie ha hecho una audiencia media de 14 millones de espectadores, que son casi 4 millones menos respecto al año pasado. Normalmente a estas alturas, las series suelen intentar recuperar la frescura experimentando y reinventándose, pero es evidente que la CBS no va a arriesgarse a cambiar la fórmula que tan bien le está funcionando (aún con el bajón, sigue siendo una de las series más vistas de la TV yanqui).
Mucha gente se queja del tema de las parejitas, pero como bien dice Conan, los frikis en la vida real también tienen parejas. De hecho, el punto de partida de la serie eran tres frikis que se estaban hartos de no tener pareja y un cuarto prácticamente asexual, cuya vida se revoluciona cuando un pibonazo se viene a vivir al lado de dos de ellos. No creo que el haber mantenido a los personajes como solterones durante toda la vida, hubiese hecho a la serie mejor ni la hubiese hecho más creible. Algunos se quejan de que al introducir a las parejas, se perdió el frikismo, argumento difícilmente sostenible, ya que la ciencia y el frikismo siguen siendo, a día de hoy, el detonante de muchísimas tramas (el artículo de Leonard y Sheldon, la visita al rancho Skywalker, Sheldon como profe, la tienda de cómics...). En definitiva, si la serie no es mejor básicamente es porque a los guionistas les falta ingenio y creatividad y, porque, reconozcámoslo, la serie nunca fue ninguna genialidad, siempre ha sido un producto mainstream con humor bastante blanquito y que (al menos a mi) rara vez despierta grandes carcajadas, otra cosa es que a lo largo de su larga vida la serie haya tenido momentos mejores y peores. No es una serie que aguarde con ansias semana a semana, pero como bien dice Ulisses, para rellenar huequitos libres está bien y aún a pesar de no estar pasando por su mejor momento creativo, yo la sigo viendo con agrado.