esa ultima se va directa a mi feisbuk
CoincidoHathaway lo mejor de la película, creo que hay coincidencia casi generalizada, como lo hubo con Heath Ledger en la anterior. Con Alfred-Caine se les ha ido la mano y lo ponen como un anciano lloriqueante y practicamente senil, cuando en las dos anteriores (sobre todo en Begins) estaba soberbio. (...)
Pues a mi me pasa justamente lo contrario: no me gusta especialmente esta actriz (Hathaway) pero aquí me parece que está soberbia. Tengo ganas de verla en "Los Miserables"
Obviamente el listón de Joker estaba muy alto. Joker acojonaba porque estaba como una cabra, sin embargo Bane es el típico malote de instituto, que utiliza las amenazas y la fuerza física para acojonar al personal, y a mí ese tipo de individuos me inspiran más pena que otra cosa. Pero bueno, viendo la función que cumple en la historia (al final es más un guardaespaldas que otra cosa) su comportamiento es bastante coherente.En cuanto a Bane, aunque en ningún momento llega a la altura del Joker yo creo que es un buen villano, incluso resulta fácil identificarse con él en algún que otro momento de la película (viene a ser una versión exagerada de lo que pensamos muchos de nosotros del sistema actual). El problema es lo maltratado que resulta en el último tramo del film, hubiese merecido un final mucho más digno.
Obviamente el listón de Joker estaba muy alto. Joker acojonaba porque estaba como una cabra, sin embargo Bane es el típico malote de instituto, que utiliza las amenazas y la fuerza física para acojonar al personal, y a mí ese tipo de individuos me inspiran más pena que otra cosa. Pero bueno, viendo la función que cumple en la historia (al final es más un guardaespaldas que otra cosa) su comportamiento es bastante coherente.En cuanto a Bane, aunque en ningún momento llega a la altura del Joker yo creo que es un buen villano, incluso resulta fácil identificarse con él en algún que otro momento de la película (viene a ser una versión exagerada de lo que pensamos muchos de nosotros del sistema actual
Liquidarse a la presunta gran amenaza de la película de un plumazo y demostrar que no era más que un títere no suele ser demasiada buena estrategia argumental.
