Respuesta: Tim Burton, el post
Batman Returns :
Aunque al principio Burton fue reacio a rodar la continuación de las andanzas del hombre murciélago y tomó la acertada decisión de marcharse a la Fox para poder rodar "Eduardo Manostijeras", finalmente el hecho de que le diesen libertad creativa (al margen de sus buenos dineritos, obviamente
) fue determinante a la hora de ponerse al frente de la secuela.
Vista ahora, tengo que reconocer que aunque sigue pareciéndome una notable película, con muchos aciertos, se ha visto superada por películas posteriores de similar temática (y ya no solo hablo de los Batman de Nolan, que también). El inicio es sencillamente magistral, esos 5 minutos iniciales en los que conocemos el origen del Pingüino, con esa Gotham nevada y casi fantasmal probablemente sea lo más brillante de toda la película. Después le veo casi los mismos errores que a su predecesora, aunque el enfoque de la historia sea bastante diferente: es irregular y combina momentos de gran cine con otros excesivamente estrafalarios (quizá a Burton se le va un poco la mano en esta ocasión acumulando freaks en pantalla, especialmente en lo que a los secuaces del Pingüino se refiere). Funciona solamente a ratos, aunque cuando la cosa "pita" lo hace de lo lindo y nos regala escenas brillantes como ese inicio comentado, como la de la "muerte" de Selina y su "resurreción" como Catwoman (sin lugar a dudas el mejor personaje del film) o como ese baile tan revelador en el que Bruce y Selina descubren simultáneamente sus identidades secretas (muy significativo: es un baile de disfraces pero ellos van sin máscara).
Visualmente una vez más Burton obtiene matrícula de honor, la Gotham de esta película es
mi favorita: oscura, aterradora y pesadillesca, una ciudad en la que siempre parece ser de noche y a la que el villano de turno (que no es Pingüino ni es Catwoman pese a lo que podría parecer sobre el papel, sino ese inquietante Max Shreck interpretado por Christopher Walken) planea además robarle su suministro eléctrico. Ciudad negra, negrísima, en todos los aspectos, en la que la amenaza parece planear en todo momento y en la que ni siquiera Batman parece ya una solución y empieza a ser visto por muchos como otro problema, como uno más de los bichos raros y peligrosos que acechan en las sombras. De hecho aparece en pantalla más o menos el mismo tiempo que Pingüino y Catwoman, ya no es tanto el protagonista absoluto de la función como en el film anterior.
En el lado negativo, repito que le veo los mismos agujeros de guión que a la primera, de hecho aunque siempre he preferido esta secuela ahora mismo quizá la cosa se me haya quedado en un empate. Una vez presentado el personaje del Pingüino termina resultando excesivamente caricaturesco y excesivo, y toda la parte en la que intentan convertirle en alcalde resulta poco creíble e incluso ridícula por momentos. A veces me da la impresión de que intentan "compensar" tanta oscuridad y tanto personaje desagradable y atormentado con toques de humor y con acercamientos al público de a pie que no siempre le sientan bien a la película, y que de hecho en bastantes momentos constituyen su principal lastre. Digamos que de las tres patas que sostienen la estructura del film (Batman, Catwoman y Pingüino) solamente el personaje femenino mantiene el tipo durante toda la película, mientras que el interpretado por De Vito que al principio resulta interesantísimo termina siendo un histrión patético y en cuanto a Batman, se ve en muchos momentos eclipsado por los otros dos personajes, especialmente por la perturbadora Catwoman, robaplanos total. Tampoco me convencen las escenas de acción (lo mismo que me pasaba en la primera), en bastantes ocasiones me parece más estar viendo una coreografía más que una pelea. Se le nota a Burton que no está a gusto rodando este tipo de secuencias.
En resumen, sigo apreciando y mucho los Batman de Burton pero siguen sin estar entre mis favoritas del director, y no deja de notarse que por mucho que en la segunda ha impregnado al personaje, a la ciudad de Gotham y a la historia de su toque particular, el mundo de Tim y el de los superhéroes justicieros siguen siendo entidades casi opuestas.