Magnolia dijo:
Toshiro, explica esos directores de samurais, anda. Si en el fondo te estimo...
Ya he hablado de ellos en otras ocasiones. El tratamiento de la figura del samurai es muy diferente en Japón que en el resto del mundo, donde hay una visión muy romántica sobre ellos. Los japoneses también han hecho versiones más románticas, pero habitualmente sobre un guerrero en particular, o un grupo de guerreros, que casi siempre están enfrentados a los estamentos de poder.
Y es que, en lineas generales, los samurai y los daimiyo (señores feudales) eran muy hijos de p... y muy bestiajos; mantuvieron Japón aislada del resto del mundo, y trataban al pueblo llano con un desprecio y una brutalidad escalofriante; esta visión tan bonita de ellos que da la peli de Cruise nada tiene que ver con la realidad, que era justo al revés: lo mejor que le pudo pasar a Japón en el siglo XIX es que cayese, por fin, el shogunato, que por entonces era una cosa ya rancia, brutal e increiblemente corrompida, y se reincorporasen al mundo que habían abandonado 3 siglos antes.
Así pues, el punto de vista de las pelis japonesas suele ser mucho más complejo que el que se nos muestra en El último samurai, incluso cuando se trataba de simples chambaras (el equivalente al western japonés). Por ejemplo, Akira Kurosawa, de alguna manera el padre del chambara moderno, siempre nos mostraba unos samurais o bien sedientos de poder y capaces de cualquier cosa por mantenerlo (Ran, Trono de sangre, Kagemusha), o bien perdedores románticos que siguen su propia ley y no son bien recibidos por nadie (Los siete samurais), o, directamente, cínicos y mercenarios (Yojimbo, Sanjuro)
Masaki Kobayashi va aún mas allá, y sus héores son verdaderos outsiders enfrentados radicalmente al sistema (Harakiri, Samurai rebellion); Hiroshi Inagaki es más romántico y peliculero en un sentido hollywoodiense clásico, pero aún así sus protagonistas suelen ser individuos solitarios y a menudo perseguidos o desprestigiados injustamente por la autoridad (la saga de samurai, 47 ronin) Los personajes de Hideo Gosha (Goyokin, 3 samurais errantes, cazador en la oscuridad) y Kihachi Okamoto (sword of doom, samurai assasin, red lion) son directamente unos malditos sin futuro, destinados a luchar, sangrar y vagar eternamente sin posibilidad de redención alguna por parte de la autoridad.
Más rollo, aquí:
viewtopic.php?f=9&t=7122&st=0&sk=t&sd=a&hilit=cine+japones