El objetivo de Aspyr con Tomb Raider I-III Remastered es “respetar las bases de la franquicia y, al mismo tiempo, hacer que los juegos originales fueran más accesibles en toda su gloria para los jugadores actuales”. Para conseguirlo, empezaron clasificando sus metas en tres apartados: ingeniería, mecánicas y gráficos. La parte de ingeniería tiene como base el uso del código fuente y el motor originales, que han servido para modernizar la apariencia del juego a la vez que se ofrece la opción de activar el aspecto original.
Entre las mejoras gráficas encontramos efectos de luz baked y en tiempo real, nuevos modelos de entorno y enemigos para darles un aspecto y estilo más moderno y consistente, así como un nuevo modelo para Lara Croft.
En la categoría de mecánicas Aspyr considera que la jugabilidad de Tomb Raider I, II y III es “atemporal" y, "gracias a que usamos el código fuente existente, conservamos todos los saltos, secretos, enemigos y puzles exactamente como los había diseñado y querido el equipo de desarrollo original”, explica el equipo de desarrollo. Para introducir algo nuevo el estudio decidió añadir opciones de control clásicas y modernas inspiradas en la era de Tomb Raider Legend, Anniversary y Underworld.
“Estos cambios se notan sobre todo en la forma de moverse de Lara: la cámara se controla con el joystick y la dirección en la que la enfocamos determina hacia dónde se mueve Lara”, explica Aspyr. “Igual que abordamos la presentación gráfica, los controles originales, de torreta, siguen estando disponibles para los jugadores mediante un ajuste del menú”.
Otras novedades de Tomb Raider I-II-III Remastered incluyen una barra de salud para los jefes que permitirá a los jugadores saber cuánta vida les queda y administrar mejor sus recursos, así como más de 200 trofeos o logros, un modo foto y “unas cuantas sorpresas más”.
Tomb Raider I-III estará disponible el 14 de febrero para PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series, Nintendo Switch y PC (Steam).