Amor a quemarropa
La típica película “de guionista”, con un guión de Tarantino que fue a parar a las manos de Tony Scott tras vicisitudes varias. Thriller de la época (los noventa en todo su ¿esplendor?), y al mismo tiempo, una disparatada, hiperviolenta y (paradójicamente) entrañable historia de amor, con un fan de Elvis y del género de artes marciales (Christian Slater) que emprende una huida junto al recién y apresuradamente descubierto amor de su vida (Patricia Arquette), pues han encontrado una maleta llena de droga, propiedad de unos mafiosos. La relación entre los dos protagonistas es muy almibarada y supongo que lo es pretendidamente; así, ella es medio lerda, mientras que él es una especie de psicópata, cosa que ofrece un curioso y delirante contraste. En realidad, todos y cada uno de los personajes parecen aquejados por algún tipo de tara mental. En cualquier caso, como película destaca en la creación de situaciones y diálogos geniales; el ascensor, los sicilianos...
Por ahí anda gente como Brad Pitt, Christopher Walken, Gary Oldman, en forma de cameos fugaces pero difícilmente olvidables (no se puede decir lo mismo de Samuel L. Jackson, que para eso mejor se hubiera quedado en su casa). Siendo una película donde llama la atención lo convencional de la dirección frente a lo absolutamente reconocible del texto, hay quienes afirman que podría ser perfectamente una película más de Tarantino, y quien por el contrario piensa que Scott estropeó el resultado final (personalmente, hubiera preferido el desenlace original y con una mala leche superior). Sea como sea, no resulta tan videoclipero como otras veces, pero ahí queda una fotografía de colores intensos (Los Ángeles en su máximo -y hortera- esplendor), el polvo entre sombras y filtros de luz azul, el esteticista tiroteo final entre plumas voladoras... La banda sonora es el famoso plagio-homenaje a “Malas tierras”, con la cual la similitud argumental es notable.
Yo diría que se notan bastante los rasgos de la época, pero que ha aguantado bien el paso del tiempo e incluso ha influido en cierto subgénero de thriller molón. Lo más potable hecho por el hermano listo.