Comprar la carne procedente de granjas ecológicas sigue privándoles de libertad.
Pues en eso sí que no nos pondremos de acuerdo. ¿Qué te hace pensa que un animal "encerrado" es menos feliz? Y por supuesto no estamos hablando de un pájaro enjaulado. Estamos hablando de animales que tienen espacio suficiente para campar a sus anchas.
Seguramente para tí eso seguirá siendo un problema, y por contra para mí no lo es.
Para tí no supone problema alguno que a otro animal se le prive de libertad porque no te pones en su lugar, el que no sea humano no significa que no necesite espacio para campar a sus anchas, y el que sea de otra especie no significa que no deba estar en nuestra esfera moral.
La esperanza de una vaca en libertad es de
20-25 años. La de una
explotada es de 7. Nadie desea morir por pocos intereses que tenga.
Venga ya hombre, una vaca es un animal que no existe en la naturaleza porque lo hemos seleccionado artificialmente nosotros. Si pones una vaca en el monte no dura dos telediarios hasta que se la ha comido un lobo. Porque en la naturaleza no existe eso de la ancianidad, cuando estás pachucho o te fallan las fuerzas o dejas de comer y por tanto te mueres de hambre o te comen. Más sencillo imposible.
Morir en libertad, si pudieran elegir, seguro se quedaban con eso. Debido al cautiverio, las vacas
viven angustiadas al no poder rumiar (primordial para su salud mental como puede ser olfatear para un perro), se acostumbran a morder los barrotes, sufren mastitis y cojera. No pueden amamantar a los terneros porque su leche ya está siendo ordeñada para los humanos.
El hecho de estar privadas de libertad no es solo no poder ir a dar una vueltecita, tiene consecuencias muy desagradables que a nadie le gustaría sufrir.
Los terneros todavía viven menos.
De los 20 años que podrían vivir en libertad, llegan a
las 3-16 semanas. Si volvemos a abogar por la naturaleza, estos en libertad se alimentarían de hierba y leche de sus madres, mientras que en las granjas se les alimenta exclusivamente con leche para producirles anemia y obtener su
apreciada carne pálida, privados de hierro y fibra que son elementos esenciales.
A la semana de vida se les encierra en jaulas muy estrechas,
demasiado como para poder darse la vuelta. Son enviados al extranjero, muchas veces sin agua ni comida, en camiones tan abarrotados que no pueden tumbarse.
Todo ese calvario, de producírselo otra especie, nos parecería horrible. Pero lo provocamos nosotros y
nos interesa cerrar los ojos en el proceso y abrirlos para el producto.