Tremendo asunto, del que ya nada se puede comentar. Una vez más no habéis dejado ni las migas... Como siempre más al final de la discusión se entra en nuna espiral "carcosiana", cuando creo que lo importante del producto es otro. Como bien habéis señalado muchos, Max entre ellos creo recordar, es que la serie navega con paso firme en la realidad absoluta y que jamás se traiciona. Otra cosa es que exista ese poso fantasmagórico que emana de lo profundo de los bosques y que las referencias a elementos paranormales estén ahí... pero esto no es Lost señores; de hecho es una serie antilost.. todos aquellos que estaban esperando a la bruja del pantano o al monstruo espaguetti volador se habrán decepcionado, pero la serie es perfectamente coherente con lo que narra: la monstruosidad de la naturaleza humana. No hay más demonios que los que merodean por los laberintos del subconsciente; y eso sí que acojona.
Luego toda la problemática simbólica, pues oye que muy bien, ayuda a poner el telón de fondo pero poco más. El resto es un retrato descorazonador de la América profunda, una vez más Louisiana como pozo negro de la inhumanidad y el bestialismo (Bestias del sur salvaje...) pero alejado del producto de moda indie. Las cacareadas conspiraciones, los elementos perturbadores que todo Cristo ve reflejados en todas partes... ahí se han quedado. Sinceramente me da igual que las niñas de Woody sufrieran abusos o no, no va de eso y precisamente queda en el aire de forma perfectamente consciente. Son detalles que ayudan a redondear la atmósfera malsana, no a profundizar en tramas y argumento.
La estética de los siniestro planea -como permanentemente hace Lynch, sobre todo en Blue velvet y por supuesto en Twin Peaks- en cada momento. Esto crea un clima desasosegante, enfermizo, amenazador e irreal. Y claro nos vamos a lo paranormal cuando en realidad está en nuestra cabeza; somos nosotros los que lo generamos y construimos. No es una fuerza externa, sino la colonización de nuestros impulsos más primitivos en un entorno ya de por sí hostil. Eso se aprecia muy bien en todo el ritual pagano. Que además incide en lo que también estais comentando... es una derrota terrorífica la que aqui sucede. Una secta, más bien un grupo de poder con apetencias miserables que encubren sus mezquindades con una suerte de rituales y creencias místicas, finalmente queda libre. Nada sabemos de ella, pero por lo que suponemos se trata de gente poderosa, que lleva las riendas económicas y políticas del estado. Tan sólo han acabado con el verdugo, el "monstruo" terrible que secuestra a los niños y que ayuda a poner ese toque de locura cósmica cuando la realidad es espeluznante y queda impune. Un derrota tremenda, un final amargo que se endulza un poco con esa conversación y con el plano -probablemente el mejor de la serie- en el que aparecen las estrellas que ponen un mínimo de luz en estas vida. Pero no nos engañemos, la luz de las estrellas es un pálido reflejo en la noche. La oscuridad las rodea por todas partes y entre ellas no existe ninguna conexión, ninguna comunicación. El que crea que Rust y Marty son amiguitos y van a quedar los domingos a hacer barbacoas está muy equivocado...