Esta es una imagen publicada por Dolby para mostrar su Dolby Vision (HDR + espacio de color ampliado) frente al visionado actual (SDR):
En teoría la diferencia es así de bestia, y la prensa especializada que ha visto demos HDR ha confirmado que el resultado es muy espectacular.
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... es imposible ver la diferencia exacta con una foto vista en una pantalla normal. Lo que si se puede hacer es ejemplificar la diferencia entre HDR y SDR dentro de las limitaciones de los dispositivos de visualización normales.
Imagina que lo que ves ahí como imagen SDR tiene los blancos y el brillo habitual de una pantalla convencional. Pues bien, el salto desde ese SDR que estás imaginando al HDR sería equivalente a lo que ves entre las imágenes de la izquierda y las de la derecha.
Por tanto, las fotos que he puesto son ejemplos que pretenden demostrar de qué tipo de diferencias hablamos, pero no son ejemplos precisos de los resultados puesto que no tenemos pantallas que puedan mostrar unos niveles de brillo brutales (se contemplan hasta 1000 nits de pico) para comprobar de primera mano cómo es el HDR.
Creo que a estas alturas ya no deberíamos defender lo indefendible, que es el engañar al público con fotos y demostraciones manipuladas. Esa comparación de fotos SDR/HDR es igual de falaz y engañosa que otras que se han venido haciendo, por ejemplo FHD/4K;
Si el problema es que no hay otra manera de visualizar la diferencia con displays normales debido a los niveles del HDR, entonces es bastante probable que el HDR dé más problemas que alegrías y que a final de cuentas no interese para ver cine por muy espectacular que sea para 5 minutos.
Modificando esa foto para que el SDR no salga tan mal parado sería más fácil que la comparativa fuese parecido a esto (con blancos quemados en HDR):
O sea, que intentar explicar y/o ilustrar qué aporta algo que sólo es posible experimentar de primera mano en una demo real es engañar y defender lo indefendible.
Voy a intentar demostrar que te equivocas utilizando una analogía: los televisores OLED.
Bien, un OLED, entre otras cualidades, puede apagar completamente cada pixel de la pantalla de forma individual. Esto implica tener un televisor con negros perfectos, tener un control perfecto en la imagen entre zonas con luz y zonas con sombras y además un contraste nativo estratosférico. Esas cualidades son inalcanzables para un televisor tipo LCD aka LED y, objetivamente, supone el mayor avance en años en cuanto a tecnología para televisores.
Vale, y ahora el fabricante de televisores OLED tiene algo cojonudo entre manos y tiene que venderlo, y que la mayor cantidad de gente posible entienda lo que aporta.
Entonces, ¿cómo lo hacemos? ¿Cómo explicamos a la gente la bestial diferencia que puede llegar a suponer tener ese contraste y esos negros si incluso en una demo real podría no percibirse en caso de tratarse de un entorno no controlado (la exposición de una gran superficie, por ejemplo)? Pues habrá que ser imaginativos e intentar explicarlo de alguna forma, y habrá que intentar ilustrarlo de alguna forma que te permita, ya no experimentar la diferencia real, porque eso es imposible, sino al menos que te hagas una idea de qué aporta simplemente viendo unas imágenes en una web o en tu televisor no-OLED. ¿O crees que LG está intentando engañar y manipular a la gente porque no puede enseñarte un negro y un contraste extraordinarios a través de una pantalla ordinaria?
Y sobre el HDR, debo recordar que un DCP para cine contiene, entre otras particularidades, más rango dinámico que un Blu-ray, y por tanto, en las condiciones adecuadas supondrá una mejora en la visualización de contenidos. Es decir, técnicamente hablando, es un avance incuestionable en el ámbito doméstico. El uso que se le pueda dar o la aceptación que pueda tener entre los consumidores es otro cantar.
Personalmente yo estoy muy contento viendo Blu-ray en un LED, pero no puedo negar que los avances tecnológicos existen más allá de lo que nos muestre el marketing. A fin de cuentas, si pudiera comprar un sólo televisor y un sólo reproductor durante 2016 sin límite de precio, no dudaría un instante en comprarme un OLED 4K con HDR y un reproductor Ultra HD Blu-ray. Si creyera más en el marketing (o en el cuñado) que en la tecnología, quizá mi sueño húmedo sería un Samsung SUHD para poder ver Netflix 4K y ripeos 4K.