Respuesta: VALOR DE LEY . Los Coen vuelven al western
No recordaba haber escrito aquí. Vistas las dos (más una):
- True Grit (Valor de ley, 1969), de Henry Hathaway
Primera versión de la novela (que no he leído). Western clásico de tono ligero y ambiciones moderadas, que tarda un poco en arrancar y en general da la impresión de ser (aunque no se hace) demasiado largo para lo que cuenta. Unos magníficos John Wayne y Kim Darby llevan el peso de una aventura que no pasará a mis anales, pero que resulta de lo más entretenida. El primero no necesita esforzarse para dotar de gancho y humor a su Rooster Cogburn, y Kim Darby, aunque un poco mayor para su personaje de catorce años (lleva la mitad en cada teta), sorprende en no pocas escenas (precisa y emocionante en la del reloj).
Hathaway trabaja más los dos actores que el resto del reparto (horrendo) o la puesta en escena, que no brilla excepto en el clímax, y dota de ritmo eficiente a un guión que, si bien algo extenso y de poca hondura y filigrana, es digno para lo que se propone.
- Rooster Cogburn (El rifle y la biblia, 1975), de Stuart Millar
Engendro simpá que retoma el personaje, esquema y más cosas de la novela original, solo que en esta ocasión la mujer que quiere vengar la muerte de su padre es...una sexagenaria ultrarreligiosa Katharine Hepburn
. Guionista y director son conscientes del disparate dando más humor todavía a la película con el choque entre los dos caracteres, pero tampoco se esfuerzan en hacer algo decente. Así, lo mejor de la película son las conversaciones entre Wayne y Hepburn, que chorrean química y regalan tres carcajadas deliciosas. Hepburn impresionante, como siempre (qué reacciones, qué forma de hacer suyo el diálogo).
Simpática a medias, porque se acaban retomando la trama y la acción, y ahí no vale una mierda. Anecdótica y solo recomendable para fans o escarbadores.
Oh...Ayah. I see. Well, to continue...
- True Grit (Valor de ley, 2010), de Joel Coen y Ethan Coen
Segunda versión de la novela (que no he leído). Western de aroma clásico, de tono más irónico y melancólico, pero con iguales ambiciones comerciales, que va demasiado al grano y en general da la impresión de ser (aunque no tiene por qué ser un defecto) demasiado amable para sus autores. Unos magníficos Jeff Bridges y Hailee Steinfeld llevan el peso de una aventura que no pasará a mis anales, pero que resulta de lo más entretenida. Y dejo ya la memez.
Lo que más me llama ahora la atención de esta versión, teniendo tan reciente la otra, es la "educación" y estilización en lo visual del género. Es como traer a Tarzán a la ciudad. Supongo que la palabra fácil es idealización, pero no es ese el tratamiento involuntario que dan los Coen a su película. Quieren hacerlo suyo con esos diálogos y toques de humor, quieren rendir homenaje, pero les sale algo como ese juicio donde todo lo que se ve está sospechosamente limpio y conjuntado. En lo estético es una opción como cualquier otra, sobre todo si se tiene en cuenta que son los recuerdos de la mujer adulta, pero el tratamiento impregna algo más que lo visual.
En cualquier caso, los cambios para bien (sobre todo prólogo y epílogo, que eran horribles en la otra) y para mal (sobre todo una agilidad en el guión que se antoja atropello) son tan insustanciales que el hecho de plantearse esta nueva versión solo puede deberse al deseo de no oxidarse mientras preparan su próximo (y muy atractivo) proyecto.
En lo técnico todos bien, pero ninguno sobresale. Burwell es el único que aprovecha la correa floja para lucirse más que de costumbre, mientras que los demás (Deakins, Lievsay) parecen conscientes de que en esta ocasión no hay que esforzarse demasiado.
Algún día dejaré los paréntesis, lo prometo.