Dos ejemplos. Una chica que conocí. Venezolana. De buena familia. Guapísima. Me contó que salió de allí por que la secuestraron un dia al volver de la universidad. La violaron por todos los orificios posibles, y algunos nuevos (me lo contaba con pasmosa tranquilidad). Durante nueve días seguidos. Luego la tiraron a una cuneta, y le dijeron "dile a tu papá que deje de joder". Hizo las maletas y se largó a toda velocidad.
Otro. Un muy buen amigo era de los de pañuelo palestino, israelíes invasores, free Gaza, y esas cosas. De los de mejor no toques ese tema, que se exalta muchísimo.
Un buen día, hace unos años, le surgió la oportunidad de irse a colaborar con una ONG a la zona, y para allá que se fué (es médico). Estuvo más de un año. Al volver, hicimos una cena de bienvenida en la que, por supuesto, intentamos evitar a toda costa, como siempre, el tema palestino. No hizo falta. Lo sacó el. La retahila de insultos que les dedicó (a los palestinos) hubieran ruborizado a La Veneno. Y acabó su perorata deseando que de una puta vez, los israelíes lanzaran un pepino nuclear y exterminasen todo bicho viviente de la franja de Gaza. Como sería lo que vio allí.
Las cosas se ven muy bien y muy bonitas desde el sofá de casa, con tu tele y un gintonic. Hay que dejarse el idealismo a base de lija "in situ".