Respuesta: WAR HORSE (Caballo de batalla) de Spielberg
Vista.
[FONT="]A estas alturas es indudable la pericia narrativa del genio de Cincinnati, pero también es cierto que llegado a una cierta madurez, parece menos hábil a la hora de arreglar guiones de menor calidad. Eso es exactamente lo que ocurre en “War Horse”, una cinta con pasajes interesantes pero menor en la filmografía de Spielberg.[/FONT]
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[FONT="]En “War Horse” seguimos las peripecias de un lustroso caballo, quien tras ser objeto de puja en una subasta va a parar a la campiña de los Narracott. Allí, será criado por el joven Albert, quien domará al rocín y entablará una entrañable amistad con él. Llegados a cierto punto se separan, y el joven animal servirá como hilo conductor para adentrarnos en diversas microhistorias a lo largo de la I Guerra Mundial.
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[FONT="]Spielberg, como decía, tuvo una época donde podía disfrazar pésimos guiones, y donde los guiones consistentes se convertían en obras maestras. En esta ocasión, estamos ante un director que no sabe (o simplemente no puede) sacar adelante una historia donde el protagonista absoluto es el caballo. Las secuencias se suceden como recortes de un collage que no termina de quedar muy bien hilado; como si se encontrara atrapado y no supiera muy bien cómo salir de una historia y meterse en otra. Tanto es así, que ya desde el primer segundo se intenta emocionar con la sobreutilización de la música, como si los encargados no fueran capaces de conectar con el espectador si no es con una melodía conmovedora y envolvente. Otros relatos de este tipo funcionaron bien, por ejemplo, en Forrest Gump, donde sí que había una justificación emotiva en el protagonista que nos hacía seguir con interés los acontecimientos, por otro lado mucho más variados que una única guerra.[/FONT]
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[FONT="]Un punto a favor es que está muy bien fotografiada por Janusz Kaminski, quien juega mucho con unos tonos cálidos y apastelados muy acertados, lo que por otro lado no hace sino apoyar ese toque naíf, preciosista y lacrimógeno muy alejado de sus trabajos anteriores con Spielberg. Muy buen juego con la luz, y preciosa utilización de las sombras.[/FONT]
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[FONT="]Es una obra standard, con esquemas repetitivos apoyados en planos aéreos que dotan a la película de cierta belleza visual que ayudan especialmente a que la película crezca en el último tercio, cuando entra en harina y Joey (como se llama el caballo) se adentra en la crudeza de la guerra y lo vemos en verdadero peligro, algo que en cierto modo es un hándicap para sí misma, que parecía ir por otros derroteros. Es aquí cuando más funciona, aunque por otro lado, es donde el discurso moralista se hace más evidente que nunca. Porque Joey no es sino un símbolo de la voluntad, el amor y el cariño que deber reinar. Para muestra un botón: la secuencia en que un alemán y un inglés intentan desantrincherar al caballo, que aunque con gags interesantes, peca de edulcorada y obvia. Algo que por otra parte, es problema de todo el film.[/FONT]
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