Antes de lanzarme con una instalación limpia de Windows 10 Fall Creators Update en el disco principal de mi equipo (un Samsung EVO 840 de 500GB), ayer hice una prueba con un disco auxiliar que tengo en el equipo para alojar las máquinas virtuales que utilozo en VMware (un Kingston SV300S3 de 120GB).
Comenzaré por mi conclusión: esta última versión de Windows 10 Fall Creators Update es la que mejor experiencia de instalación me ha ofrecido nunca en mi equipo, detectando prácticamente todos los dispositivos que tengo conectados y acercándose a la experiencia de una instalación de macOS en un equipo de Apple, ofreciendo una integración de servicios muy completa a través de la cuenta de Microsoft.
Mi equipo principal tiene ya sus años. Originalmente lo monté en 2007 sobre una placa base Asus P5B Deluxe, pero en 2012 cambié su configuración sobre una placa base de Gygabyte modelo GA-X79-UD5, con socket LGA2011, chipset Intel X79 y procesador Intel SandyBridge-E, un Core i7-3820 a 3,6 GHz y 16GB de RAM DDR3 en 4 módulos G Skill RipjawsZ a 1600 MHz.
A día de hoy el equipo sigue rindiendo fenomenal, y no tengo ninguna intención de cambiarlo. Sigue dentro de la misma caja Antec SOLO de hace 10 años, y por el camino también he actualizado los discos duros, una gráfica nVidia GeForce GT640 100% pasiva (mi uso juegos es nulo y prefiero silencio a potencia), y unos cuantos accesorios que Windows 10 no ha tenido problema en reconocer.
Los únicos dispositivos que no ha detectado han sido la tarjeta de sonido, una Asus Xonar STX que entrega un sonido fabuloso a unos altavoces de escritorio Audioengine A2 (cada día me sorprende más la combinación), y un amplificador/DAC externo iFi iDSD nano que utilizo para cuando quiero escuchar música con auriculares, conectado a un amplificador Rega Ear MKII y mis fieles Sennheiser HD 650.
Por lo demás, se lo ha tragado todo: desde un receptor Bluetooth 4.0 aptX con el chip CSR8510 A10, una tarjeta sintonizadora de TV Pinnacle PCTV 300i, una webcam y un receptor Nano de Logitech para el ratón, un lector de tarjetas USB 3.0 Kingston externo, hasta la impresora Canon PIXMA IP7250 que tengo conectada por Wi-Fi.
Como os digo, salvo la Asus Xonar STX y el iFi iDSD nano, ningún dispositivo ha requerido un controlador. Ni los dispositivos del chipset X79, ni el controlador C600 (SATA AHCI) donde tengo conectados los 4 discos del sistema, ni el controlador Marvell donde tengo conectadas las dos unidades ópticas Blu-ray, ni siquiera la gráfica de nVidia.
Y aquí viene una duda que tengo: ¿
lo dejo todo con los controladores de Windows y paso de lo que digan los fabricantes en su web?
La mayoría del hardware tiene bastante tiempo, y por ejemplo los últimos drivers de la web de Gigabyte para la placa son de 2015.
No he utilizado ninguno de los del fabricante, aunque me preocupa obtener el mejor rendimiento posible en el acceso a disco y después de comprobar que el driver de Microsoft funciona perfecto con los discos SSD y HDD, he probado con la versión 4.3.0.12 del driver de RSTe que tiene publicada Gigabyte en su web, y el resultado ha sido muy parecido.
Este es el rendimiento del Kingston SSD SV300S3 de 120GB sobre el que he realizado la prueba de instalación del sistema, muy bueno en lectura pero más lento en escritura.
Y este el del Samsung 840 EVO de 500GB, excelente tanto en lectura como en escritura. Un avión.
La prueba ha sido un éxito, pero me da muchísima pereza volver a reinstalarlo todo. Sé que el sistema va a ir algo más fino, pero ahora mismo va muy bien y me va a llevar bastante tiempo dejarlo como tiene que estar.
Aprovechando que solo tengo 111GB ocupados en el SSD de Samsung, voy a clonarlo en el SSD Kingston de 120GB para tener garantizada una marcha atrás en caso de que algo se tuerza.
¿Qué software utilizáis para clonar?
Estaría bien que compartiéramos nuestras estrategias de instalación, así que se agradecen comentarios.