Por fin la he visto, y aunque muy tarde voy a dejar aquí mis breves reflexiones.
En mi opinión cuenta con un guión muy infantil, plagado de ocurrencias absurdas y exhaustivos datos científicos de garrafón, que atentan constantemente con la suspensión de incredulidad con la que debe contar un relato así, al menos uno que pretenda ser tan grave y serio como éste (¿necesitan un arquitecto para diseñar el entorno de un sueño?, ¿"esta alfombra es de poliester"?, ¿"he diseñado un sedante que deja el oído activo para poder escuchar la patada"? vamos...).
Se trata de una gran y larguísima excusa para mostrar espectaculares (no tanto) efectos visuales, con endeble subtrama amorosa de superficiales conflictos existenciales (¿es todo un sueño?) en la que Nolan demuestra una vez más su nula capacidad de narrar a través de las imágenes (el oficio de todo buen director), contándolo todo exclusivamente a través de la boca de los personajes. Excepto en el previsibilísimo plano final.
Blufazo.