Respuesta: Ya he visto Origen / Inception: el hilo [SPOILERS]
Inception no es original como idea ya que hubo antecedente, lo que no quiere decir que el antecedente lo fuera tampoco.
Hombre, es que lo primero que habría definir qué es lo que nos parece original de la película. Porque es evidente que el concepto de "gente que se infiltra en los sueños de los demás" no es novedoso, como ilustran los ejemplos que habéis citado, pero es que es muuuuy raro dar con una idea 100% original que no se le haya ocurrido nunca a nadie. Como nadie ha podido consumir todas las historias de ficción producidas a lo largo de la humanidad, nadie puede verdaderamente afirmar qué es original o qué no lo es. Una idea o una historia puede resultarnos tremendamente novedosa, porque nunca habíamos visto nada parecido, pero que no lo hayamos visto no quiere decir que no exista en otra parte. Cuando la gente afirma que películas como
Memento y
El sexto sentido son "originales" y que
Irreversible y
Los otros "copian" de las anteriores, de lo único de lo que hacen gala es de su tremenda ignorancia, porque ni Nolan inventó los relatos narrados al revés ni Shyamalan las historias de fantasmas que no son conscientes de serlo. Lo cual, por supuesto, no devalúa los méritos de ambas películas. Por otra parte, que la premisa de una película no sea original no implica que el desarrollo de la misma no pueda serlo.
Igualmente, que a dos personas se les haya ocurrido una idea o una historia similar no implica que una de ellas haya copiado necesariamente a la otra, como bien ejemplifica el ejemplo de Dick y Finney que menciona Sorel. Si tenemos en cuenta el contexto norteamericano de los años 50, inmerso en plena Guerra Fría y macarthismo, en el que proliferaban las películas de invasiones extraterrestres a modo de metáfora de la amenaza rusa, y donde los medios no paraban de alertar sobre la presencia de enemigos infiltrados entre los propios americanos, no me parece taaaan difícil que a dos escritores distintos se les ocurriese la idea de aliens que se apoderan del cuerpo de los humanos. Vamos, que a mí hasta me daría vergüenza demandar a alguien por una coincidencia conceptual de ese calibre, teniendo en cuenta que esa idea, más que un arranque de originalidad, casi era una mera traslación al papel de las circunstancias políticas de su tiempo.
En la segunda mitad de los 90, en plena efervescencia de boys band como
Backstreet Boys, se empezó a gestar en mi cabeza la idea de crear una teen band, formada por chicos guaperas y bailarines, idéntica a todas las bandas de ese estilo salvo en un punto: que las letras, en lugar de las típicas canciones de amor ñoñas, fuesen mordaces sátiras de la realidad sociopolítica del momento. Me generaba mucha curiosidad saber cómo reaccionaría el público ante una banda así: ¿las quinceañeras se volverían tan locas como las fans de NKOTB y empezarían a desarrollar un interés inusitado en temas políticos? ¿O estos atractivos mozalbetes se pondrían a mover sus caderas ante un público compuesto mayoritariamente por varones cuarentones? Pues esta idea, que a mí me parecía super-original, y que durante años quise llevarla a la práctica, años después la vi reproducida tal cual... en un capítulo de
Los Simpson Y que yo sepa, ningún guionista de la serie me la robó a mí.
Otro ejemplo: en primer año de carrera me mandaron un ejercicio consistente en diseñar un cubo de 3x3x3. El encargo era bastante flexible: teníamos que respetar las dimensiones que nos daban, pero teníamos total libertad para perforarlo como quiséramos, elegir los materiales, posicionarlo en el espacio como nos diera la gana... vamos, que la libertad era tan grande que parecía imposible que salieran dos proyectos iguales. Pues yo y otro chaval acabamos entregando sendos proyectos que eran prácticamente idénticos al 99%: idéntica idea y, aunque parezca imposible, casi idéntico desarrollo. Os podéis imaginar mi chasco cuando voy a clase todo orgulloso pensando que le voy a enseñar al profesor un proyecto muy original y me encuentro de bruces con una réplica casi exacta. Y ni yo le pude copiar a él ni él a mi, porque los dos hicimos nuestros proyectos en la intimidad de nuestros hogares y ni enseñamos los proyectos a terceras personas ni nos habíamos dirigido la palabra una sola vez. A veces, las casualidades suceden. Que dos obras se parezcan no implica necesariamente que nadie haya copiado a nadie, sólo que somos mucho menos originales de lo que nos creemos